martes, 29 de septiembre de 2009

Qué porquería es el latín

[Y sí: Crecemos a tazas chinas...]


El maestro sanducero José María Firpo me hizo reír hace años con las ocurrencias (ingeniosas e ingenuas a la vez) de sus pequeños alumnos de escuela primaria cuasi rural del interior uruguayo, a los que él estimulaba proponiéndoles definiciones y redacciones con temas que podían dar para el churrasco, como por ejemplo, la interpretación del refrán “El ojo del amo engorda al caballo”. De él he leído con delectación –y ternura también, debo confesarlo- Qué porquería es el glóbulo, La mosca es un incesto y Humor en la escuela 1 y 2.

Para que se tenga una idea de su obra, pego a continuación algunos de los extractos, a manera de ejemplo:

SOBRE LOS VERTEBRADOS:

- Los animales se llaman quebrados si tienen güesos como ser el caballo, la vaca y el perro. Los caballos cuando son chicos maman como cuando nosotros eramos chicos. Yo no me acuerdo cuando era chico y mamaba, yo se por mi hermanito. Las aves no sacan crias como los gatos y las mujeres pero en cambio pueden tener muchos hijos si tienen muchos huevos en el nido. El lugar que las aves tienen hijos se llama nido, y donde tienen hijos las mujeres se llama cama, los perros en la cucha, y las vacas en el galpon. Los animales que se llaman interquebrados no tienen güesos, por ejemplo el caracol y los gusanos.

- Los animales mamiferos son los que maman, corren, toman agua, comen pasto y tiran carros.

- Si se pisa un caracol, la cascara lo mata.

- Los peces se pueden morir en dos lados, en el agua si son viejos, y en la costa, porque el hombre los saca para hacer el alimento de la persona.

- La rana cuando es chica se llama reina cuajo, y cuando es grande, se le cae la colilla, y sale del agua y anda por ahi.

- El pez es un animal que no es ni batracio, ni mamifero, ni nada; es pez. Los peces salen de los güevos que las madres ponen en unas ramitas o plantitas abajo del agua. Ellos para doblar no tienen patas sino que doblan con la cola.

- Me gustaria ser pescado para explorar los barcos hundidos y contemplar algunos pescados raros que hay.

SOBRE LAS MOSCAS:

- Es el primer bicho que le tengo rabia porque es asqueroso. A mi no me gusta ser mosca porque me perseguirian. En mi casa cuando me levanto de mañana hay como cincuenta moscas por todos lados.

- La mosca camina por arriba de los muertos del cementerio; es asquerosa, sucia y es una porqueria y anda en los basureros y en los cuartos de baño.

- A veces andan solas y a veces andan en barras. No son amigas de ningun otro animal. Algunos niños de esta clase se entretienen cazando moscas y mirando la luna. Es un molusco que siempre anda por el cielorraso.

- Dicen los sabios que la mosca es el bicho mas sucio.

- Cuando hace frio andan como idiotas o abombadas, y no van para ningun lado. A veces se suben a los cables de la luz y lo van dejando todo negro. Despues andan por la olla de la leche, y despues uno la tiene que tirar, porque si la toma, quien sabe que enfermedad barbara se agarra.

- Las moscas recorren tranquilamente todo el Uruguay.

- Camina ligero y hace un zumbido raro al volar. Cuando se para arriba de una persona le hace cosquillas. Parece que tiene alas de nacar. Es livianita y caga en cualquier lado.

- Tienen patas chiquitas, son flaquitas, vuelan mucho y es muy dificil atraparlas. Corren lo mismo que nosotros. Las moscas pasan por al lado de la cara haciendo un ruido barbaro; se pelean muchas veces, pero no se caen. Son blanditas y se pueden cortar en muchos pedazos.

- La mosca cada vez que pone huevos pone 150. El que mata una mosca, mata 150 moscas.

SOBRE EL SOL:

- El sol es muy grande y tiene muchos rayos alrededor. Cuando sale, tenemos luz. El sol alumbra de día. Yo nunca vi salir al sol de noche. El sol tiene más luz que la luna porque de día podemos jugar a la pelota y de noche, no.

- Si no fuera por el sol, no habría sombra para descansar cuando hace calor.

