Política internacional: Una visión chilena, hace 55 años.
En mi segundo viaje a Chile, realizado como mochilero en febrero de 1996, y que me llevó a una de esas pintorescas casitas de madera pintadas de colores brillantes que parecen colgadas de los cerros en Valparaíso, y a alimentarme casi permanentemente con las gigantescas empanadas de pino o las humitas compradas al paso (a un peso argentino la unidad, y teniendo en cuenta que con dos uno estaba decentemente alimentado), tuve la suerte de dar con una librería de usados cercana a la puerta principal de la Quinta Vergara, en un callejón algo escondido que nacía en la plaza. Hurgando frenéticamente por los estantes polvorientos, y acumulando en el brazo izquierdo todos los Huidobros que podía soportar, di con un curioso ejemplar llamado "Nuestros Vecinos Justicialistas", que reconocía por autor a Alejandro Magnet, y que fuera publicado en 1953 por la Editorial del Pacífico S.A., en Santiago de Chile. Teniendo en cuenta que la publicación fue concomitante con el esplendor del gobierno de marras, y el ancestral recelo que nuestros vecinos trasandinos profesan hacia la Argentina, resultaba una visión necesaria de un fenómeno político, que por fragor, proximidad y conflictos polarizados, no puede ser solamente entendido desde nuestra escasa biblioteca nacional.
Foto: Seprin. La actual política de defensa "justicialista" preocupa sobre todo a los pilotos, que se matan cada vez más a menudo, volando en vetustas máquinas sin adecuado mantenimiento.
De la ojeada más superficial, ya se desprende del libro en cuestión una manifiesta, a veces exagerada hasta lo infantil, línea crítica hacia los "vecinos justicialistas", respecto de los cuales el autor pretende hacer sonar una alarma continental, por representar un peligro presente y evidente en cuanto al equilibrio de fuerzas en la región, y porque la influencia del peronismo se hacía sentir con fuerza en la realidad política chilena, subordinada en lo político y diplomático, a través de Ibáñez del Campo, a ese referente mayor.
Sirvan como ejemplo estas primerísimas líneas contenidas en la introducción, y que resumen la grave advertencia del autor:
"Un breve aforismo ha tenido la fortuna de definir claramente -si no con exactitud- las mutuas posiciones de Chile y la Argentina: Se respetan pero no se quieren... Efecto de acontecimientos históricos superados pero no olvidados, cuestión de psicologías nacionales distintas, de evolución política divergente, el hecho es que entre chilenos y argentinos no ha podido nacer hasta ahora esa corriente de simpatía que, misteriosa, caprichosamente suele establecerse entre dos pueblos... Estos dos, colocados el uno al lado del otro por la geografía, nacidos juntos por obra de esfuerzos comunes, no han podido nunca entenderse bien y mantener una amistad de cordialidad duradera. Sus relaciones han oscilado entre el abrazo y el puntapié pegado con más o menos disimulo por debajo de la mesa a que se sientan para conversar sus asuntos. Con una regularidad pendular que debería ser aleccionadora, a cada período o intento de relaciones particularmente estrechas sucede un distanciamiento cargado de animosidades o recelos... Pero la gravedad de la presente coyuntura está en que tan peligroso sería el mantenimiento de la cordialidad, al menos en la forma en que en los últimos meses se la ha entendido, como la vuelta al antiguo receloso distanciamiento" (pág. 7).
Y luego, en un encomiable arresto de sinceridad:
"Por eso, en las actuales circunstancias, no es lícito plantear con ánimo ligero el problema de las relaciones de Chile con la Argentina. Tampoco resulta fácil hacerlo en forma objetiva y, por lo mismo, es difícil obtener crédito para la objetividad que se alcance y hasta para el desinterés que debe inspirar a un libro como éste". (pág. 8).
Alejandro Magnet es el de la izquierda.
