lunes, 26 de enero de 2009

Torneos largos, torneos cortos

Al finalizar el Torneo Apertura 2008 a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) se le ocurrió una nueva brillante idea que, si no proviniera de su autocrática y eterna dirigencia que desde 1979 hace y deshace a su antojo los destinos del fútbol argentino, podría hasta parecer razonable: volver a los campeonatos largos, de dos ruedas ida y vuelta (38 partidos).

Lo menos comprensible de ese asunto es la excusa que se esgrimió para la aparente innovación (que en realidad es la restauración de la modalidad que imperara hasta mediados de 1990): favorecer el equilibrio de poderíos entre clubes, y por ende, las posibilidades de los equipos llamados chicos de competir con reales esperanzas de campeonar.

En realidad, tan intempestiva decisión se produce en momentos en que las tradicionales hegemonías de River primero, y más atrás de Boca en el ámbito local, se debilitan, dejando espacio al surgimiento de protagonistas provenientes de un ámbito más humilde en lo económico y con escueto historial exitoso. A la pésima performance de River en el torneo pasado, hay que agregar la necesidad que acometió a Boca para apelar a sus divisiones inferiores, a jóvenes aún amateurs (que durante la competición firmaron su primer contrato como profesionales), para componer un combinado mixto en el cual muchas veces los pibes fueron mayoría. El resultado final fue conseguido a pesar de esa zozobra, y llevó por ejemplo al diario Crítica de la Argentina a titular el logro como un hecho inédito: “Nueva hazaña de Boca: salió campeón sin arquero”.

En fin, más allá de esas disquisiciones, no casualmente en los últimos torneos cortos empezaron a aparecer entre los protagonistas (y entre los campeones) nombres infrecuentes en una historia más o menos monótona, que se reparte los campeonatos casi invariablemente entre los cinco grandes, permitiendo que de vez en cuando algún rosarino meta la cola.

Así, el sorprendente Tigre de Diego Cagna, que estuvo apenas a un gol de consagrarse en el Apertura 2008, también antes había mostrado lo suyo con el subcampeonato que lograra en el Apertura 2007, cuando otro chico, Lanús, lograba su primera corona en su larga historia, luego de ser subcampeón en los Clausura 2006 y 1998. A esas “sorpresas” (que en realidad, demuestran una tendencia) pueden agregarse la campaña de Rosario Central del Apertura 1999 (43 puntos, uno menos que el campeón), los subcampeonatos de Gimnasia y Esgrima La Plata en el Clausura 1995 y Clausura 1996, Apertura 1998, Apertura 2000, Clausura 2002 y Apertura 2005, los subcampeonatos de Banfield en sendos Torneos Clausura 2005 y 2007, incluso el meritorio tercer puesto de Talleres de Córdoba en el Clausura 2004. Y por supuesto, los campeonatos de Newell’s en el Apertura 2004 y de Estudiantes de La Plata en el Apertura 2006. Sin dejar de mencionar el fenómeno de Vélez, que fue el gran emergente de esta serie de 18 años de torneos reducidos de una ronda.

En fin, para dejarlo claro, me permitiré reproducir a continuación una tabla comparativa de lo que hubiera resultado en estos 18 años, de haberse persistido con el formato de los campeonatos largos de ida y vuelta:

Año

Campeón

Subcampeón

Torneos Cortos

1990/1991

Boca (70)

Newell’s (65)

Newell’s (*)

1991/1992

River (77)

Boca (67)

River (1991)

Newell’s (1992)

1992/1993

River (68)

Vélez (66)

Boca (1992)

Vélez (1993)

1993/1994

Indep’te (63)

River (61)

River (1993)

Independiente (1994)

1994/1995

San Lorenzo (79)

Vélez (73)

River (1994)

San Lorenzo (1995)

1995/1996

Vélez (81)

Lanús (68)

Vélez (1995)

Vélez (1996)

1996/1997

River (87)

Indep’te (71)

River (1996)

River (1997)

1997/1998

Vélez (78)

River (74)

River (1997)

Vélez (1998)

1998/1999

Boca (89)

Gimnasia (62)

Boca (1998)

Boca (1999)

1999/2000

River (86)

Boca (74)

River (1999)

River (2000)

2000/2001

San Lorenzo (81)

River (78)

Boca (2000)

San Lorenzo (2001)

2001/2002

River (84)

Boca (68)

Racing (2001)

River (2002)

2002/2003

Boca/River (79)

Vélez (66)

