jueves, 8 de octubre de 2009

Vuelta al orden

ÚLTIMO MOMENTO

Buenos Aires, 8 de octubre (De nuestras propias fuentes).- Voceros de los activistas confirmaron, entre babeos y balbuceos, en un confuso castellano propio de su corta edad, que la toma violenta del Jardín Maternal La Gomita Quemada cesará a media mañana, apenas se deban abocar los revoltosos a la más nutritiva toma de la leche con galletitas de vainilla.

Las protestas se originaron confusamente, en el marco de una tendencia natural al capricho, y fueron creciendo en intensidad a medida que se hicieron presentes las adhesiones entusiastas de las organizaciones P.R.I.M.O.S., T.I.A.S., Infancia Peronista Desdelantados, y otras agrupaciones contestatarias, que rápidamente ganaron el arenero y la glorieta del patio trasero, reclamando, resueltamente, hasta las últimas consecuencias, que querían ser grandes... y que no querían dejar el chupete.

Seguiremos informando.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

MUY BUENO!! En el país jardín de infantes todo es posible. Qué dado vuelta que está todo, cuánto tiempo se pierde en boludeo improductivo.

Saluti,
Muñeco.

@PaloMedrano dijo...

Lo más triste de todo es que muchos de los padres de estos "tomadores", están orgullosísimos de la actitud de sus hijos, e incluso los alientan a "no bajar las banderas". Gente de mierda, en suma.

Mensajero dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Occam dijo...

Muñeco: Gracias por su comentario. Quizás sean las formas originales que los argentinos ingeniamos para escapar a la condena bíblica del trabajo (y del estudio). Después de todo, que somos ingeniosos, y sobre todo para hacer trampa, no hay nadie que nos lo discuta. Los pibes del Nacional Buenos Aires hicieron huevo exactamente hasta el día en que se iban de viaje de egresados. A eso lo llamo yo "compromiso político".

Lo que es vergonzoso es ese posicionamiento dual, bifronte, ya tan trillado del gobierno. Porque las agrupaciones de izquierda que apoyan la "toma" del colegio son subsidiadas y avaladas públicamente por el Estado, al punto de ser casi casi organizaciones paragubernamentales (caso de Madres de Plaza de Mayo). Sin embargo, se vuelven contra un colegio del Estado (pertenece a la UBA, que es estatal), cuestionando los programas, objetivos, metodologías y organización postuladas por el Estado a través del Ministerio de Educación, perturbando la paz social y la vida ciudadana, que es misión del Estado garantizar a través del Ministerio del Interior, etc.

Lo grave es que, luego de 6 años de ese doble juego, nos acostumbramos a la esquizofrenia gobernante, y a esa vocación por crear problemas para distraer, y nunca, nunca solucionar nada.

Cordiales saludos.

Mensajero dijo...

Principitos rebolús. Están de picnic en el colegio, jugando a los políticos, tocando la guitarra y teniendo sexo en las aulas.
Si quieren foguearse en política que caminen hasta Constitución, se tomen el tren y vayan a laburar a alguna villa.
Habría que obligarlos a limpiar los inodoros; pero no, van a terminar la toma, se van a ir de viaje de egresados y la mugre que produjeron será limpiada por el proletariado.
Hay pibitos de trece años en la toma. No termino de entender a los padres. Pocas agallas para ejercer la autoridad, es más simple ser permisivo. Progresismo de caricatura.
Mi hijo mayor cursa primer año allí. Lo tengo en casa hace una semana tratando de aprovechar el tiempo de algún modo: corta el pasto, lee, visita la primaria, me acompaña al trabajo.
Y ahora tienen el receso de Octubre.
A este paso las clases van a seguir hasta el 24 de Diciembre si Papá Noel no se suma a la protesta.
"Tienen a mi hijo detenido", vociferaba ofendido un padre de niño pegador y mal educado hace unos años, cuando mi hijo era compañero del suyo en tercer grado y su animal estaba en dirección por haberle pegado una vez más a no se quién y por haberle faltado el respeto a la maestra.
Hoy su hijo está en primer año y participa de la toma.

Occam dijo...