Fuente: Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile
Fuente: Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile
Yendo al meollo de esta reseña, que tiene por fin mostrar, desde la visión más crítica y animosa, la dimensión que había alcanzado la Argentina en sus objetivos geopolíticos de supremacía continental a principios de los años '50, transcribiré a continuación la evaluación del potencial bélico con el que, en ese entonces, contaba el temido vecino, de acuerdo con las evaluaciones de inteligencia efectuadas por las Fuerzas Armadas Chilenas.
... "Pero fue la aviación, el arma que también había interesado más a Hitler y a Mussolini [y a Roosevelt, Churchill y Stalin, agregaría yo, desde que era producto de un cambio en las condiciones de la guerra caracterizado por lo que Carl Schmitt llamó "geovisión aérea" y "police bombing"], la que el nuevo gobierno desarrolló en forma más espectacular. Fué así como hubo un momento, poco después del término de la última guerra, en que Argentina se convirtió en una de las principales potencias aéreas del mundo.
"Gran parte de los ingentes recursos en libras esterlinas, que el gobierno podía girar sobre Inglaterra, fué ocupada en la adquisición de aviones, especialmente de propulsión a chorro. 100 bimotores de caza Gloster Meteor y 30 bombarderos Avro-Lincoln salieron de las fábricas inglesas hacia Argentina en 1947. Una fábrica entera, incluyendo los técnicos necesarios para su puesta en marcha, fué trasladada a Córdoba, y el gobierno adquirió también a Rolls-Royce las patentes necesarias para construir las turbinas. En Italia se compraron 45 Fiat de caza y en Canadá 14 aviones Catalina. Luego, en Inglaterra, 90 Havilland-Dove. En total, la aviación argentina se incrementó con más de 400 aparatos.
"Al mismo tiempo se ampliaban la capacidad y los recursos del Instituto Aerotécnico y la Fábrica Militar de Aviones de Córdoba, que, en un momento dado llegó a contar, según se ha dicho, hasta con 5.000 obreros [altamente calificados]. Muchos técnicos alemanes y franceses encontraron ocupación en el Instituto, algunos de ellos de primera categoría, como el francés Dewoitine y los alemanes Willy Kurt Tank, Hans Ulrich Rudell y Adolf Galland. Tank había sido ingeniero jefe de la fábrica de aviones Focke-Wulf y uno de los mejores diseñadores aeronáuticos alemanes.
"Gracias a esta ayuda técnica, y con derroche de dinero, sin sujeción a costos económicos, las fábricas de Córdoba han logrado producir hasta hoy, con motores importados [el mismo proceso que hace hoy a Embraer una de las más grandes fábricas del mundo], unos 500 ó 600 aviones de los tipos 'Calquin', 'D.L.22' (El Gaucho), 'Colibrí' y 'Ñandú', aparte de dos prototipos del 'Pulqui'.
"... El 7 de septiembre último, ante el propio general Perón se realizó el vuelo de prueba de un nuevo tipo de avión militar de reconocimiento, bimotor, que, según se anunció, había sido totalmente construido en la Argentina, y era sólo uno de los ocho prototipos cuya construcción en serie se iniciaría en 1954.
Mapa de la Antártica Chilena.
"En tanto un piloto chileno, por ejemplo, tiene que desobedecer a sus superiores para volar desde Punta Arenas a la Antártida y fracasa, los aviadores argentinos recorren con toda seguridad esa ruta difícil y que mañana puede ser de primera importancia.
"A más de aviones las fábricas militares de Córdoba han comenzado a producir también automóviles... El 10 de febrero de este año se anunció que la primera partida de 50 camionetas Institec se había lanzado al mercado.
"Por otra parte, ya en 1944, a poco de triunfar la Revolución militar, el Arsenal Esteban de Luca se enorgullecía de haber echado a andar el primer tanque fabricado en la Argentina, el Nahuel (Tigre), de 35 toneladas, a cuya fabricación habían cooperado 80 fábricas de todo el país.
