lunes, 16 de mayo de 2011

Devorando el sol



Un corral para los lobos

Hace unos diez días que se me viene insistiendo, dada mi humilde versación vexilológica, para que opine sobre el infeliz artículo de José Pablo Feinmann (apellido que, proviniendo del alemán, supongo que debe ser entendido como una ironía, aunque también puede tratarse de una de esas paradojales evoluciones del linaje, que da resultados opuestos a lo que designaban originalmente sus nombres[1]) publicado en Página 12 el 15 de noviembre de 2003 bajo el título “Una bandera para el siglo XXI”.



Ignoro por qué la polémica que semejante idiotez debió haber suscitado en 2003 se traslada a 2011, 8 años después. Tal vez porque no tenemos nada mejor sobre lo que discutir. Tal vez porque en esos tímidos comienzos de la “epopeya” hegemonista (es decir, una aventura cuyo único fin es la hegemonía, que puramente no puede ser nunca epopeya, desde que nada heroico hay que merezca, en esa trivial aventura doméstica de cazafortunas, ser cantado para las generaciones venideras) convenía la indulgencia del silencio. Como ahora conviene el aspaviento del ruido, ante una yerma planicie desolada en el horizonte de los proyectos, ante una exasperante falta de imaginación para la acción (que es el vector de la política), pero ante también la necesidad retórica de “profundizaciones” insondables.



Y de hegemonía cultural se trata, nos dice el autor, aunque no se esfuerza mucho por diferenciar hegemonismo de totalitarismo, pese a que gasta la primera mitad del artículo para hablar del totalitarismo yanqui (y no nos queda bien claro con qué propósito… ah, sí, para decir que, aunque es una mierda, después de todo resulta necesario que tengamos una bandera). Pero no nos dilatemos más, y vayamos en concreto a la transcripción de la parte medular de su propuesta:

“Porque HOY es que hay que librar la ardua lucha (hegemónicamente cultural) de la identidad de este territorio que habitamos. Si alguien quiere conservar la azul y blanca y si –más aún– la quiere conservar con ese sol en el centro, ese sol enceguecedor que identifica a la bandera como bandera de guerra, que la conserve. Pero para los actos militares o, a lo sumo, para algunos protocolos oficiales. Aquí, desde estas líneas, tenemos una propuesta que debiera ser casi inapelable. El único símbolo nacional glorioso, universalmente aceptado, honrado e incorporado por otros países como símbolo de la más pura de las luchas, la de lucha por los derechos humanos es el pañuelo de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo. Para este siglo XXI, para esta lucha de hoy contra la globalización del Uno Imperial, necesitamos otra bandera. Que sea azul y que sea blanca, como la anterior. De acuerdo. Pero le sacamos ese sol de la guerra y ahí, en ese lugar, reemplazándolo, ponemos el pañuelo blanco de las Madres y la Abuelas, el pañuelo de la paz, el de la vida, el de nuestro más genuino, verdadero orgullo”.

Cuando me pasaron por correo electrónico esta gansada, pensé que se trataba de una de las tantas falsificaciones que circulan por ese medio. Tuve que recurrir al Google para dar con el original, que para quien tenga estómago e hígado suficientes, está en este sitio.

Lo primero que se me ocurrió apuntar sobre el caso, nace del más elemental sentido común, que es sentido estético también, sobre todo cuando lo aplicamos a una bandera. Así, en forma de telegrama, contesté en ese momento (5 de mayo pasado):

“Nulo concepto estético y cromático: ¿Cómo va a poner un pañuelo blanco sobre la franja blanca? Por otra parte, me acabo de enterar de que el sol era un símbolo de guerra. Siempre supuse que era un símbolo de vida, porque la vida nace y germina con el sol. Y en nuestro caso, un sol indígena encima, incaico. Otros soles 'guerreros': el agresivo Uruguay, el temible Kirguizistán y el expansionista Malawi”.



