martes, 19 de octubre de 2010

El juego de las diferencias

Ante el sugestivo "Censo 2010", adelantado en un año al período decenal recomendado a efectos comparativos, y que por su contenido no puede más que agravar las sospechas en cuanto a la manipulación y distorsión de la labor del INDEC (y además, acerca de la idoneidad técnica del organismo y de la encuesta), proponemos el siguiente juego de las diferencias, que consiste en evaluar el desarrollo de los asentamientos ilegales de emergencia, es decir, la ocupación del espacio por gente en la situación de mayor pobreza y marginalidad, entre los años 2004 y 2009.

Ello así, puesto que es dable anticipar que los resultados del Censo 2010 persiguen un marcado objetivo político, que reside en comparar la situación presente con aquélla correspondiente a 2001, y de tal forma, reflejar una suerte de conclusión resultadista de la gestión kirchnerista, vendiéndola luego como "exitosa" en términos sociales, prescindiendo obviamente de consideraciones elementales -pero la honestidad y la objetividad no son virtudes del actual régimen, ciertamente- tales como que el año 2001 no es una buena referencia a efectos comparativos, por la situación crítica y recesiva del momento, y que el crecimiento económico de los últimos años obedece fundamentalmente a dos factores: 1) el rebote luego de tanta caída; 2) la situación internacional de los precios de las materias primas que la Argentina produce, y que al igual que al resto de Latinoamérica, la impulsan hacia arriba, acompañando la tendencia un cambio geográfico y cuantitativo de los mercados compradores de nuestros productos, fundamentalmente, los clientes de Asia.

Un segundo objetivo del Censo, han dicho los malpensados (aunque hasta ahora, la ley del "piensa mal y acertarás" se ha cumplido escrupulosamente), es el de detectar los focos y necesidades específicas, sobre todo de electrodomésticos, de cara a la generosidad electoralista que el oficialismo practicará con los excedentes de dineros públicos utilizables, luego de haber vetado el 82% móvil a los jubilados (y que se componen en la mayor medida, precisamente, por dinero de la ANSeS).

En fin, teniendo en cuenta que se considera en este Censo "trabajo" prácticamente a cualquier actividad humana ejercida con cierta habitualidad, prescindiendo de si ésta es remunerada o no, y que la pregunta sugerente que aparece en el cuestionario al respecto es algo así como "si trabajó usted al menos una hora en cualquier cosa la semana pasada", suponemos que los índices de desempleo resultantes serán muy auspiciosos. Asimismo, como las preguntas sobre alfabetización se reducen a "¿lee?", "¿escribe?", sin precisar el idioma, los índices educativos también serán muy optimistas, aun considerando a los extranjeros que, venidos de las lejanas tierras del Oriente, no pueden siquiera descifrar los jeroglíficos del alfabeto latino.

Por todo ello, y antes de presenciar la ominosa catarata de mentiras, falacias y verduras que nos va a caer encima desde fines de este mes hasta las elecciones del año que viene, y que no serán consideradas proselitismo sino "difusión científica", que colmará la ya de por sí colmada pantalla del Fútbol para Todos (que dicho sea de paso, entre la calidad de los relatores y comentaristas, y tanto estalinismo berreta, han obligado a bajarle el volumen a los partidos, mejorando la convivencia general en los hogares, y la vida de todos y todas), volcaremos a continuación algunos ejemplos gráficos y reales, obtenidos de la mera comparación de las fotografías satelitales de la Ciudad de Buenos Aires correspondientes, como anticipáramos, a los años 2004 y 2009.