"...Las razones económicas no cuentan frente a las políticas militares que guían al gobierno peronista en su intento de hacer al país libre y soberano también en ese terreno [la autarquía bélica], que es, por cierto, fundamental para un Estado que aspira a ser gran potencia o a actuar como tal".
"En esta forma y con este criterio se ha tratado de montar y desarrollar la planta siderúrgica absolutamente antieconómica de Zapla y, como se verá más adelante, el Segundo Plan Quinquenal coloca a la siderurgia en el primer orden de prioridades para el desarrollo de la economía en los próximos años. Entre tanto, la Dirección de Establecimientos Militares mantiene una red de plantas productoras de diversas clases de material bélico: una fábrica de proyectiles para aviación y artillería en Río Tercero; una fábrica de municiones y otra de armas portátiles en Rosario; fábricas de pólvora, explosivos y material pirotécnico en Buenos Aires, Córdoba y Tucumán. Una sola de esa plantas, la 'Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos de Villa María', cubre 373 hectáreas y ocupa varios miles de obreros. Hay, además, una fábrica militar de aceros en Buenos Aires y otra de metales no ferrosos en Avellaneda.
Tanque Nahuel (primer tanque argentino)
"La diplomacia es el solo camino que tiene la Argentina para montar una industria pesada que amplíe su base económica y, sobre todo, dentro de los planes del régimen peronista, dé una base real a sus pretensiones de gran potencia con una fuerza militar propia. El ejército no podrá, pues, sino apoyar con el mayor entusiasmo una política exterior que conduzca a la obtención de tal finalidad [luego se vio que no, que la miopía y la mezquindad llevarían al fracaso de ese empeño, con el golpe de 1955].
"Por otra parte, el establecimiento de una industria pesada ampliaría enormemente la potencialidad de la economía argentina y contribuiría a elevar el standard de vida de sus habitantes, entonando, a la vez, el sentimiento que los argentinos tienen de su importancia en el mundo. Si eventualmente la C.G.T. y el Ejército pueden chocar en el plano de la política interna, una política exterior expansionista los pondrá automáticamente de acuerdo y quizá pueda ayudarles a superar sus diferencias internas, siquiera por el momento".
(Páginas 104-108).
Altos Hornos Zapla
16 comentarios:
Muy interesante. Me parece que el chileno no contaba con nuestra proverbial inclinación a canibalizarnos entre nosotros mismos.
Seguro que no. El chileno pensaba como chileno. Ellos no conspiran contra sí mismos. La continuidad estratégica, más allá del cambio de régimen y de cualquier vaivén político, es uno de los datos que los caracterizan y jerarquizan.
Un abrazo.
Es cierto lo que dicen, pero también es cierto que nadie hizo tanto como Perón y Evita para dividir a los argentinos, y crear odios y resentimientos allí donde no los había.
Desde su arribo al poder (o mejor dicho, desde su partida) cada nuevo gobierno giró a 180º, y se ocupó de destruir todo lo que había hecho el anterior, fuera bueno o fuera malo.
Es excelente el hallazgo, Occam.
Igualmente le recuerdo que la conspiración existió y acabó con la vida de Salvador Allende.
Juan de los Palotes Medrano: Lo que usted dice en su segundo párrafo es exactamente lo que quería ejemplificar. Al libro en cuestión lo leí muchos años atrás, pero me surgió la reminiscencia luego del último viaje presidencial al Brasil, en que se consiguió que Embraer hiciera una promesa de instalarse en Córdoba a "ayudar" a la Argentina. En Embraer trabajan más de 500 ingenieros aeronáuticos y técnicos argentinos, y es la primera compañía mundial en aviones comerciales de hasta 110 plazas (lógicamente, inició con la aviación militar, como todas) y provee de aviones tácticos a casi todas las FF.AA. del mundo. Hace 30 años lo único que fabricaba era Tucanos y Bandeirantes, y miraba hacia Argentina con admiración y envidia.
Un cordial saludo, y muchas gracias por su comentario.