Independiente (2002)

River (2003)

2003/2004

Boca (75)

River (66)

Boca (2003)

River (2004)

2004/2005

Vélez (73)

River (60)

Newell’s (2004)

Vélez (2005)

2005/2006

Boca (83)

Gimnasia (69)

Boca (2005)

Boca (2006)

2006/2007

Boca (83)

Estud’tes (81)

Estudiantes (2006)

San Lorenzo (2007)

2007/2008

Boca (70)

Estud’tes (69)

Lanús (2007)

River (2008)

(*) Habiendo salido campeón Newell’s del Torneo Apertura 1990 (39 pts.) y Boca del Clausura 1991 (45 pts.) se decidió que se disputaran dos partidos de desempate, que habiendo finalizado ambos empatados, dio lugar a una definición por penales, que favoreció a Newell’s. La particularidad de esa modalidad –derogada de inmediato por injusta- fue que no se suspendió la definición pese a que se estaba disputando la Copa América en Chile, con especial gravitación sobre Boca, que hubo de resignar para el seleccionado mayor a Batistuta y Latorre, que en conjunto habían marcado el 75% de los goles de los xeneizes.

En resumen, los campeonatos obtenidos por cada club, de acuerdo con cada modalidad, arroja el siguiente comparativo:

Torneos Largos

Torneos Cortos

BOCA

6-7

RIVER

12

River

5-6

Boca

8

Vélez

3

Vélez

5

San Lorenzo

2

San Lorenzo

3

Independiente

1

Newell’s

3



Independiente

2



Racing

1



Estudiantes

1



Lanús

1

Como se aprecia, con la modalidad abreviada (dos torneos por año) prácticamente se multiplica la cantidad de campeones, de 5 a 9, y aparecen los dos grandes de Avellaneda, más Lanús, Estudiantes y Newell’s (que en la versión ida y vuelta no hubiera obtenido ningún campeonato, y con la versión corta se llevó nada menos que tres).

River Plate fue el que mejor supo aprovechar la innovación de los torneos cortos, y duplicó la cosecha que le hubiera correspondido. En la foto, el inolvidable equipo campeón del Apertura 1994, que pese a haber obtenido 43 puntos, en la campaña 1994-95 totalizó 68 pts., ubicándose por detrás de San Lorenzo (79 pts.) y de Vélez (73 pts.).

En cuanto a su implicancia histórica, Lanús ni siquiera hubiera estampado su nombre en la plana dorada del fútbol argentino, y esa tabla hubiera resultado de la manera que sigue:

Era Profesional

(desde 1931)

Campeonatos

Diferencia

Equipo

Con torneos cortos

Con torneos largos

River

33

26/27

+6 / +7

Boca

23

21/22

+2 / +1

Independiente

14

13

+1

San Lorenzo

10

9

+1

Racing

7

6

+1

Vélez

6

4

+2

Newell’s

5

2

+3

Rosario Central

4

4

=

Estudiantes

4

3

+1

Ferro

2

2

=

Argentinos

2

2

=

Chacarita

1

1

=

Quilmes

1

1

=

Huracán

1

1

=

Lanús

1

0

+1

Como se aprecia, a mayor cantidad de competencias, las posibilidades de participar exitosamente se amplían para cada uno, y en general, las diferencias no resultan significativas, más allá de los casos de Newell’s, que incrementa en 2 veces y media sus títulos, y River, que los incrementa en un 27% o una cuarta parte, aproximadamente.

La "Lepra" rosarina también sacó mucho provecho de esta modalidad, al punto de superar a su clásico rival, que había sacado cómodas ventajas sobre todo en los Nacionales de los años '70.

Lo mismo ocurrió cuando convivían, en un solo año, los Torneos Metropolitano y Nacional (1967-1985), que dio la posibilidad a numerosos equipos chicos de llegar a dar una vuelta olímpica y a veces más.

Finalmente, es de resaltar que los torneos cortos, si bien conllevan un atractivo mayor y más sostenido en el tiempo, puesto que los equipos que rápidamente pierden chances tienen el torneo siguiente para desquitarse, han evidenciado una inconveniente cualidad de inconstancia en el desenvolvimiento general. En efecto, cada vez con mayor fuerza se ven plasmadas en las campañas las gravitaciones de las rachas. El caso más paradigmático ha sido el de River en el año recién finalizado, que de campeón pasó a último en cuestión de semanas, contando exactamente con el mismo plantel y el mismo técnico. Antes que ese caso, si bien no tan desmesurado, es digno de mencionarse el de Lanús, campeón en el Apertura 2007 con 38 puntos y entre los 5 últimos en el torneo siguiente, con 18 puntos.