- El sol es un astro poderosísimo, eso se puede comprobar porque si nosotros tenemos calor en la tierra, qué no será si tomamos un avión y subimos 10 o 20 kilómetros.

- La tierra es un poroto al lado del sol.

Claro que hay muchos más. Si el lector no puede dar con los libros mencionados, puede seguir divirtiéndose acá.

También recuerdo un correo-e que circulaba por todos lados, y que me ha llegado más de una vez, en que había una serie de disparates de alumnos secundarios españoles, muy divertidos también.

Precisamente, la educación española es de la fuente de la que abrevamos casi hasta el plagio al crear nuestra bien progresista ley de fomento de la ignorancia, la anarquía y la irrespetuosidad, que creara el Polimodal y otras joyas semejantes, y que ahora felizmente, luego de varias promociones perdidas y condenadas al retraso cultural, la Provincia de Buenos Aires anunció que planea derogar para volver, más o menos, al régimen educativo anterior, y hasta restablecer (¡horror!) las amonestaciones.

En definitiva, esta transversalidad tan progresista se demuestra bastante conservadora a la hora de pensar (¿pensar?) soluciones a los mismos aquelarres que antes promoviera. Me refiero a que el sistema educativo afronta un desafío que requiere de una revisión total, y de un salto cualitativo hacia delante, estableciendo un sistema flexible que trabaje en función de los méritos y capacidades de los educandos, en lugar de hacerlo estandarizando las exigencias y los grupos de estudios, nivelando hacia las capacidades de una mayoría idealizada por un funcionario que redacta los contenidos, lo que termina siendo frustrante para los más capaces y frustrante para los menos capaces también. La mediocracia (no me refiero al gobierno de los medios, sino a la búsqueda teleológica de la medianía, que en buen Castilla se dice mediocridad) termina por dejar, como todo parámetro ideal igualitario, a todos, o bien retrasados, o bien en off side.

La educación secundaria está concebida para preparar alumnos para la Universidad que tenemos, y no otorga alternativas viables para la inmensa mayoría que no va a pisar nunca una Universidad. Para todo ese mundo, que luego es el que requiere de capacitación laboral para insertarse en un universo globalizado cambiante y cada vez más exigente, no hay nada de nada. Y obviamente, para el selecto público que puede llegar a la Universidad, lo que le da el secundario le resulta harto insuficiente, disminuyendo el nivel de excelencia (la estatura) de las Casas de “Altos” Estudios.

Pero en fin, no fustiguemos tanto esta iniciativa. Algo es algo. Por lo menos, salimos del desastre actual, del que podríamos hablar muchas horas y lamentarnos seguramente muchas décadas.

Antes bien, para no cambiar el tenor cómico del principio, referiré dos casos anecdóticos que vi ayer en los exámenes que estaba corrigiendo un amigo que es docente de Derecho Tributario de la Casa de Estudios Retacones, antes una de las más prestigiosas del mundo entero, conocida como UBA, y que correspondían, obviamente, a alumnos muy avanzados, en el umbral de la titulación, ya prontos a salir a servir, como abogados, a la sociedad que los espera y confiará en ellos en algún momento los patrimonios, honras, amarguras, desvelos, y hasta la libertad de algunos de sus socios.

1) A la consigna que pedía la definición de tasa, uno de estos inminentes doctores respondió refiriéndose al tributo como “taza” (no, tranquilos, por lo menos, no se le ocurrió definir ese cuenco que sirve para tomar líquidos, por lo general tibios o calientes, y que suele tener una o dos asas). Lo bueno es que fue consecuente: seguramente pensando en que la forma en que estaba escrita la consigna era errónea, insistió en eso de la “taza” en todas las muchas ocasiones en que empleó el término.

2) Hablando de todo un poco, como suele hacer el hombre sometido a la exigencia de llenar espacio, presuntamente respondiendo a una pregunta en un examen de la que no tiene más que una somera y vaga idea, o tal vez ni siquiera eso, otro de los próximo licenciados en leyes se puso a discurrir acerca de las facultades del Poder Ejecutivo, de las que el Jefe de Gabinete de Ministros resulta su titular. Interesante reflejo de una presidencia acéfala, con su “cabeza” vagabundeando por el mundo cual embajadora itinerante, y de los intentos por llenar también espacio a las preguntas que el gobierno no puede contestar, de un licenciado en Todología que, será por su bigote, por su voz de locutor o por su impostada versación que, a la luz de lo expuesto, cómodamente puede ser tildada de “académica”.

