Luego de un año sumamente complicado en Primera División, descendió Olimpo, un grande del interior que, pese a todo, está haciendo historia en la plana mayor del fútbol argentino. En su séptima temporada en la élite nacional, logró 42 puntos en 38 partidos, producto de 12 triunfos, 6 empates y 20 derrotas, pero lo que quedará de resalto, y es lo que motivó mi interés en el asunto, fue la épica levantada de las últimas 8 fechas, cuando había acumulado hasta entonces tan sólo 5 puntos en el Clausura 2008, productos de 1 triunfo, 2 empates y 8 derrotas. Para ese entonces, con un promedio paupérrimo, muy a la cola del resto del pelotón del grupo en peligro de descenso, el periodismo discutía acerca de la posibilidad de que San Martín de San Juan "zafara", pero no había absolutamente ninguna oportunidad para el devaluado Olimpo, que ya antes del partido con Central (fecha 5ª) había sugestivamente perdido a su dirigencia, con la intempestiva renuncia de su presidente Ledo, luego de 13 años de mandato. Digo sugestivamente, puesto que en ese partido, que en el momento en que se jugaba era crucial pues Central estaba en zona de descenso directo, se dieron increíbles "irregularidades" arbitrales que perjudicaron a Olimpo, que encima jugaba de local. Un gol anulado por posición adelantada cuando el delantero que cabeceó estaba más de dos metros habilitado y que significaba el empate en 1, la expulsión del mismo delantero por "excesos" en el festejo (no se verificó ninguna puteada o cosa por el estilo) del descuento 1-2, la sanción de un penal inexistente a favor de los rosarinos que liquidó el encuentro 1-3...
En fin, también para la fecha 10ª se quedó sin su técnico Saporitti, y para la fecha 11ª sin su técnico de reemplazo Etchaniz. Para la 12ª fecha se hizo cargo del equipo un histórico ex jugador del club, Daniel Florit, que hasta entonces se ocupaba del conjunto alternativo que disputa la liga del Sur (el torneo local de la zona). Yendo al entrenamiento en bicicleta, y llevando los listados de jugadores en una bolsita de supermercado, este tipo con humildad supo insuflarle al plantel el orgullo y amor propio que el argentino saca en las más difíciles (y de ahí el ejemplo que hay que resaltar, más allá del fracaso final). Así, superó consecutivamente a Colón de local y a San Martín en San Juan. Luego de la caída 1-2 con Banfield ya no tenía margen para el error, y acumuló tres victorias al hilo: 2-0 a Gimnasia de Jujuy, 1-0 a Newell's en Rosario y 3-2 en épico triunfo sobre la hora a San Lorenzo. Luego ocurrió lo que todo el mundo conoce: apenas perdió 1-2 con River en el Monumental, peleando y generando situaciones hasta el final, y ayer se fue perdidoso sin merecerlo, ante un Estudiantes que, ya sin presiones ni compromisos, se acordó cómo era eso de ganar un partido, y que fue sumamente práctico, especulando con el contragolpe frente a un equipo que lo atacó los 90 minutos, 60 de ellos con un hombre menos.
Pero Olimpo, como equipo del interior que es, empezó a perder la categoría mucho antes de estos últimos 2 meses de fragor. Antes incluso de la infortunada y necia contratación de un técnico fundamentalista del fútbol táctico como Rivarola, que escandalosamente cosechó 6 puntos en los 10 partidos en que dirigió a un equipo cuyas incorporaciones él determinó. Antes de reforzar el plantel con un conjunto de jugadores ya "de vuelta", casi a punto de jubilarse del profesionalismo, con una cantidad de años sobre el lomo acumulada, inversamente proporcional a los minutos con capacidad para correr en cancha: Navarro Montoya, "Matute" Morales, Josemir Lujambio, Jorge Martínez; y de otros sin condiciones para jugar en primera (Saavedra, el chileno Sebastián González, Mariano Martínez, el paraguayo Toranzo, etc.).