OliverX: Muy cierto lo de la conspiración, aunque creo que Salvador Allende, si permanecía, hubiera terminado por esgrimir la misma política exterior y militar que sus antecesores y sucesores.
En realidad, su no-permanencia demuestra que en Chile hay un control sobre los gobiernos, efectuado por la clase dirigente, que evita los desvíos. Algo parecido a la fortuita bala disparada invariablemente por algún loco contra unos cuantos presidentes estadounidenses.
En cuanto a quién acabó con la vida de Allende, la versión más seria indica que fue uno de los miembros de su custodia cubana, para evitar ciertas delaciones o fuga de información. Fueron ellos (los custodios cubanos) los que estuvieron con el difunto presidente hasta el último momento. A veces, como sucedió en el Bajo Imperio romano con la guardia pretoriana, uno no sabe si prefiere que lo cuiden o que lo dejen solito...
Un cordial saludo.
Apreciado Occam, ¿que opina de esto?
Slds,
JdlPM
05 octubre 2005
La Otra Verdad News
Artículos sobre seguridad, defensa e inteligencia. Security, defense and intelligence news.
*Confiesa espía cubano: "A Allende lo asesinó su guardaespalda cubano".
La siguiente noticia tuvo una censura global por la prensa izquierdista. Este testimonio da a conocer la verdadera causa de la muerte de Salvador Allende: Lo mató su guardaespaldas cubano por personal instrucción de Fidel Castro.
París. La disidente cubana Ileana de la Guardia y un ex agente secreto de Fidel Castro, actualmente exiliado en Francia, se enfrentaron en uno de los programas de más audiencia de la televisión el Sábado 17 de Septiembre por la noche con respecto a la muerte del presidente chileno Salvador Allende en 1973.
Juan Vives, seudónimo usado por el ex miembro de los servicios de inteligencia de Castro en el libro "El Magnífico", publicado en Septiembre en Francia y próximamente en España y América Latina, fue entrevistado en el programa de France 2 Tout le monde en parle (Todo el mundo lo comenta).
"Lo mataron y no soy el único que lo sabe. Pero hay mucha gente que cerró la boca por miedo", aseguró Vives, desmintiendo que Allende se suicidara.
En una entrevista anterior con la AFP, este cubano explicó que Fidel Castro, previendo el golpe de Estado de 1973, dijo en muchas ocasiones que "Allende no podía exiliarse" y encargó al jefe de seguridad del mandatario, el cubano Patricio de la Guardia, que "lo liquidara".
"Castro creía que Allende tenía que morir como mártir y no como un cobarde", aseguró Vives. Ileana de la Guardia es hija del Coronel cubano Antonio de la Guardia, fusilado junto a otros tres militares en 1989, en un oscuro juicio por "tráfico de drogas".
A su vez, es sobrina de Patricio de la Guardia, hermano gemelo de Antonio, que permanece en arresto domiciliario en La Habana.
"Estoy indignada por esta acusación, así como los hijos de Patricio, sus hermanas y hermanos. Tuvimos oportunidad de hablar con mi tío y asegura que nunca conoció a Juan Vives y considera esta historia inaceptable e increíble", aseguró Ileana.
Según ella, si Patricio de la Guardia sufre una desgracia, el responsable será Vives. "Mi tío está en una situación en la que no puede defenderse. Si le pasa algo será su responsabilidad, señor Juan Vives, por sus mentiras", añadió Ileana.
"Uno no se suicida con cuatro balas de Kalashnikov. Es imposible. No soy el único testigo de las confesiones de Patricio de la Guardia", reiteró Vives.
Terminada la emisión, Vives y allegados a Ileana intercambiaron insultos y amenazas.-
05 octubre 2005
La Otra Verdad News
Artículos sobre seguridad, defensa e inteligencia. Security, defense and intelligence news.