Tomar el 2004 como primera referencia parece lo más justo, ya que es un año "enteramente kirchnerista", y en el cual se consolida la recuperación económica ya iniciada durante el interinato duhaldista (y que prolijamente la comunicación oficial se empeña en omitir, como ha omitido la participación protagónica de la Alianza en el fracaso de la convertibilidad, aunque ahora, desde hace un par de meses, le ha vuelto al respecto la memoria, cuando se dio cuenta de que el radicalismo será el rival a vencer, y que Menem es su aliado clave en el Senado). Tomar el 2009 como último parámetro comparativo también es de toda justicia, puesto que el 2010 no terminó, y seguramente cuando termine, más allá de la cortina de humo que nos pretenda vender el Miniver ("Ministerio de la Verdad" en neolengua, de 1984), estaremos un poquito peor que el año pasado, percepción por lo demás unánime e incluso reconocida por la propia Presidenta que, si en 2009 se pavoneaba de que a la Argentina la crisis no la afectó, en este año andaba por Europa diciendo que la crisis sí la había afectado.

Por lo tanto, la secuencia de la evolución social-territorial que se presenta en esta ocasión corresponde a 6 años enteramente kirchneristas, plagados de buenas noticias y montañas de números increíbles (en el más lato sentido de la palabra).

Sin más preámbulos, los dejamos con las imágenes, que corresponden a algunos ejemplos observables del crecimiento horizontal de las villas (haciendo notar que el crecimiento vertical también fue vertigionoso, aunque no se observe, por lógicos motivos de perspectiva, en las imágenes cenitales), suponemos que motivados en tanto modelo inclusivo, redistributivo y tanto crecimiento chino, con equidad y sin concentración de la riqueza en una oligarquía de amigos monopólica de casinos, medios de comunicación, empresas de servicios, bancos, energía y recientemente, teléfonos, que obviamente, no existe.

Recomendamos cliquear sobre las imágenes para ampliarlas y observar mejor.

Villa 31 y 31 bis. Ocupación completa hasta la misma cinta asfáltica de la Autopista Illia y hasta la zona de vías.


Villa 20. Ganándole espacio al depósito judicial.


Villa 21-24. La Zabaleta. Se "comió" hasta sus propias canchitas de fútbol. Obsérvese también el crecimiento sobre la península que compone el lado occidental del meandro del Riachuelo. Sin dudas, estamos en presencia de un modelo de crecimiento sostenido con intrusión.


Nueva villa en Paternal, entre Cucha-Cucha, Añasco, Av. Manuel Trelles y la vía del San Martín.


Nueva villa atrás de la Estación Federico Lacroze, entre Céspedes, Fraga y Teodoro García. Puede decirse sin equivocarse que se trata de un auténtico resultado de la política habitacional para todas y todos. Universidad de las Madres, Cátedra Granovsky, Bolilla IV, Bolazo Grande: 50.000 escuelas, 20.000 km de autopistas, 130 nuevos aviones, 10.000 nuevos hospitales, 2 millones de nuevas viviendas...




20 comentarios:

Anónimo dijo...

excelente.

Andy dijo...

Inapelable

Algún Peronista Q. dijo...

Esto es muy cierto. Claro que si nos tomamos el trabajo de compararlo con el crecimiento de barrios cerrados y countrys, el resultado es similar.
Consecuencias de muchos años de desigualdad y abandono del Estado.

Occam dijo...

Sí, claro. Sobre todo, esta última década, que ha sido llamativamente polarizante de las clases y ha demostrado una altísima concentración de los ingresos en el decil socioeconómico más alto (véase al respecto el trabajo publicado por este blog a finales de diciembre de 2009, que demuestra que en la actualidad el nivel de participación de la masa asalariada en los ingresos totales es uno de los más bajos de la historia argentina, equiparable a los primeros años de la última dictadura).

Un cordial saludo a todos, y gracias por pasar y comentar.

Occam dijo...

Al artículo al que me refería es a éste, titulado, precisamente, "Igualdad y Distribución", y aborda históricamente la relación entre cuántas veces gana más el decil más rico del más pobre, y la proporción de la masa asalariada respecto del PBI.

Algún Peronista Q. dijo...