No. Olimpo empezó a perder la categoría (cuándo no) en las oficinas de la decadente Asociación del Fútbol Argentino (AFA), siempre desvelada por amparar y ayudar a los equipos directamente afiliados (Capital, GBA y Rosario) en detrimento de aquéllos que provienen de las ligas del Interior. En efecto, como Quilmes había perdido en 2007 la categoría "regalando" infamemente los últimos 10 partidos, ante su eventual ascenso luego de un año en la B Nacional, iba a arrancar con un promedio bajísimo (ya que el promedio se toma sobre los 3 años anteriores, o sea que a Quilmes se le hubiera tomado la pésima temporada 2006-2007 y la nueva temporada 2008-2009). Entonces, como Quilmes "tenía que" subir (siempre Quilmes tiene que subir, y todas las modificaciones a los mecanismos de ascenso de los últimos 10 años se hicieron para el club del Estadio Centenario, que sin embargo despilfarra oportunidades servidas en bandeja y arbitrajes "amables"), la AFA dispuso que, sólo para el caso de la Primera División, ya no se iban a computar para el promedio las temporadas anteriores en caso de un descenso en el medio, de manera tal de no perjudicar a los clubes que hayan tenido malas campañas inmediatas al descenso.
Esa previsión, que para el profano suena muy lógica, no lo es en absoluto, porque en realidad estimula la "negociación" de partidos de parte de aquél que ha descendido anticipadamente, y que entonces, sin estímulos para jugar (y la mayor parte de las veces, con sueldos y premios adeudados), empieza a regalar los puntos a los rivales que enfrenta y que sí están motivados por alguna apetencia competitiva.
Es una medida tan ilógica, que no se ha aplicado en las demás categorías, y sigue reconociendo el carácter de "excepcional" sólo para la Primera División. Así, otro equipo de la AFA, como Nueva Chicago, pese a la quita de puntos por violencia deportiva en la final con Tigre el año pasado, pudo "zafar" del descenso directo a la B Metropolitana, ya que se le computó la estupenda campaña 2005-2006 en la B Nacional, por la cual logró el ascenso junto a Godoy Cruz.
En fin, a Olimpo esa medida "excepcional", impuesta con nombre y apellido, lo perjudicó especialmente, ya que Olimpo descendió en 2006 luego de jugar la promoción con Belgrano de Córdoba, pero habiendo realizado una excelente campaña con un resultado de 49 puntos. Así las cosas, si como ocurrió siempre desde que se implementaron los promedios a principios de los '80 hasta este año, a Olimpo se le computaba su temporada 2005-2006 en Primera División, hoy tendría un promedio de 1,197 pts., en lugar de los 1,105 por los que terminó descendiendo.
En fin, más allá de estas disquisiciones, resulta "aceptable" para la prensa vernácula que, desde que Valentín Suárez (el último gran presidente de la AFA) decidió que el país -por lo menos, en cuanto al fútbol- debía ser federal, y creó los torneos nacionales, nunca ningún equipo del interior haya podido hacer pie en Primera (ni hablar de campeonar). "Casualmente", San Juan y Bahía Blanca fueron a descenso directo y Jujuy a la promoción más difícil. Si no hubiera sido por el penoso presente de Racing, el otro que hubiera ido a promoción era Colón de Santa Fe. Mientras tanto, en el Nacional B hace tiempo que los equipos del interior crecen y no paran de crecer. En esta última temporada, los cuatro que llegaron a situación de ascenso (los dos ascendidos, San Martín de Tucumán y Godoy Cruz de Mendoza; y los dos en promoción, Unión de Santa Fe y Belgrano de Córdoba) son del interior.
Esto me hace recordar otra medida increíble que adoptó la AFA en 2001 en perjuicio del fútbol federal: Cuando, al observar que en el Nacional B los únicos equipos que llenaban la cancha, que invertían, que tenían auténticas bases societarias (clubes con muchos socios, localidades enteras atrás) eran los del Interior, y que ello producía una "depuración" natural según la cual invariablemente descendían equipos del Gran Buenos Aires a la B Metropolitana, mientras ascendían desde el Argentino A equipos "exógenos", la AFA, presa de un ataque de nervios, al comprobar que la "canilla" que había abierto se podía desbordar, generó un sistema de "cupos", por el cual ahora invariablemente desciende 1 equipo del interior y 1 de la AFA; y 1 del interior y 1 de la AFA juegan promoción sólo con sus pares, para mantener un "equilibrio" en la composición de la B Nacional, de forma tal que haya 10 equipos de "afuera" y 10 de "adentro".