Dicho sea de paso, obsérvese cómo la bandera de Kiribati (un archipiélago compuesto de 33 atolones que suman en total cuatro veces la superficie de la Capital Federal, con 100.000 pacíficos habitantes micronesios) “inspiró” a la que durante la gobernación Kirchner se adoptó para la Provincia de Santa Cruz:




Años atrás (más o menos por la misma época en que Feinmann salía a escribir este disparate) se me ocurrió hacer hincapié, en un artículo vexilológico, en el sol como elemento primordial de una bandera para Latinoamérica (o América Románica, como quizás sea el nombre más correcto). A continuación, reproduzco lo que en esa oportunidad ensayé:

«La utilización del sol representa el acervo cultural aborigen, y por tanto el sincretismo religioso y la miscigenación lingüística y étnica que signa la particularidad de la región. Es por lo demás un símbolo utilizado en toda Latinoamérica, con perseverancia y hondo contenido simbólico. En efecto, así como es sabida la utilización del sol con rasgos humanos por Argentina (32 rayos) y Uruguay (16 rayos)[2], también ha sido utilizado de exacta manera por la República de Perú del Sur (integrada por Arequipa, Puno, Ayacucho y Cuzco, y que duró entre 1836 y 1839, integrada en la Confederación Peruano-Boliviana), por el movimiento independentista del Perú previo a la llegada del ejército argentino-chileno liderado por San Martín (sol amarillo sin rostro sobre fondo uniforme azul, 1820), como parte del escudo peruano que señoreaba en medio de la bandera de San Martín (amarillo sin rostro), en medio de la bandera peruana de 1822 (tres franjas horizontales iguales roja-blanca-roja, con sol con rostro humano aindiado en el medio de 16 rayos) y en medio de la bandera peruana que rigió entre 1823 y 1825 (tres franjas verticales –para evitar la confusión con la bandera española a la distancia- iguales roja-blanca-roja, con sol rojo en el medio de 32 rayos).



También el sol aparece en la actual bandera boliviana, como parte de su escudo, amarillo y con doce rayos, enseñoreando sobre la cordillera de los Andes. También –con un nítido sol amarillo dominando en medio de la enseña y sobre el conjunto de jeroglíficos- aparecía en la roja bandera que el Mariscal Santa Cruz dio a la Confederación Peruano-Boliviana entre 1837 y 1839 (flameó de facto desde 1836).



Asimismo, en el año 1823 la logia francmasónica de los “Soles y Rayos de Bolívar”, que operaba en Cuba con conexiones con el Libertador colombiano, y de acuerdo con otras sociedades secretas de la isla, organizó una conspiración para derrocar la dominación española y fundar la República de Cubanacán. Por el sumario que se instruyó contra la frustrada conspiración se sabe que fueron encontradas 395 escaparelas de los colores rojo, azul, y amarillo junto con “tres banderas de seda de tafetán sencillo, cada una con dos y media vara de largo y una y media de ancho, el centro azul turquí, y en el punto medio, estampado un sol grande con sus rayos, como esmaltado, color plateado con claros y oscuros, y en la circunferencia una faja de media tercia de color carmesí”. Se aprecia un evidente desacuerdo entre la descripción sumarial y el diseño vexilológico encontrado, pues en éste el sol es dorado o amarillo y no plateado, como se indica (lo que por otra parte coincide con los colores de las escarapelas, y con los de la Gran Colombia bolivariana).



También los estados venezolanos de Apure, Aragua, Barinas, Bolívar, Carabobo, Cojedes, Falcón, Lara, Monagas (medio sol naciente amarillo con rayos), Miranda, Portuguesa, Yaracuy, Zulia (sol completo, siempre amarillo) y Vargas (este último, con rostro humano), el estado colombiano de Sucre (medio sol amarillo con rayos asomando), los estados brasileños de Ceará (en el escudo), Pernambuco y Tocantis (ambos con sol pleno amarillo en el centro –campo blanco- de sus banderas), los estados guatemaltecos de Chiquimula, Escuintla, Huehuetenango, Jutiapa (3/4 de sol rojo con rayos asomando en medio de la bandera) y Retalhuleu (sol rojo muy simplificado con ocho rayos en el cuartel inferior derecho del escudo central de la bandera) y los estados mexicanos de Baja California, Nuevo León (en el escudo, en rojo), Quintana Roo (sol rojo asomando), Yucatán (cuarto de sol amarillo con rayos), Zacatecas (sol rojo con rayos amarillos) y Querétaro (sol amarillo con rayos y rostro humano) contienen el símbolo tan profundamente latinoamericano.

Otras banderas nacionales que lo contienen: El escudo nacional de Costa Rica (medio sol amarillo con rayos asomando por el horizonte marino), el escudo nacional del Ecuador (sol completo con rostro humano, amarillo y con rayos) y el escudo nacional de El Salvador (sin rostro, amarillo y con rayos), todos ellos formando parte de las respectivas enseñas oficiales[3]».