Si lo que se pretende en cambio, es adaptar las exigencias del fútbol local a los desafíos que plantean las competiciones internacionales, empero, habrá que volver a mirar a los mecanismos de play-offs, es decir, primera ronda por grupos de participantes, y luego de la clasificación de los mejor posicionados, sucesivas eliminaciones de uno contra uno, mecanismo que caracteriza tanto a la Copa Libertadores de América como a la Copa América de Selecciones y, por supuesto, a la Copa del Mundo, que supongo es el gran desafío pendiente, tras 24 años de fracasos. Ese sistema, en el cual cada partido es definitorio y que no deja prácticamente márgenes para el error, también templa al jugador con un carácter más férreo y decidido a la hora de asumir la trascendencia de los grandes compromisos.

7 comentarios:

aquiles m. dijo...

En verdad, mi querido Occam, tu versatilidad me apabulla.
Siendo un doliente hincha de River, me consuelo recordando los esplendores de los 90s.
Parezco los de Racing, que sólo viven para los 60s...
Este fenomenal negocio, con la tv cautiva por arreglos de El Padrino, no ha logrado solidificar la economía, por lo menos de los principales, salvo Velez.
Conozco muy bien el competitivo fútbol mexicano, en el que la casi totalidad de los equipos son de empresas privadas (habrá buenos billetes del narco, también)...
Pero tienen un sistema de enfrentamiento de todos contra todos, que hace casi imposible que un equipo reitere un campeonato.
Muy interesante.
Los jugadores están muy bien pagos, y se maneja con una llamativa seriedad.
Cualquier argentino, si Europa no lo alumbra, desea arrimarse a estos clubes.
Bueno, en definitiva es lo que describes del sistema de la NBA. Salvando las monstruosas distancias económicas.
Eso de templar a estos pecho-fríos, no lo veo.
Un tenista puede jugar durante 5 horas, y al otro día enfrentar una competencia similar.
Mientras que a los supuestamente "del potrero" les duele la cutícula....
Hace poco encontré un sitio que se llama El Cabaret, donde los pinta lo que son...
No debe haber disciplina deportiva en la Argentina como el fútbol, con tanta gente sospechosa, ya sean dirigentes o jugadores...
Algo raro hay...
Un abrazo.

Occam dijo...

Aquiles M.: Muchas gracias por su apreciación sobre mi versatilidad. Nace nada más que de una cierta tendencia a la meticulosidad y el amor y la pasión que tengo por este deporte (que ya he abordado en otras ocasiones).
Sobre lo de "hincha doliente", me parece que usted está siendo algo exagerado. Sin ir más lejos, River es el anteúltimo campeón del fútbol argentino, y en lo que va de este siglo, ha dado nada menos que cinco vueltas olímpicas. Yo tengo muchos amigos de River, y estoy convencido de que su desánimo tiene más que ver con la comparación (sobre todo, con los primos) que con la realidad objetiva. No olvidemos la malaria que acometió a la entidad millonaria entre 1957 y 1975. Ahí sí que debió primar la abnegación y el sacrificio a la manera racinguista.
En cuanto a la mafia que usted describe en el ambiente, es tal cual, aunque alcance en forma desigual a las entidades. Me parece que Vélez, Lanús, Estudiantes y Boca han demostrado que se puede gestionar una entidad de una manera respetable. El problema es que la AFA suele apañar antes a las malas conductas que premiar a las buenas, tratando de evitar colapsos inminentes, pero agudizando la situación al mediano y largo plazo.
No puedo dejar de mencionar que esa mafia no es excluyente del fútbol. También ha tenido sus momentos de esplendor en el básquet, sobre todo, en la primera década de vida de la Liga Nacional; y todavía se padece fuertemente en el voley.
En cuanto a los torneos largos, pese a que creo que quedó demostrado que favorecen a los equipos con mayor potencial, un amigo me ha señalado ayer que, al bajar el nivel de urgencia y ansiedad de los torneos cortos, en los que los clubes no se pueden dar el lujo de aflojar siquiera una fecha, permite la mejor recuperación de los lesionados, por ejemplo. Es un buen punto.
Claro que también este amigo -que es hincha de Independiente- me ha dicho que es innegable que la AFA busca recomponer la élite tradicional, permitiendo a los grandes recobrar fuerzas, a la manera de lo que se aprecia en el fútbol europeo.
Sobre el tema de templar el carácter jugando instancias definitorias, me parece que así es, y por eso los brasileros se sienten tan cómodos jugando mundiales, mientras nosotros somos más exitosos en las eliminatorias, que son a dos ruedas todos contra todos, y en las cuales, si perdés con Brasil, después te recuperás contra Bolivia. Un equipo en el fútbol argentino (y hay varios casos) puede ganar un torneo habiendo perdido todos los clásicos, pero recuperando contra Godoy Cruz o Gimnasia de Jujuy.
En fin, son ideas que dejo aquí para pensar, y para darnos cuenta de que las opciones no siempre tienen por qué ser dos. La AFA debería también observar cómo en estos últimos 10 años el torneo local ha perdido atractivo frente a las competencias internacionales, que son las que en verdad los equipos quieren ganar, y las que mayores audiencias generan. La globalización también llegó al fútbol, y los triunfos más trascendentes en lo deportivo hoy día se buscan fronteras afuera (casualmente, en torneos todos por eliminación).
Mis más cordiales saludos, y muchas gracias por su comentario.