Juan de los Palotes Medrano: La culpa suele ser de quien le da de comer al chancho, y aquí no hay excepción. Después de todo, Freud no inventó nada. Siempre digo que, junto con el análisis de la imputabilidad a los menores de 18, habría que estudiar la responsabilidad que les cabe a los padres de los delincuentes.
Lo mismo se puede decir de estos hijos, que están cubriendo con sus actitudes idiotas las frustraciones militantes de padres sin huevos. Total, hoy día en la Argentina cualquiera se hace el militante, el combatiente o el comprometido, si hasta queda bien y lo premian. Pero cuando uno hace lo que los otros estimulan, en el fondo es el mayor de los conformistas. Me gustaría ver rebeldes de verdad en los adolescentes de hoy. Gente que rompa el molde y sobresalga de entre tanta mediocridad, oportunismo y vagancia.

Cordiales saludos.

Occam dijo...

Mensajero: Lo que dije: Acá hay que ir a buscar a los padres. Sólo castigando a quien corresponde, por ejemplo, haciéndoles pagar arancel de ahora en más para reparar los daños ocasionados y como matrícula para permitir que su samputas siga en la institución, se puede enderezar esta payasada. El mundo de afuera sigue siendo el que era, no lo transforman las paparruchadas de la eterna infancia progresista. Es más, es un poco más complicado y jodido cada día. Y estos imbéciles son un poco más tarados en cada una de sus "gestas". Es una pena, porque tiraron a la basura el prestigio del que supo ser el mejor colegio de la Argentina. Lo poco de la educación pública que seguía en pie.

Un abrazo.

Claude dijo...

¡Ja!, desdelantados, me hizo reír.
Muy buenos el texto y la imagen.

Almafuerte dijo...

Hoy le escribí algo parecido a un amigo que tiene un hijo en el Colegio, para cuándo la toma del kinder y el jardín maternal bajo el lema "dientes de leche ya! basta de nestum, queremos masticar en mcdonalds".

Abominable imbecilidad la de confundir progresismo y democracia con demagogia y populismo.

Me asusta verdaderamente ver a esos padres. Y como alguna vez dijimos en lo de Mensajero, me aterra pensar que alguna vez estemos en manos de esos hijos.

Almafuerte dijo...

Fui alumna del Pellegrini y lo pasamos todos bastante mal, dada la época que era. La disciplina era irracional y sofocante, bah, no era disciplina sino maltrato.

Hete aquí que un día nos desahogábamos con un grupo de compañeros despotricando contra el colegio, su régimen de faltas, medias faltas, etc.

Una prima de la dueña de casa, que era de Bolivia, nos escuchaba en silencio sin decir nada hasta que finalmente nos puso la cabeza en otro lugar. Dijo: "En mi país no hay preceptores, ni faltas, ni nada de eso. No es necesario, todos vamos al colegio y cumplimos, la verdad nos gusta ir. Y es que en mi país es un privilegio ir al colegio, no cualquiera puede educarse. Allá sabemos que ir a un colegio como el nuestro (y como el de ustedes acá) es un privilegio absoluto, a nadie se le ocurriría faltar a clases".

Bueno, nunca me olvido de esa chica. Bolivia, allá vamos. O ya estamos, y no por pobres sino por pelotudos.

Occam dijo...

Claude: Muchas gracias. Un abrazo.

Almafuerte: ¡Qué buena anécdota! Y qué acertada y propicia para explicar tantas cosas en la Argentina.
La realidad es que siempre nos costó a los argentinos valorar lo que tenemos, y reconocer el sacrificio que le cuesta a todo un pueblo poder darle gratuitamente a algunos privilegiados determinados servicios.
Nosotros concebimos que tenemos derecho prácticamente a todo, de forma gratuita o casi. Pensamos que tenemos que viajar en subte a $ 1, por más que eso implique que un jujeño que nunca vio un subte subsidie los otros $ 2 de nuestro boleto.
Unos borregos maleducados que tienen todo, que se pasan el día boludeando con la compu, o con la wii, o con la play, se dan el lujo de derrochar los servicios que les pagan los chaqueños y sus sequías, los rionegrinos y sus arideces, los porteños y bonaerenses y su miedo a morir en cualquier esquina matados por algún enfermito... etc etc.
Hay que empezar a decir las cosas como son, porque este tipo de desbordes adolescentes, condescendidos y/o felicitados por los padres y otros irresponsables, son un verdadero atentado al más elemental concepto de justicia social.
Mis más cordiales saludos.