Fenrir atado, en un manuscrito islandés


Los antiguos viquingos sostenían que el fin del mundo, el Ragnarökrr, el oscurecimiento de los dioses, comenzará cuando el lobo Fenrir se libere de sus milenarias ataduras y sus hijos lobos se coman al sol y a la luna. Luego de una cruenta batalla final contra los gigantes, los dioses perecerán. Y es sabido, en todos los conocimientos tradicionales, que la muerte de los dioses (o su retiro de este mundo) deja el lugar a los titanes, las fuerzas primordiales que rigen en el caos. Cronos (el tiempo), el menor de los titanes, se entronizó luego de castrar a Uranos y engendró con su hermana la titánide Rea a los dioses olímpicos, a los que devoraba apenas nacidos para evitar que algún día lo destronasen. Devorar dioses que acaban de nacer, devorar al sol… Pañuelo o no pañuelo, el dibujo propuesto se parece a una gran boca... o un gran agujero.




[1] Fein es “fino” y Mann es “hombre”. Según el DRAE, fino es un adjetivo que designa: 1) Delicado y de buena calidad en su especie; 2) delgado, sutil; 3) dicho de una persona: delgada, esbelta y de facciones delicadas; (…) 9) que hace las cosas con primor y oportunidad.

[2] En la República Oriental del Uruguay el sol aparece también en las banderas de los departamentos de Cerro Largo, Durazno, Lavalleja, Río Negro, Rocha, San José, Tacuarembó y Treinta y Tres. Respecto de la República Argentina, aparece en las banderas de las provincias de Buenos Aires, Chaco, Chubut, Córdoba, Corrientes, Jujuy, La Pampa, Mendoza, San Juan, San Luis, Santa Cruz (como hemos visto), Santa Fe y Santiago del Estero. Por otra parte, al ser un elemento fundamental del símbolo patrio más antiguo (el escudo), también es de apabullante utilización en las banderas municipales.

[3] En Ecuador también tienen sol las banderas de las provincias de Bolívar, Carchi, Los Ríos, Pichincha y Santo Domingo. En Perú también aparece en las banderas de Apurímac, Cajamarca, Callao, Loreto, Moquegua y Tumbes. En Costa Rica, además de en la bandera nacional, aparece en la enseña de la provincia de Puntarenas; y en El Salvador, en la bandera del departamento de La Paz.

17 comentarios:

goolian dijo...

Yo siempre supe que la bandera argentina con el sol era el emblema de guerra.
Si mal no recuerdo me lo enseñaron en la escuela primaria.
Y personalmente no me parece mal que se cambie una bandera de guerra por una de paz.
Que tenga el pañuelo de las madres de la plaza u otra cosa es un tema a debatir; pero una bandera pacifista cuenta con todo mi apoyo.
Por otro lado vindicar el sol como símbolo de la América indígena cuando la inmensa mayoría de los descendientes de los aborígenes viven en condiciones de miseria absoluta y cuando las colectividades bolivianas, paraguayas y peruanas son sistemáticamente discriminadas; sería algo valioso pero primero aseguremonos la inclusión social y después hablemos de símbolos. Y eso va para Feinmann también, que es judío no alemán. Probablemente su apellido original se haya perdido en medio de infinitas persecuciones.
Por último en el Ragnarök el sol, la diosa Sól; es devorado por el lobo Sköll y la luna el dios Máni por el hermano de Sköll, llamado Hati. Ambos lobos monstruosos son hijos o hermanos de Fenrir.
Fenrir en la batalla final, dará muerte a Odín, pero su hijo Vidar matará al lobo.

Occam dijo...

Goolian: El Congreso de Tucumán establece que las Provincias Unidas del Río de la Plata tendrán una bandera azul celeste y blanca, y que la "bandera mayor" utilizará jeroglífico en el centro. Bandera mayor y bandera de guerra me parece una simplificación por lo menos propia de la módica capacidad (y la simpleza en la transmisión de conocimientos) de la escuela primaria. "Bandera mayor" se denomina a la bandera de uso del Estado y "bandera menor" a la de uso civil. Por un decreto de 1944 se prohibió a la población civil el uso de la bandera mayor, o sea, la bandera con el sol en el medio. En 1985, con la vuelta de la democracia, se deroga esa prohibición y se permite a todo argentino emplear la bandera con sol, es decir, se suprime la diferencia entre bandera mayor y bandera menor, para tener, con absoluta justicia, una bandera única para todos los conciudadanos, la que lleva sol. Es decir, contrariamente a lo que no sabe Feinmann, la reivindicación del uso de la bandera con sol para la sociedad civil fue hecho por un gobierno democrático en el marco de un proceso de apertura, de libertad y de reconocimiento plural.