Si, bueh, las estadisticas sirven para fundamentar cualquier cosa, y en cualquier sentido.

Occam dijo...

Y... de eso hablamos, precisamente, al encarar el presente post, y también al analizar cómo nos mienten.

Chofer fantasma dijo...

Siempre me pareció un malversación de fondos públicos la inacción ante la ocupación del espacio público.
Y por otra parte, no urbanizar lo que podría serlo, una tontería, ya que con una inversión relativamente menor se podría brindar a muchos ciudadanos de un lugar muy adecuado para vivir.
En lugar de legislar sobre un tema que es incómodo, se elije afirmar que los terrenos son ilegalmente ocupados hace tres o cuatro generaciones, quitando a los “ocupantes” la posibilidad de titularizar su tierra, valorizar sus casas, etc..
De paso, como las calles son como las medievales por lo angostas y poco transitables, la villas se convierten en aguantaderos, con la complicidad de otros organismos estatales
O sea, la inaccción estatal, como dice el comentarista anterior, produce estos monstruos. Y es muy relevante traerlo a colación al tema ante el proximo censo, ya que he oído que los números de ocupación de villas son disparatados. Algo así como que la cantidad de habitantes sería un décimo de lo supuesto

Mensajero dijo...

¿Será el famoso crecimiento de urbanización diversificada?

Destouches dijo...

Impecable y contundente. Esto no va a aparecer en el censo. "Qué lindo es dar buenas noticias".

Occam dijo...

Chofer Fantasma: Plenamente de acuerdo con la necesidad de urbanizar los asentamientos, o algunos de ellos al menos, aunque a paso lento eso se viene haciendo ya hace décadas. Es difícil encontrar 4 generaciones sobre una villa miseria, al menos de Capital, ya que a principios de la década del '80 había menos de 5.000 habitantes en esas radicaciones. El fenómeno comenzó a crecer febrilmente durante el alfonsinismo, y en los últimos 8 años, se propagó a escala exponencial.
El problema más grave con la regularización de titularidad y la construcción de barrios residenciales sustitutos, al menos el evidenciado por la experiencia, es que muchos nuevos titulares se apresuran a vender sus flamantes inmuebles escriturados, y a asentarse nuevamente de forma ilegal en las cercanías. Asimismo, muchas nuevas edificaciones construidas por el Estado para sustituir asentamientos son ocupadas por nuevos llegados antes de ser entregadas a sus legítimos propietarios.
La cuestión medular, más allá de cómo se afronten urbanísticamente las situaciones irregulares, pasa por el inédito incremento de ocupación verificado en esta década que se termina, y que señala una tendencia que no parece tener en los gobiernos el más mínimo atisbo de respuesta. Como vengo diciendo hace tiempo, la famosa inercia que signa la eficacia o ineficacia de un gobierno. Si un gobierno no es capaz de deterner la inercia en los problemas, y si es posible, revertirla hacia tendencias positivas, debe considerarse que ha sido ineficaz u omisivo. Si asimismo esa inercia se acelera, no puede menos que considerarse que la gestión de gobierno ha sido negativa, o directamente perniciosa.
El centralismo exacerbado, la inequitativa distribución territorial de los recursos públicos, desalienta el arraigo en el lugar de origen y promueve un embudo migratorio que desemboca en una megalópolis macrocéfala inmanejable. Ese centralismo, por cuestiones de control de caja y de manejo político (que pretende suplir el liderazgo natural o carismático por la pleitesía acomodaticia), se ha agudizado notablemente en los últimos dos gobiernos, y se expresa en todos los niveles de intervención. Basta observar, por ejemplo, cuánto vale un boleto de transporte en el Área Metropolitana de Buenos Aires y cuánto vale en Salta, Jujuy, Mendoza o Neuquén.

Mis cordiales saludos, y gracias por pasar y comentar.

Occam dijo...