Interesante porque se trata de un universitario a punto de recibirse de abogado. Si la ficción liberal que parte de presumir que la ley es conocida por todos hace rato que está en crisis, ¿qué se puede decir de alguien de quien, más que presumir, se debería tener la certeza de que conoce la Constitución Nacional?

En fin, un ejemplo más de cómo se dio el proceso de berretización de la “marca argentina”. Si siempre fuimos demasiado atorrantes o demasiado incompetentes para hacer productos de calidad (y de ahí que “Industria Argentina” fue sinónimo, en el inconsciente colectivo, de berretada), por lo menos nos quedaba ese prestigio acerca de nuestra capacidad intelectual. Al menos podíamos vender al mundo servicios de tenor intelectual, de ésos que hablan de “experticia”, “cualificado”, “implementación integrada”, “sinergia de recursos”, etc.

No sabemos qué nos pasó. Pero por los resultados, parece que fuimos arrollados por una motoniveladora (la famosa nivelación al ras de la Tierra; si antes éramos unos presumidos que queríamos parecernos a los europeos, ahora nos parecemos cada vez más a los latinoamericanos más latinoamericanizados, dándole a ese término la más cruel y despectiva connotación que proviene de los países del hemisferio Norte, que ya ni siquiera aceptan nuestra fuga de cerebros).

No podemos echarle la culpa al imperialismo, a no ser que consideremos, por una vez en la vida, la existencia de un imperialismo cultural, que se solaza vendiéndonos sus subproductos ideológicos fallidos, y en ver cómo los compramos y los reproducimos a través de una intelligentzia retardada y patética, que a su vez después los reproduce en experimentos de reformismo institucional, siempre hacia el deterioro y la degradación, con la profunda mueca de disgusto, de asco sartreano, por todo tipo de orden establecido. Como niños con sus primeras rebeldías, probando a ver dónde están los límites, qué pasa si metemos los dedos en el enchufe o nos tiramos la olla con agua hirviendo encima.

Seguramente, la culpa será de otros. Siempre es de otros. Cuando la otrosidad no la podemos trasladar al exterior, la trasladamos al pasado, que siempre es negro, terrible, nefasto, para no perder la memoria… Pero lo lamentable es que este pasado está bien cerquita, acá nomás, en esta década que no termina de terminarse.

11 comentarios:

RELATO DEL PRESENTE dijo...

Me acuerdo cuando era chico y en el colegio me obligaban a leer el diario todos los días. Hoy, dependendiendo de qué diario me hicieran leer, los pondrían a la altura de la Escuela de las Américas.

aquiles m. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
aquiles m. dijo...

Yo creo que hay un detalle especial que diferencia a las personas, y es la ACTITUD.
Sin ella, nada se es.
En los tiempos que que corren, la capacidad para transmitir conocimientos de parte de maestros y profesores, me parece una quimera.
Están preocupados en atender sus cuestiones personales, pero no en transmitir conocimientos.
Pero además, carecen de ACTITUD.


Te dejo un link vergonzoso, que está en blog:

http://corrupcionycrimen.blogspot.com
/2009/01/examenes-de-ingresounos-criminales.html

Un abrazo

Occam dijo...

Aquiles: A esos exámenes me refería cuando aludí a unos que circulaban por correo-e. Efectivamente, los conozco y son un buen ejemplo de lo que venimos hablando.
Por supuesto que la actitud, que se forma en el hogar primero, es fundamental. Recuerdo que mi viejo me dio como consejo, en las vacaciones previas a que empezara la Universidad, que nunca me diera por satisfecho con lo que me daba la educación. Que lo más importante siempre sería lo que uno pudiera aportarse a sí mismo. La erudición que procede de la curiosidad y la insatisfacción, que es lo que a la larga resulta el valor agregado respecto de la titulación estandarizada.
En el fondo, se trata de realzar el espíritu crítico. El concepto ese tan difundido entre los adolescentes de que la rebeldía va unida a la ignorancia es absolutamente falso. Como decía Dolina, para ser rebelde y sentarte en el último banco del curso, primero te tenés que asegurar que cuando el profesor te quiera sorprender con una pregunta, puedas salir airoso de la situación y no quedar como un imbécil. La rebeldía adolescente del "nada me importa" se acerca mucho a la imbecilidad. Lo más grave es que se tolera, que hay una desidia generalizada en el cuerpo docente. Que en realidad el "nada me importa" está enquistado en todos los estamentos del sistema educativo.
Un abrazo.