Ignoraba que Feinmann fuera de origen judío, pero en todo caso, ello no empece la precisión idiomática. Como se aprecia, es un apellido bien escrito, con lo que, del origen o religión que fuera su detentador, eso no empece la apreciación formulada. Por otra parte, de ser como efectivamente usted sostiene, hay que recordar que los judíos en Europa Central no tenían apellidos, y ellos fueron apareciendo con el reconocimiento de su ciudadanía plena por los príncipes alemanes a partir del siglo XVIII (Alemania fue el país más pluralista y tolerante con los judíos en todo el mundo hasta 1917, de modo tal que suena difícil hablar de persecuciones en Alemania hasta la Segunda Guerra Mundial; sí hubo progroms varios y repetidos en Europa del Este, Polonia, Ucrania, Rusia... aunque sobre judíos que no tenían apellidos alemanes). De modo tal, que se trataría en ese caso de un apellido con menos probabilidades de sufrir los influjos del tiempo que cualquier otro apellido alemán, cuyos orígenes se pierden en la alta edad media, cuando el gótico y el alemán antiguo (y los infinitos dialectos) divergían notablemente de la versión normalizada luego del Zollverein.

Por otra parte, gracias por la precisión acerca de qué lobo en particular se trata, dentro de todo ese linaje infernal. La tomaré en consideración.

Un cordial saludo.

Occam dijo...

Otra cosa que precisar, para evitar mayores equívocos. Muchas banderas del mundo surgen de banderas navales, y más precisamente, de la necesidad de evitar las confusiones a la distancia entre buques. Es el caso de la bandera de España, que aprueba Carlos III para reemplazar en el mar a aquélla blanca con la Cruz de Borgoña encarnada, que se confundía con la blanca con la Cruz de San Jorge de Inglaterra. Inglaterra adopta, con Jacobo I (1606), la Union Jack para uso naval, de la síntesis de las banderas que usaban los barcos ingleses y escoceses. (Si bien esto era así, es sabido que los ingleses siguieron usando la bandera de San Jorge, con la Union Jack en el cantón). Con el tiempo se transforma en bandera nacional, con lo que hoy día es Union Flag.
Hoy por hoy, no existe en el mundo distinción entre bandera civil y bandera de guerra, y según la Declaración de Naciones Unidas, todos los países tienen vocación pacifista. De hecho, hay que recurrir nada más que a la experiencia, para encontrar que hace mucho que las guerras que lamenta el mundo son siempre, o bien guerras civiles, o bien ejercicios de poder de policía global.
Para quienes no saben, la Naval Jack argentina es un cuadrado con borde azul celeste y cuadrado interior blanco, similar a la bandera de los "Soles y Rayos de Bolívar" (Cuba, 1823), pero con nuestros colores nacionales. El Ejército supo usar una bandera con laureles verdes bordados en las franjas azules (de dudoso criterio de contraste) que representaban a "los laureles que supimos conseguir" del Himno Nacional (que supongo también debería ser cambiado, o mejor, suprimido por alguna cancioncita al gusto de uno de estos pusilánimes). Ni qué hablar de la Fuerza Aérea Argentina, que emplea en sus aviones nada menos que la escarapela... ¡Horror de horrores! Nadie ose volver a prenderse una escarapela en la solapa un día patrio, so pena de ser considerado un Warlord...

goolian dijo...

Hay un lugar Occam en el cual no nos vamos a poner de acuerdo, que es el de los símbolos patrios.
Para mí la bandera, el himno o la escarapela son símbolos vacíos de un ficción militarista llamada patria.
Patria es que todos coman, duerman abrigados y tengan la educación que merecen. Las fronteras son entelequias creadas por intereses económicos o militares, que suele ser lo mismo.
Y Feinmann, con el que coincido bastante; podría no perder el tiempo en trapos de colores que no dan de comer a nadie.
Y los gobiernos podrían alguna vez decapitar al gigante unitario de Buenos Aires y convertirnos en un país federal con oportunidades y trabajo para todos.
Y los argentinos podríamos deponer la agresión ideológica, seguir pensando en izquierdas o derechas es improducente; y pensar qué Estado y qué país queremos.
Perdón pero hablar de banderas y soberanía me parece inútil.
Hablemos de reforma agraria, de reformulación fiscal; de planes de educación; de eliminación de corrupción politica.
Si no prefiero leer la Völuspá .