Eso ha dado lugar a enormes injusticias, y equipos del interior que, en el promedio (ni hablar en los puntos) tenían 6 ó 7 equipos de Capital y GBA abajo, debían "pelear" el descenso únicamente con sus pares...
¿Los motivos de todo esto? Son un poco los motivos de este post. Hablar de federalismo. Porque el federalismo (como el centralismo) se proyectan a todas las actividades de una nación, y con mayor patentismo, cuando se trata de las cuestiones "relevantes". Y mal que nos pese, el fútbol es más relevante para la Argentina que la mayoría de las cosas.
Así tenemos en Argentina un fútbol inusitadamente centralizado, donde sólo resultan significativas las cosas que pasan en la monstruosa conurbación de Buenos Aires (y cada vez más, lo que pasa en Capital Federal directamente, en La Bombonera, el Monumental, el Nuevo Gasómetro o el Amalfitani). En ningún otro país del mundo, a excepción del pequeño Uruguay (en el que pese a ello hay equipos de Colonia, de Paysandú, de Salto, etc.), todo el acontecer futbolístico se resume a un área de 2.000 km2 en un país de 2,8 millones...
Y el fútbol, mal que nos pese, es un medio de ascenso social y de integración comunitaria más eficiente que otros por estos pagos. Sin embargo, para "salir de pobres" decenas de miles de chicos tienen que venir a probarse a Capital, a La Plata o a Rosario, sufriendo el desarraigo y provocando efectos centrípetos disvaliosos en términos demográficos.
Todo justificado en que un puñado de clubes aventajados y protegidos no tiene ganas de viajar 700 ó 1.000 km para jugar un partido de la Primera, y prefiere conservar fuerzas y concentrar recursos para hacer turismo por México o Ecuador en copas internacionales (a las que sólo clasifican los equipos de GBA). Por eso vemos que jugadores y cuerpos técnicos de las grandes instituciones metropolitanas se "quejan" (y la prensa los avala) cada vez que tienen que salir de su burbuja y viajar cómodamente en avión una o dos veces por año al interior a mostrar su poderío. Incluso los árbitros de la AFA, también muy metropolitanos ellos, que viajan junto a los planteles de la gran ciudad en los mismos aviones, se quejan de las incomodidades hoteleras y logísticas de esos desplazamientos.
La disyuntiva está planteada. Los extremos son Arsenal, con un millar de hinchas, pero sorprendente billetera, con capacidad para jugar en Primera con un plantel envidiable de 40 jugadores, para viajar por Latinoamérica jugando copas sin sufrir menoscabo en el troneo local, y paralelamente para construirse, durante ese mismo proceso, un estadio desde cero; y quizás Olimpo, con más de 300.000 simpatizantes en Bahía Blanca y su región de influencia (Carmen de Patagones, Villarino, Coronel Rosales, Cnel. Pringles, Cnel. Dorrego, Cnel. Suárez, Lamadrid, Pigüé, Guaminí, Monte Hermoso, etc.), con cerca de 20.000 personas todos los partidos, y un auténtico impulso para la economía local por efecto de las actividades colaterales.
Desglosemos mínimamente esos ejemplos:
Kilómetros recorridos durante la última temporada:
Arsenal: 9.036 km
Olimpo: 32.758 km
Público propio aportado durante la última temporada:
Arsenal: 33.490 espectadores
Olimpo: 250.311 espectadores
Posición final en la tabla:
Arsenal: 51 pts. (13º)
Olimpo: 42 pts. (15º)
En fin, el dilema es simple. O se sigue fomentando la concentración, con los ejemplos típicos de caravanas de hinchadas descontroladas circulando a la vez, de la policía sin poder "acompañar" simultáneamente las hinchadas de Temperley y de Los Andes en Primera B, para evitar que se crucen con las de Banfield o de Lanús en Primera A o la de Quilmes en el Nacional B, todas destrozando los vagones del Roca; y se sigue fomentando el barrabravismo (un ejemplo inexistente en el caso de Olimpo o de San Martín de San Juan, que no tienen, y escaso y poco significativo en los demás casos del interior); y se sigue fomentando "el mostrador de Dios" en Buenos Aires... O se cambia por un modelo federal, a la manera italiana, española, alemana, francesa, inglesa o brasilera.