Mensajero: Será el famoso crecimiento de la miseria, tan funcional a los gobiernos populistas, sobre todo porque son votos baratos.
La primera vez que fui a Río de Janeiro, me paré en la playa y miré para todos lados, desde San Conrado hasta el Pan de Azúcar, y se veían gigantescas favelas cubriendo todos los morros, como se veían de camino desde el aeropuerto, como se ven por todos lados: un tercio de la población en esa situación (luego, claro, uno se acostumbra al paisaje). Parecía una ciudad sitiada. Uno sabía que de vez en cuando bajaban como vándalos y devastaban con todo. Uno no podía entender cómo habían permitido los brasileños arruinar la ciudad más bella del mundo de esa forma escalofriante, hasta el colmo de vivir con el corazón en la boca, como en el Bajo Imperio Romano ante los bárbaros asentados en las Galias, en Panonia, en Dacia, en Iliria, y con el cuchillo entre los dientes.
Claro está, eso obedeció a una migración interna campo-ciudad para la que la infraestructura no estaba preparada, en un país muy ruralizado históricamente por las grandes plantaciones.
Acá pasó lo mismo a partir de 1930, con la decadencia de nuestro modelo agroexportador, la caída en el valor internacional de las materias primas, y la consecuente migración interna sobre todo al GBA. Sin embargo, tuvimos mayor capacidad y dinero para contener el fenómeno.
Sin embargo, ya no estamos en 1930. Desde 2003 que los productos que Argentina produce en el campo valen mucho, están en un techo histórico, y esa mera circunstancia sirve de base para propender a políticas territoriales (toda política es necesariamente territorial). Este crecimiento de la marginalidad, evidente y abrupto entre 2004 y la actualidad, a contramano de la bonanza económica general, de los ingentes recursos en divisas ingresados al Estado Nacional por derechos de exportación de materias primas, los más elevados jamás cobrados, lo único que demuestra es una enorme incapacidad, una codicia sin límites en una oligarquía híperconcentrada y también una falta de sentido patriótico y social de parte de un gobierno que pregona exactamente lo contrario de lo que hace.
Mientras Buenos Aires se torna un territorio cada vez más peligroso e invivible, mientras hay asentamientos ilegales hasta en la Plaza Lavalle o en el Parque Thays, todos los millo-funcionarios, invariablemente, se refugian en la nueva fortaleza medieval, foso con agua mediante, que es Puerto Madero Este... Evidentemente sí, una urbanización bien diversificada.

Un abrazo.

Occam dijo...

Destouches: Usted sabe, como yo, que se puede hacer una buena noticia hasta de la mayor tragedia. Si se matan 50 chicos en un colectivo en un accidente en la ruta, los gastos de sepelio, de seguros, de indemnizaciones, en la compra de un nuevo colectivo de reemplazo, etc., etc., engordarán un "crecimiento del PBI" que será motivo de jactancia y divulgación promiscua.
Del crecimiento pasmoso de las villas se puede hacer también una buena noticia: la redistribución de la tierra. "Buenos Aires ya no es para los blanquitos de clase media, tan preocupados por tener plazas y espacios verdes, coquetos que pagan ABL y cuelgan macetas de los balcones. Buenos Aires ahora es para todos". Chan chan.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Detesto a este gobierno y toda su demagogia pero no me parece el mejor lugar para hacer una crítica. De por sí existe un crecimiento vegetativo de la población (de todas las clases sociales) en una gran urbe como Bs As. y esto se reflejará en la ocupación de la tierra que en la capital es muy valiosa. Además, más hacinamiento y proliferación de villas no quiere decir menor crecimiento económico. Muchas veces, por el contrario, la industrialización atrae gente antes sumida en zonas deprimidas. Sucedió esto con la explosión demográfica de todas las grandes ciudades del primer mundo.
¿Urbanizar las villas? ¿Por qué? Si las tierras son públicas y están usurpadas que se desalojen o que se vendan a sus ocupantes. De lo contrario, urbanizar significa recompensar la ocupación de tierras usando los fondos que aportan los contribuyentes.
El problema es la excesiva presencia del estado y no la ausencia; la miseria es producida por el estatismo y su ideología redistributiva, no por el liberalismo. Jorge.