Occam dijo...

Goolian: Usted ha dicho que "Hay un lugar... en el cual no nos vamos a poner de acuerdo". Y el problema creo que es, precisamente, que no hay tal lugar: aciago amante de la verdad, uno ve el mundo tal cual es, y no como le gustaría que fuera.

Otro cordial saludo.

Andy dijo...

Demasiado hablar de lo que escribió un viejo pelotudo que se pinta de cuerpo y alma con esta frase: "tenemos una propuesta que debiera ser casi inapelable."
Igualito que Don Corleone: "le haré una propuesta que no podrá rechazar"...

Jeje, me salió igualito que las críticas que hacen los K: descalifiqué todo lo hecho por alguien con una sola frase, insulté, lo hice sin leer todo el artículo....
¿Me estaré contagiando?

Occam dijo...

Andy: Que se contagie es lo que persigue el hegemonismo cultural (que yo sigo sin poder distinguir del totalitarismo, como usted bien resalta con el ejemplo que extrajo). Pero usted es lo suficientemente inteligente como para darse cuenta. Así que no se preocupe.

Mi cordial saludo, y gracias por pasar y comentar.

Flor de Ceibo dijo...

Occam: Se ve con claridad que alguna evolución se ha dado en el caso del ensayista de apellido alemán, porque su silueta desmiente bastante la literalidad significante de su apellido.
1. No me parece correcto calificar de "gansada" al vómito intelectual de este ensayista. El ganso (u oca) es un animal sagrado para los hiperbóreos y específicamente para los romanos (el Capitolio). Y, de hecho, un ave inteligente y brava. Hace poco, la sueca Selma Lagerlöf lo empleó para aquella magnífica descripción de su patria que es "El maravilloso viaje de Nils Holgerson". Con más propiedad habría que decir "pavada" o, con la contundencia de los antiguos georgianos, "pelotudez".
2. El Congreso de Tucumán estipuló que la bandera nacional sería "azul". Lo de "celeste" lo agregó torpemente -entre líneas y sin salvar- el secretario chuquiseño Serrano en el oficio que dirigió al Directorio Supremo. El mismo Serrano que, ocho años más tarde, presidió el congreso pergeñado por Sucre para declarar la independencia de Bolivia. Un cabal independiólogo, a quien se ha castigado injustamente cercenándole buena parte del patronazgo de una calle de Palermo Viejo. La democrática ley de 1985 acabó (al menos en los papeles) con este disparate escribiendo tajantemente "azul".
3. Hasta no hace mucho (no sé ahora), los ingleses usaban una bandera "menor" (que era roja, con la Union Jack en el ángulo superior interno) en sus buques mercantes, para reservar la de San Jorge a los de guerra (HMS).
4. Algo muy breve sobre la posición de goolian: "patria" es la tierra de los padres. Lo que él conceptúa como tal sería más bien designable con "bulín", "guarida", "madriguera" o algo semejante. El idioma es para entenderse, por lo cual deben usarse las palabras en su sentido cabal y no en el que a cada cual le plugue.
Felicitaciones por tamaña demostración de erudición vexilológica.

Andy dijo...

Occam: Muchísimas gracias por su amable respuesta!
By the way; Don Corleone, comparado con los ejemplares del presente gobierno nacional/provincial/municipal, era Churchill....

Occam dijo...

Flor de Ceibo: Reconozco que tiene usted razón respecto del punto 1, y pido disculpa a los gansos (animales que también han contriubuido decididamente al desarrollo de la etología y al Nóbel de Konrad Lorenz).

En cuanto a sus precisiones sobre Serrano y su carácter eminente de "independientólogo", me he explayado años atrás en un artículo que se titula "Bolivia". También he subrayado su torpe interpolación, aunque no recuerdo en cuál artículo. La ley 23.208, lamentablemente, no zanja la cuestión del azul o el celeste, y se limita a derogar el artículo 3º del Decreto de Farrell, permitiendo a los particulares el uso del Sol de Mayo en la bandera (que hasta entonces estaba reservada a uso oficial, lo que por supuesto, por más que Feinmann lo ignora, involucra a escuelas, colegios y universidades públicos, hospitales ídem, juzgados, etc.).