*SALVADOR ALLENDE NO SE SUICIDÓ
por Eduardo Mackenzie
"Durante el asalto contra el palacio de la Moneda, el presidente de Chile fue cobardemente asesinado por uno de los agentes cubanos que estaban encargados de su protección. En medio de los bombardeos de la aviación militar, el pánico se había apoderado de los colaboradores del jefe de Estado socialista y éste, en vista de la desesperada situación, había pedido y obtenido breves ceses de fuego y estaba, al final, decidido a cesar toda resistencia.
Según un testigo de los hechos, Allende, muerto de miedo, corría por los pasillos del segundo piso del palacio gritando: "¡Hay que rendirse!". Antes de que pudiera hacerlo, Patricio de la Guardia, el agente de Fidel Castro encargado directo de la seguridad del mandatario chileno, esperó que éste regresara a su escritorio y le disparó sin más una ráfaga de ametralladora en la cabeza.
Enseguida, puso sobre el cuerpo de Allende un fusil para hacer creer que éste había sido ultimado por los atacantes y regresó corriendo al primer piso del edificio en llamas donde lo esperaban los otros cubanos. El grupo abandonó sin mayor tropiezo el palacio de la Moneda y se refugió minutos después en la embajada de Cuba, situada a poca distancia de allí.
Esta versión del fin dramático de Salvador Allende, que contradice las dos anteriores casi oficiales, dadas ya sea por Fidel Castro (la tesis de la heroica muerte en combate), ya sea por la Junta militar chilena (la del suicidio), emana nada menos que de dos antiguos miembros de organismos secretos cubanos, muy bien informados acerca de ese sangriento episodio y hoy exiliados en Europa.
En un libro que acaba de publicar en París las Ediciones Plon, intitulado Cuba Nostra, les secrets d'Etat de Fidel Castro, Alain Ammar, un periodista especialista en Cuba y América Latina, analiza y confronta las declaraciones que le dieran Juan Vives y Daniel Alarcón Ramírez, dos ex funcionarios de inteligencia cubanos.
Exilado desde 1979, Juan Vives es un ex agente secreto de la dictadura y sobrino de Osvaldo Dorticós Torrado, el presidente cubano de opereta que reinó de 1959a 1976, y que fue "suicidado" en obscuras circunstancias en 1983.
Vives cuenta que en noviembre de 1973, en un bar del hotel Habana Libre, donde algunos miembros de los órganos de seguridad del Estado solían reunirse los sábados para beber cerveza e intercambiar de manera informal chismes e informaciones de todo tipo, escuchó del mismo Patricio de la Guardia, jefe de las tropas especiales cubanas presente en la Moneda en el fatídico 11 de septiembre de 1973, esa escalofriante confesión.
Durante años, Vives no quiso dar a conocer esa información pues, como dice, "era peligroso hacerlo" y porque no había hasta ese momento ningún otro responsable cubano en el exilio que pudiera confirmar el carácter fidedigno de esos hechos.
Cuando supo que Daniel Alarcón Ramírez, alias "Benigno", uno de los tres sobrevivientes de la guerrilla de Ernesto Guevara en Bolivia, se hallaba también exilado en Europa, la idea de dar a conocer esos graves hechos volvió a cobrar fuerza.
En el libro de Alain Ammar, "Benigno" confirma plenamente la narración de Vives. Ambos conocieron a Salvador Allende y a su familia. Ambos vivieron en Chile durante el gobierno de Allende Ambos escucharon, en momentos diferentes, la confesión de Patricio de la Guardia a su regreso a La Habana.
El libro de Ammar describe con precisión los últimos meses del gobierno de la Unidad Popular y, sobre todo, muestra el avanzado grado de control directo que Fidel Castro había logrado instalar --mediante sus centenas de espías de la DGI (un servicio cubano de inteligencia), mediante sus operadores y agentes de influencia implantados en Santiago--, sobre el presidente Salvador Allende, sobre sus ministros y hasta sobre sus amigos y colaboradores más íntimos.