Occam dijo...

Relato: Creo, empero, que habría que diferenciar estar informado de ser educado. De la confusión entre ambas situaciones surgen algunos de los problemas educativos presentes, y esa tonta idea que simplifica la "adecuación" de los planes de estudio a los imperativos de la realidad presente, con la mera compra de computadoras y el servicio de internet gratuito. Pero luego de ello, hay que saber para qué usar esas herramientas.
El mundo se está conduciendo hacia ignorantes híperinformados, lo que no me parece nada auspicioso tampoco. Sobre todo, porque tener tan metidas las narices en la realidad, deriva en que nadie pueda levantar la cabeza y otear el horizonte.
Pero igualmente, algo es algo. Mejor que lean el diario a que no lean nada. Y es bueno que sepan que la cabeza del Poder Ejecutivo (en realidad, EL Poder Ejecutivo, porque es un órgano unipersonal) es el presidente.
De esa primera certeza se deriva una segunda: para poder gobernar una nación es necesario TENER un presidente.
Un abrazo.

Mensajero dijo...

Como habitué desencantado de la tribu progresista y en pleno proceso contra-revisionista su post me lleva directamente a una de sus teóricas, a una de las inspiradoras de la educación progre de la que, con cierto hartazgo, continúo siendo padre consumidor.
En realidad no se si es correcto llamar progresista al modelo educativo que elegí para mis hijos, me gustaba definir el establecimiento al que asisten como una escuela hippie para burgueses, aunque con el tiempo, el proyecto fue mutando y del primer calificativo queda poco y nada.
Copio y pego unas definiciones de Emilia Ferreiro, discípula de Piaget y propaladora de uno de los modelos de lectoescritura más cuestionados por los tradicionalistas entre otras herejías:
”Como son pobres, con que sepan esto, está bien”, yo lo he escuchado así tal cual. “Con éstos se puede hacer más pero con éstos, ¿qué querés?, gracias con que llegaron hasta acá.” Eso a mí no me sirve. Justamente, cuando los tengo en situación de precariedad educativa tengo que levantar los objetivos educativos, tengo que hacer el máximo esfuerzo para no conformarme con el “hasta acá”. Si yo asumo que si no está la escuela no hay ninguna cosa de reemplazo alrededor, la responsabilidad escolar es mayor. No hay nada peor que el achatamiento de los objetivos educativos y eso está pasando".
Se puede estar de acuerdo o no con esta educadora que genera polémica y que probablemente lo irrite un poco, pero sin duda sus seguidores no la entendieron.
Le dejo la entrevista completa:
http://weblog.mendoza.edu.ar/m_docente/archives/015027.html

Un abrazo.

Occam dijo...