RELATO DEL PRESENTE dijo...

Bueno, acostumbrado a encontrarme con posts irrefutables por donde se lo mire, puedo decir que me asusta. Estaba contento que me mandaban a Belgrano cerca de Lacroze a censar y ahora me avivo que hay una villa nueva. Y yo soy de los que censan Planilla A, o sea, muestrarios...

En fin, nadie puede dudar de la habilidad que ha tenido este gobierno para solucionar el problema habitacional. Mucha gente, paso a vivir en edificios a pasitos de la Plaza San Martín.

Anónimo dijo...
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Incorrecto dijo...

Occam, le cuento lo de la villa de La Paternal: existía un asentamiento del otro lado del puente de Av San Martín, colindante con la vieja ocupación de un edificio por décadas perteneciente al un sindicato de lecheros o algo similar. Los habitante de ambos sitios fueron desalojados luego de abonarseles una importante suma de dinero. Fuerte vigilancia policial estuvo durante meses vigilando que no volvieran a instalarse. Aún hoy hay una caseta con un vigilante. La villa que Ud bien señala está....del otro lado del puente citado, a 200 mts del asentamiento levantado: Preguntas: 1)se puede ser tan inútil para permitir esto (gobierno nacional o municipal, da lo mismo). 2)los habitantes serán los mismos? 3) se vende Paco a la vista de todos y nadie hace nada.
Un abrazo, muy buen post.

aquiles m. dijo...

Sabe qué le diría Yo, don Occam, como un jodido...
Si Pto. Madero crece con dinero del lavado del narcotráfico, es casi obvio que el "derrame", cuasi eyaculación precoz, alcance hasta la marginalidad.
En ambos casos, pagamos nosotros, pues la nueva Manhatan está habitada por casi toda la cohorte K...con nuestros dineros.
Y la "marginalidad", espera que de nuestro dinero también salga la vivienda digna, que creen merecer, sin trabajar...
Odiosamente observo, que los extremos se tocan...
Y se me hincha el izquierdo...
Un abrazo.

Occam dijo...

Aquiles M.: Un efecto conocido de la oligarquía, considerada por Aristóteles una deformación indeseable de la democracia. Una aberración, como principio de ordenamiento social, que tiende naturalmente a la inequidad y la injusticia.
Pero el mundo moderno, y más en estos países sumergidos como el nuestro, es el mundo de la heterotelia, es decir, de la distancia sideral de los resultados con los fines proclamados. En el gobierno que más abierta, y casi promiscuamente, se propala la consigna igualitaria, es en el que más se han acentuado las desigualdades... escuche bien: en toda la historia de la Argentina desde la posguerra.
Claro, no es aquí ni ahora, el momento de hablar de la antinomia igualitarismo-justicia social, que nos introduce en la álgida cuestión del progresismo y su mensaje corruptor. Pero al menos dejo planteada la cuestión.
Aprovecho para comentarle, ya que no lo hice en su espacio, que anduve actualizándome en torno a determinada información sumamente curiosa, y recomendé algunos artículos por mail a diestra y siniestra.

Un abrazo.

Occam dijo...

Incorrecto: Hoy CG, en Todos Gronchos, hizo la misma observación, que la obtuvo desde el FC San Martín. Parece que efectivamente las cosas están a la vista de todos... los que quieren verlas. Para los demás, la inseguridad es una sensación, la inflación es un mito de la clase media, el paco es el apodo de Francisco y la Argentina es un país poblado por progresistas que adoran a su reina, descubierto por Gulliver en uno de sus viajes.

Mi cordial saludo.