De hecho, la llamada "vía chilena al socialismo" había sido desviada por el castrismo hasta el punto de que dentro del gobierno de Allende hubo voces que criticaban esa brutal ingerencia. Meses antes de su muerte, Salvador Allende había sido ya "instrumentalizado por Castro", explica Juan Vives. "Pero Allende no era el hombre que la Habana quería tener en el poder en Santiago”.
Los que Castro y Piñeiro [brazo derecho de Castro en operaciones de espionaje en Latinoamérica, muerto recientemente en Cuba de un infarto] preparaban para el relevo, a espaldas del mismo presidente Allende, eran Miguel Henríquez, principal dirigente del MIR y Pascal Allende, número dos del MIR, lo mismo que Beatriz Allende, la hija mayor del presidente, quien pertenecía también al MIR". Beatriz morirá en Cuba en 1974.
Ese control sobre el jefe de Estado chileno se había agudizado notablemente tras el primer intento de golpe militar, el 29 de junio de 1973, más conocido como el tancazo. Cuando la Habana supo que los chilenos que rodeaban al presidente estaban asustados, Fidel Castro hizo saber que Allende no podía en ningún caso rendirse ni pedir asilo en una embajada.
"Si el debía morir, debía morir como un héroe. Cualquier otra actitud, cobarde y poco valiente, tendría repercusiones graves para la lucha en América latina", recuerda Juan Vives. Por eso Fidel Castro dio la orden a Patricio de la Guardia de "eliminar a Allende si a último momento éste cedía ante el miedo".
Poco después de los primeros ataques a la Moneda, Allende mismo había dicho a Patricio de la Guardia que había que pedir el asilo político ante la embajada de Suecia.
El mandatario había incluso designado a Augusto Olivares, su consejero de prensa, para hacerlo. Probablemente por eso Olivares, alias el perro, fue también ultimado por los cubanos antes de que éstos enfilaran baterías contra el presidente de Chile. "Reclutado por la DGI cubana, Olivares transmitía hasta los pensamientos más mínimos de Allende a Piñeiro, quien, a su vez, informaba a Fidel", declara Juan Vives.
Otro guardaespaldas chileno de Allende, un tal Agustín, fue también "fusilado" por los cubanos en esos momentos dramáticos, según la declaración hecha por "Benigno" al autor del libro.
Semanas después del golpe de Estado, Patricio de la Guardia había revelado, en efecto, a "Benigno" el fin de Agustín, hermano de un amigo suyo que vive aún en Cuba, y le había dado otro detalle importante sobre lo ocurrido durante esa trágica mañana en el palacio de la Moneda: antes de ametrallarlo, el agente cubano había atrapado con fuerza a Salvador Allende, quien quería salir del palacio, y lo había sentado en el sillón presidencial gritándole: "¡Un presidente muere en su sitio!".
La versión del asesinato a quemarropa de Allende no era del todo desconocida. El 12 de septiembre de 1973 varias agencias, entre ellas la AFP, resumieron en cuatro líneas ese hecho.
Publicado al día siguiente por Le Monde el cable decía: "Según fuentes de la derecha chilena, el presidente Allende fue matado por su guardia personal en momentos en que pedía cinco minutos de cese al fuego para rendirse a los militares quienes estaban a punto de entrar al palacio de la Moneda".
Ammar indica que esa hipótesis "fue enterrada inmediatamente" pues ella no le convenía a nadie: "ni a los colaboradores de Allende, ni a la izquierda chilena, ni a sus amigos en el extranjero, ni a los militares ni, sobre todo, a Fidel Castro".
La confirmación que esa, hasta hace poco, "hipótesis" acaba de recibir de parte de Juan Vives y Daniel Alarcón Ramírez podría ser reforzada en el futuro por los testimonios de otros funcionarios cubanos silenciados hasta ahora y por documentos que se encuentran fuera de Cuba.
En efecto, en un banco de Panamá reposaría la pieza maestra de este magnicidio.