Mensajero:
Muy interesante. Coincido plenamente con la opinión adjuntada. No se trata meramente de clases sociales, sino de capacidades diferentes. No todos nacieron para guitarreros, ni para dentistas. Los seres humanos no son todos iguales, sino antes bien, son todos bien diferentes. La cuestión es arduamente afrontada por Émile Durkheim en La división del trabajo social, cuando sostiene que el instituto de la herencia conspira contra el establecimiento de relaciones sociales espontáneas. Que el individuo se ve constreñido por una circunstancia que le es impuesta exteriormente a ser de tal o cual forma, muchas veces en contra de su verdadera vocación y aptitud.
De lo que se trata es de generar esquemas diferentes para distintos grupos humanos, y de tal forma, poder atender todos los planos de la diversidad social en lugar de homogeneizar para un modelo único, que aquí fue el de "M`hijo el dotor".
Comparto aquello de exigir cada vez más. Es casi intrínseco de mi saber y sentir, como ya todos por aquí lo deben haber colegido, pero también creo que esa exigencia debe diversificarse intentando hallar los puntos fuertes de cada personalidad y de cada contexto. Nada se va a solucionar, y difícilmente pueda hablarse de igualación de oportunidades (más que en un plano vulgarmente propagandístico) aumentando el número de egresados, o de una secundaria, o de una carrera terciaria.
Ya Max Weber había notado la discrepancia, la severa contradicción, presente entre una forma de organización democrática y el sistema educativo, señalando que la educación no admitía otro sistema que el jerárquico, y todo sistema jerárquico hace diferencia, o no existe como tal. De modo tal, que toda "democratización" educativa, en algún punto terminará conspirando contra la educación. Y uso las comillas, porque los países verdaderamente democráticos utilizan el sistema de becas y otros instrumentos para promover la educación superior en los sectores de bajos recursos que tengan acreditada la capacidad como para realizarla. Y utilizan un sistema de diversificación gradual de contenidos, en función de las performances y aptitudes detectadas, que después gravita en la salida laboral.
Acá parecería que somos más democráticos cuando logramos que en lugar de promover de año a 25 de los 34, promovemos a los 34, y después que se arreglen. Cuando cerramos los ojos a las evidentes diferencias de capacidad, vocacionales, de maduración, etc., y los metemos a todos en la misma bolsa, nada más bajando los contenidos para poder contenerlos, cuando nunca la idea sería bajar los contenidos sino antes bien aumentarlos, y en todo caso, diversificarlos para el espectro de actividades que la sociedad reclama, que excede por mucho las 4 ó 5 carreras académicas que están al final del arco iris (abogacía, medicina, psicología, arquitectura, odontología...).
Le dejo también un link interesantísimo, acerca de un reportaje a la educadora sueca Inger Enkvist, que en algún momento pensé en pegar directamente como post:

http://www.lanueva.com/edicion_impresa/nota/23/08/2009/98n128.html

Mis más cordiales saludos.

Occam dijo...

Mensajero:
Comprendo plenamente lo del artículo por usted recomendado. Yo aprendí a leer y escribir a los 3 años y monedas, y obviamente sabía los números al menos hasta el millón. Cuando entré en la primaria me tocó justo una de estas reformas educativas imbecilizantes, y el ritmo de avance de "la m con la a hacen ma, y ma con ma hacen mamá" era fastidioso (para darle una idea, en el programa se establecía como limitante para primer grado el aprendizaje hasta el número 19, como si el salto a la veintena nos fuera a volar la cabeza).
En fin, terminaron llamando a mi madre, porque me acusaban de mala conducta, la que por otra parte era explicable en que me aburría como un condenado. Si eso no es un fracaso del sistema educativo...

Mis cordiales saludos.

Mensajero dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mensajero dijo...

Occam:
Estuve leyendo la entrevista y otros materiales que encontré en la red sobre la autora y sus críticas a las ideas constructivistas.
Creo que el gran problema no está en las teorías (ni una ni otra) si no en su adopción irracional y fundamentalista, algo parecido a lo que comentaban con Destouches hace poco respecto a "Misa Negra" -que no leí- y las ideologías como religiones.
En Argentina el problema se vuelve más complejo aún, ya que se pretende que la institución escuela se haga cargo del fracaso de la institución familia y basándose en lel objetivo bienintencionado de no perder más alumnos, de no engrosar las filas del lumpenaje, elige retener estudiantes a costa del objetivo central que es el aprendizaje.
Para sumar combustible al tema, anoche justamente algunos alumnos del Colegio Nacional de Buenos Aires tomaron el colegio.
Puedo aceptar el desafío de pensar la relación y los roles de educadores y alumnos desde una visión menos rígida, pero semejante pretensión exige un recorrido, no se empiezan los campeonatos levantando la copa, hay que demostrar que se es merecedor del trofeo.
Ver al mocoso que dirige el centro de estudiantes decir "no se permitirá el ingreso de autoridades" me hace sentir tristeza y vergüenza.
Un gran saludo.

Occam dijo...

Mensajero: Coincido plenamente. Todos los pibes tienen derecho a hacer quilombo, pero son inimputables de las responsabilidades que esos quilombos acarrean. Y derechos sin responsabilidades es el gran mal de nuestro tiempo.
Saludos.