En esa decisión, está tanto el futuro deportivo (de dónde acaso salieron Kempes, Luque, Caniggia, Battistuta, Palacio, Ortega, etc., etc.) como la violencia en el deporte. No se registran enfrentamientos (salvo quizás en la contaminada Córdoba) entre hinchadas local y visitante con equipos del interior. En la cancha de Olimpo dieron la vuelta olímpica sin disturbios (hasta aplaudidos) River y Boca, y también se fue aplaudido Belgrano de Córdoba cuando mandó al descenso a Olimpo en 2006. Las 30.000 almas de San Martín de Tucumán aplaudieron a Olimpo en 2007 cuando en una demostración de fútbol le ganó 4-0 en El Jardín de la República (Saludamos al nuevo campeón de la B Nacional, y le deseamos una mejor suerte).
Finalmente, para cerrar este homenaje al "fútbol chacarero", hecho siempre con sacrificio y honestidad, pagando los sueldos a término y sin conflictos de ningún tipo (los salarios de ese fútbol, como todo en el interior, son abismalmente más bajos: el presupuesto anual en ese rubro de Olimpo equivale al presupuesto mensual de Banfield), atando todo con alambre, viajando miles y miles de kilómetros en colectivo, y volviendo apenas terminado el partido para ahorrarse el hotel, dejaremos alguna información de Olimpo, que de eso se trata después de todo (ayer, sí señores, debo confesarlo, hinché por Olimpo, porque me contagió con esa gesta propia de película de Hollywood que inició 7 partidos atrás, con épica, sacrificio y coraje). Un cálido saludo a esa hinchada fiel y sufridora, en la cual tengo un par de buenos amigos.
Fundación: 15 de octubre de 1910.
Estadio: Roberto Carminatti (20.000 espectadores)
Colores: Negro y amarillo a franjas verticales (inspirados en la camiseta de Peñarol de Montevideo, ya que el primer presidente de la institución fue uruguayo).
Otros usos: La alternativa más utilizada es el blanco con vivos amarillos y negros, en forma de diversos dibujos. Otra alternativa histórica muy utilizada fue amarilla con una V negra en el pecho. Un ejemplo cuelga de la pared de la parrilla La Brigada de San Telmo.
Palmarés:
- Participaciones en la Primera División: 1967, 1984, 1986 (Liguilla Pre Libertadores de América), 2002-2003, 2003-2004, 2004-2005, 2005-2006 y 2007-2008.
- 3 veces Campeón del Torneo de la Primera B Nacional: 2001, Apertura 2006, Clausura 2007. En esta última instancia, obtuvo un acumulado de 78 puntos, 9 más que Huracán y San Martín de San Juan y 11 más que Tigre, y se llevó ambos torneos. El goleador del campeonato (y mayor goleador histórico de un torneo de la B Nacional) fue Ismael Blanco (Olimpo) , con 31 goles en 37 partidos. Actualmente juega en el AEK de Grecia, y resultó el goleador de la primera división de ese país en 2008 (20 goles).
- Ascensos al Nacional B: 2 (1988 y 1994).
- Ascensos a Primera División: 2 (2001 y 2007, en ambos casos como campeón).
- Mejor posición obtenida en Primera: 5º puesto (atrás de River, Boca, Vélez y Central), con 31 pts. en el Clausura 2003.
2001(A)- Campeón Primera B Nacional.
2002 (A)- 17º
2003 (C)- 5º (Posición final global: 9º)
2003 (A)- 18º
2004 (C)- 17º (Posición final global: 17º)
2004 (A)- 18º
2005 (C)- 13º (Posición final global: 16º)
2005 (A)- 12º
2006 (C)- 9º (Posición final global: 13º) Descenso a Nacional B.