Según los autores del libro, Patricio de la Guardia, condenado a treinta años de cárcel durante el proceso-farsa contra el general de división Arnaldo Ochoa Sánchez, y hoy en residencia vigilada, habría depositado en el cofre de un banco panameño un documento comprometedor en el que describe, entre otras cosas, el asesinado de Allende por orden de Castro, texto que debería ser revelado en caso de muerte de Patricio de la Guardia.
Fidel Castro, según los autores del libro, habría tomado muy en serio esa amenaza y habría hecho que éste escapara al fusilamiento, a diferencia de Tony, hermano de Patricio, quien junto con el general Ochoa y dos otros funcionarios del ministerio del Interior, fue pasado por las armas el 13 de julio de 1989.
El libro de Alain Ammar aborda, en sus 425 páginas, muchos otros temas y episodios relacionados con las complicadas y no siempre exitosas operaciones secretas de La Habana en Cuba y en varios países. Es de esperar que una traducción al español de ese útil libro sea puesta rápidamente en librerías.
Perdón por lo extenso, Occam, pero el tema , sin duda alguna, lo ameritaba; y no son muchos los que conocen la versión que Allende no suicidó.
República: Muchísimas gracias por la reseña. Muy completa y esclarecedora, sin dudas.
Ahora hay que esperar el libro en español (si es que llega a estas intelectualmente desoladas pampas).
Mi más cordial saludo.
República:
Habrá podido comprobar que Occam es un tipo bien dateado. Pobre Pije, era una boleta con patas, por derecha o por izquierda.
Juan de los Palotes Medrano: Debo emplear para el artículo por usted linkeado (y tantísimos otros, a lo largo de los últimos 5 años de imposturas y exageraciones bananeras), la muy trillada reflexión de Marx: la historia se repite como farsa.
Para empezar, es de lamentar el dispendio manorrota de millones de petrodólares surgidos de la actual coyuntura mundial sin ton ni son, en detrimento de una auténtica modernización del país y de generación de fuentes de trabajo para su depauperadísima población.
En la Venezuela bolivariana no hay industrias ni atisbos de sustitución de importaciones. Otro cantar sería, si en lugar de comprar rezagos militares de remate a España, Bielorrusia o Rusia, comprara patentes y se dedicara a desarrollar fábricas locales con miles de obreros calificados, ingenieros aeronáuticos y mecánicos, etc., tal cual los textos chilenos reproducidos en este post.
Lo más que ha llegado el Comandantísimo es a expropiar malamente industrias ya instaladas, para sumirlas en la consabida ineficiente y corrupta administración estatal.
Muchas gracias por el artículo. Mis cordiales saludos.
PS: Por si hiciera falta, además habría que recordar el año que en el presente corre: 2008.
Muy interesante el artículo. De cualquier modo, el hombre se equivocó de medio a medio. Un análisis un tanto apresurado teniendo en cuenta el sujeto (Argentina) investigado.
Un saludo,
Yoni Bigud: Seguro que sí. Muchas gracias por pasar, y por el comentario.
Mi cordial saludo.
La foto de Alejandro Magnet pertenece al Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile. Agradeceríamos que citara la fuente.
www.iei.uchile.cl
Leitap: Ya he enmendado la omisión involuntaria (por desconocimiento). Muy agradecido por su aporte.
Mis cordiales saludos.
Irse lejos contribuye a alejarse de las partes estresantes de la vida. Puede ayudar a mejorar tus perspectivas, a brindar nuevos puntos de vista y permite desarrollar nuevas estrategias de para afrontar los problemas". Daría mi vida por viajar y conocer esos hermosos lugares. De eso se trata: cuando uno conoce otras realidades, toma distancia de su propia vida y puede ver los propios problemas en su verdadera dimensión. A menudo, después de un viaje muchas personas valoran mucho más lo que tienen y dejan de quejarse (o lo hacen menos) por lo que les falta, lo cual les conduce, también, a un mayor bienestar emociónal.
Fuente:
galapagos islands cruise reviews
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