Destouches dijo...

Yo agrego que el torneo corto conspira contra el buen juego. Ello se debe básicamente a que es mucho más resultadista, dado que las rachas positivas o negativas son determinantes para pelear un campeonato o para quedar definitivamente fuera de la pelea; la posibilidad de recuperación de una mala racha es mucho más remota que en un campeonato largo. Por otro lado, también la mayor "pasión" que generan puede ser vista desde su contracara: la mayor violencia que se ha evidenciado desde que estos torneos han sido implementados. De hecho, este formato permite explicar -al menos parcialmente- la continuamente creciente exasperación con que se vive el fútbol en Argentina y la indetenible tendencia a cambiar de entrenadores como de ropa interior.

aquiles m. dijo...

Mi estimado Destouches le has pegado a la cabeza del clavo!!!
La violencia....
Ese es un invento de los comentaristas delincuentes, que azuzan a los descerebrados con sus comentarios intencionados, al mal...
Hay que verlos en los programas de cable "estirando" una estupidez , hasta convertirlo en un "conflicto".
Insisto. Son los responsables primeros de la violencia creada a través de estos espacios, absolutamente prescindibles. Para mí.
No para ellos que comen como los los cuervos, volando en círculos sobre el pre-humano que entra su juego macabro.
Salud!!

Occam dijo...

Sí, coincido con ambos. Toda esta ansiedad frenética no ayuda en nada a un desarrollo fecundo de nuestro fútbol. Se quema a los pibes de las inferiores cada vez más jóvenes (veamos el ejemplo del arquerito de Boca, al que tanta presión a tan corta edad en un arco tan pesado prácticamente lo condenó), se los deja ir a Europa y con cada vez mayores riesgos de que los nacionalicen y los perdamos, etc. Se apura la recuperación de los lesionados, tornando crónicas las dolencias que si no hubieran sido pasajeras, se revientan técnicos en 10 fechas, sin posibilidades de trabajo serio y a largo plazo, de formación de jugadores, de experimentación táctica seria, etc.
Y se le mete urgencia a la gente, de por sí muy manipulable y cada vez más fácilmente provocable.
Mis más cordiales saludos a ambos.

piscuiza dijo...

Lo unico que importa es: Con este sistema, Racing va a salir campeon???
Saludos

gorvachot dijo...

En realidad, en 1967 se implementaron dos campeonatos por año, nacional, dividido en zonas donde participaban muchos equipos de todo el país y el metropolitano.

Después a mediados de los 80's se volvió a un solo torneo por año.

Lo que no se tiene en cuenta es que Racing fue alcanzado (en títulos) y hasta superado en puntos (desde 1931) por Velez. Velez empezo a crecer aceleradamente en el 67 y Racing fue decayendo apruptamente. Y eso fue antes, incluso de la serie de titulos de los 90's y antes de los torneos cortos.

http://www.clarin.com/diario/2009/07/12/deportes/d-01956949.htm

En fin, la gran prensa y la subjetividad ridicula de la sociedad sigue hablando de los cinco grandes mote bien puesto en los 50's pero caduco en el siglo 21 porque cambiaron los tiempos. Y para demostrar que no todo es dinero Lanus salio campeon, Huracan estuvo a punto de serlo y Tigre casi lo consigue dos veces.