2006 (A)- Campeón Primera B Nacional.
2007 (C)- Campeón Primera B Nacional. Ascenso a Primera División.
2007 (A)- 15º
2008 (C)- 15º (Posición final global: 16º). Descenso a Nacional B.
Rumores: Finalmente, y para beneplácito de los amantes de esta especie, les dejo una explicación de los abucheos enfáticos que sufrieron tanto el técnico de Gimnasia de Jujuy Labruna como ayer los jugadores de Estudiantes Maggiolo y Benítez. Los periodistas de TV se preguntaron una y otra vez acerca de esta cuestión, y la respuesta siempre condujo a la necedad de la gente, su escasa capacidad de raciocinio, lo mal que está la sociedad, etc., etc.
Si bien todo eso puede ser cierto (y de hecho lo es), esos mismos periodistas no repararon en que, paralelamente a que abucheaban a esos dos jugadores, los simpatizantes aplaudían a Desábato y a Galván, y recordaban agradecidos su paso por la institución bahiense.
La explicación hay que buscarla en los famosos dos partidos de promoción jugados frente a Belgrano de Córdoba hace un año y que le costaron a Olimpo el descenso. Los rumores sostienen que hubo tres jugadores que "fueron para atrás". Casualmente los 3 a los que al finalizar esos dos partidos se les terminaba el préstamo y debían volver, de inmediato, a sus clubes de origen: Maggiolo y Benítez ( a Estudiantes) y Jesús Méndez (a River). La hipótesis se vio reforzada cuando Maggiolo, en Córdoba, cuando Olimpo ganaba 1 a 0 y promediaba el 2º Tiempo, se erró un gol increíble, solo frente al arco, al querer definir la jugada displicentemente y de lujo, cuando el lujo no era justamente lo que se exigía en ese aciago y determinante momento.
Asimismo, también contribuyó a la leyenda el hecho de la fuerte y reciente vinculación del técnico Labruna con el club que resultó vencedor, Belgrano de Córdoba, en el que conservaba aceitados contactos. La especie, que concatena un cúmulo de casualidades desafortunadas y curiosas mucho más amplio, se corona hasta con la precisión de una cifra: U$ 250.000 para los cuatro implicados, y dos supuestos "Mecenas", hinchas notorios del "pirata" de Alberdi (ya que el celeste estaba quebrado, cosa que a la AFA no le importaba ni le importa, en detrimento de todos los giles, proveedores, jugadores, técnicos, utileros): el recaudador Montoya y el "Señor de los Subsidios" Ricardo Jaime.
Claro que uno no se puede hacer cargo de esos corrillos maledicentes, y se limita tan sólo a reproducirlos con carácter informativo.
7 comentarios:
Durísimo lo de Olimpo!!!
Cuando veía el partido me acordaba de la tarde en que Estudiantes se fue a la B en el 94, de cómo lloré en la tribuna. Era una tristeza esperanzada, porque sabíamos que ibamos a volver.
No había ninguna información objetiva que permitiera tener esas esperanzas, pero al año estabamos de nuevo en Primera.
A Olimpo le va a pasar o mismo, por su gente.
Me resulta extraño el poco apoyo que recibe el equipo de la ciudad de parte del gobierno municipal y de las importantes empresas que hay en el polo industrial.
Arriba ése ánimo, es sólo un año!!!
Un placer leer tu blog (cometo en este post, porque no me da la cabeza para opinar de las otras cosas).
Yo de fútbol, poco y nada.
Pero mis recuerdos de Olimpo son los de una deportista amateur que iba con su bolsito a cuestas a algún que otro torneo patagónico de invierno. Imaginará Ud que Olimpo al lado de nuestros clubes rionegrinos, eran como River Plate o Independiente.
Recuerdo que en esa época ir a Bahía Blanca era como ir a la gran urbe, así que desde mi punto de vista Olimpo es un gran club y los avatares del fútbol de Grondona no son parámetro de nada.
Salute
Mr. Groncho:
Un honor realmente tenerlo por acá. Que el placer es mío resulta a estas alturas una obviedad, y que agradezco a la Providencia la existencia de ese fecundo espacio de pensamiento y discusión que su ingenio y versación saben provocar, una certeza.