Sobre el asunto del Reino Unido, usted bien sabe lo complicados que son los ingleses. La "Red Ensign", efectivamente, se emplea para las embarcaciones civiles, la "Blue Ensign" para uso institucional, y la "White Ensign" como bandera naval de guerra (con coherencia, puesto que representa prioritariamente a Inglaterra, histórica gran potencia naval). La "Union Flag" no tiene uso reglamentado, y se emplea en los buques de guerra como bandera de proa; y sólo se iza en popa cuando a la embarcación la visita Su Graciosa Majestad. Empero, la citada puede por autorización especial permitir a cualquiera su empleo, sea éste cualquiera un buque civil o militar.

Muchas gracias por su gran comentario, y un muy cordial saludo.

Occam dijo...

Andy: Ya la Presidenta lo comparó a Don Corleone en 2005 con Duhalde...

S.G dijo...

Mi Estimado amigo.Primero agradezco profundamente su visita a mi blog y su comentario que viniendo de ud lo tomo como palabra santa..
Sepa que siempre me doy una vueltita por acá a cargarme de conocimientos.
Con respecto al tema de su nuevo post. Ya encontraré un viejo libro Llamado Guia de Simbolos Patrios que supo ser el catecismo de los educadores.
Ud sabe que yo atesoro libros que se han perdido en la historia, espero este no se haya perdido en mis mudanzas. Prometo escanearlo y pasarle algunos párrafos.
Un abrazo muy afectuoso
S.G

Occam dijo...

S.G.: Por el contrario, el placer es mío. Ocurre que yo había chequeado, hace ya mucho tiempo, y a propósito de su regreso, si usted tenía algún blog nuevo, y todavía no lo tenía. Como acostumbro ser muy poco metódico con eso, luego me olvidé de volver a mirar, y resulta que ayer, desde la página de Relato..., se me ocurrió mirar por segunda vez, y me encontré con esos dos blogs suyos, que me parecieron sumamente atractivos, y que leeré con serenidad en los próximos días, ya que hay bastante material que se fue acumulando y que merece una buena lectura.
Puedo dar cuenta yo suficientemente de la calidad de los libros que atesora, y no sólo me refiero al de los (viejos y bellos) nombres de las calles de Buenos Aires, sino también a algunas cosas que usted ha escaneado y publicado por ahí.
En fin, me tendrá seguido de visita.

Un beso.

RELATO DEL PRESENTE dijo...

Estimado, la figura de Feimann yo ya no se si tomarla como provocadora desde el lado humorístico, desde la negación de la inteligencia colectiva o, sencillamente, suponer que es un hijo de puta.

Recuerdo cuando estaba el latiguillo del "Feimann bueno y Feimann malo", para diferenciar a un impresentable mediático lameculos de su jefe de otro impresentable mediático lameculos de su jefe.

Pero en definitiva, esta afrenta al pabellón nacional nos la hemos merecido. Nunca movimos un dedo ante cada ofensa a la historia gloriosa de nuestra patria.

Abrazo grande

Occam dijo...

Relato: Igualmente es bueno que se los vea caminar, para que también se vea (para que la gente vea, esa gente a la que siempre pretenden engrupir con jaculatorias infladas e impactantes puestas en escena de Fuerza Bruta) de qué pata renguean.

Por lo menos, sería importante que empezara de una vez a separarse la paja del trigo, porque escondidos en las ambigüedades, todos se llenan la boca con proclamas patrioteras y se envuelven en la azul y blanca.

Y con el uso del sol a full... Si no, mire usted los isotipos, escarapelitas del Bicentenario, diseños gráficos varios, que usa el gobierno y con los que nos aturde en los avisos oficiales.

Un abrazo, y gracias por pasar y comentar. (Debo publicar rápido un nuevo post, porque si no la gente va a creer que, por el título, se está aludiendo a la tragedia aérea de la Patagonia ocurrida anteayer).

Mensajero dijo...

Que deci Feimnan?
Si vamo a cambiar la bandera no le saquemo el amarillo, estiremolo por toda la banda central y pongamole el numero 12 en el centro.

Occam dijo...

Mensajero: La suya es una idea bastante más representativa que la de Feinmann...

Un cordial saludo.