Respecto de su deseo esperanzador, lo único que puedo decirle es que creo que Olimpo ya tuvo "su cuarto de hora", digamos, ya que descendió en 2006 y al año volvió a Primera, de una forma casi tan rutilante como aquel Estudiantes del Mago Capria, Verón, Calderón y Palermo, que hizo que muchos porteños miráramos los partidos de los sábados (como me dicen algunos más memoriosos que ocurrió en su momento con San Lorenzo).
En fin, el post tuvo que ver con una necesidad espiritual de homenajear a un puñado de amigos míos que vivió esta aventura con pasión y sufrimiento, y que yo acompañé con solidaridad y, en los últimos tramos, verdaderamente contagiado.
Empero, también sirve para reflexionar sobre algunas cuestiones adicionales que tienen que ver con una acendrada cosmovisión unitaria que permea todas las instancias de nuestra vida nacional.
Un gran abrazo
Sinceras gracias, Piscuiza, por sus palabras. Es verdad que Olimpo es un club muy importante, con enorme proyección sobre el Sur, el Este de La Pampa y gran parte de la Provincia de Buenos Aires. Que tiene estadio de básquet, pileta de natación olímpica cubierta y con gradería, etc., etc., y unos 15.000 socios.
Lo importante, y es por ello que elegí ese caso como referencia, es que resulta un modelo institucional para el fútbol nacional que aspiramos a ver repetido y fecundando. Un modelo que no gasta más de lo que tiene, que paga los sueldos y las primas al día, que no tiene barra brava, que su estadio es un ámbito de encuentro comunitario para compartir con la familia, etc.
Cordiales saludos.
¡Ah! Mr. Groncho, me olvidaba de la segunda parte de su reflexión, la referida al nulo apoyo político y de las fuerzas económicas al club.
Del apoyo político, debo decirle que el intendente de Bahía Blanca, Cristian Breitenstein, un hombre del FPV, no se distancia un ápice de la regla que rige los actuales modelos de hombres públicos: mucha prensa para insignificantes inauguraciones, o promesas vacías y cero gestión. Pura plancha y mucho discurso.
Ello, claro, no obstó a que asumiera un lugar relevante en el éxito alcanzado en 2007 al ascender a Primera división. En esa ocasión se lo vio saltando en la platea como un hincha entusiasta y luego invitó a todo el plantel al Palacio Municipal. Y a la prensa, por supuesto, para la foto electoralista perfecta.
Incluso, podríamos decir que dentro del modelo comentado de hombre público, no ha aprobado el ilustre alcalde de B. Blanca la bolilla "demagogia deportiva", que sí es un fuerte en el caso, por ejemplo, de otro FPV, como Sergio Massa.
En cuanto a las importantes empresas del polo agroindustrial y petroquímico de la zona, lo único que puede destacarse es la "P" de Profértil hace 3 años en la camiseta. Del resto, poco y nada se sabe.
Ocurre que Bahía Blanca, por lo que concozco, es una suerte de maqueta en escala de la Argentina, donde las diferencias y odios de consorcio son más relevantes que el cumplimiento de un destino común.
Qué triste, con el compañerazo Rodolfo Lópes estábamos mejor!!!
Qué se puede esperar de un intendente que cuando era concejal se fue a estudiar a Alemania y cuando debía ocupar el cargo de intendente pidió tiempo para estudiar el tema.
Amo Bahía, saludos a sus amigos bahienses!
Veo que está muy bien informado. Así es en efecto.
En lo estrictamente futbolístico el compañero Lopes también tuvo su "agachada", ya que quiso imponer como emblema de Bahía la Gaviota Cangrejera, en colores verde y negro sobre fondo blanco. Más allá de las consideraciones sobre el animalillo carroñero, los colores que pretendió imponer eran los del pequeño villa mitre, un club de barrio del que el entonces alcalde había sido presidente.
Eso, además por lo furtivo y clandestino del procedimiento, no deja de ser un golpe artero a los sentimientos del 90% de la población.
En fin, como le dije, Bahía es una maqueta de la Argentina.
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