Cuando yo era muy chico mi abuelo me enseñó los consejos del Viejo Vizcacha, gran manantial de la sabiduría popular argentina. Lo recuerdo sentado en su banquito sin respaldo, en la vereda, a la tardecita, después de la siesta, y yo a sus pies. Un caso (luego comprobé que algo inusual) de
tradición oral. Al constatar que, unos 35 años después, conservo en la memoria literales aquellos consejos, surge a mis ojos la evidente utilidad de dos herramientas olvidadas: 1) la inmensa capacidad de aprendizaje y memoria de los niños pequeños; 2) la eficacia de la poesía, del ritmo y de la rima, para garantizar la tradición fiel de generación en generación de aquello que es cultura viva. Mi abuelo era un hombre de campo, del que ya hablé
acá, que honraba todavía esa forma de cultura viva. Yo me sorprendo de ver tantos ejemplares del
Martín Fierro, algunos forrados en cuero de vaca y otras exquisiteces, expuestos en las mesitas ratonas de livings rústicos-a-todo-trapo, frente al hogar y al ventanal que refleja verde, y tan poca gente que los haya leído con un poco de detenimiento, alguito mayor a la hojeada formal y forzada de la escuela secundaria.
El Viejo Vizcacha de la Plaza Varela, en la querida Montevideo. Para que exista tradición oral, dijimos, tiene que haber cultura viva que transmitir, y para ello, tiene que haber pueblo, es decir, una comunidad de personas con un pasado común, un conjunto de valores compartidos, y un deseo firme de formar parte de esa comunión también en el futuro; de afrontar juntas el mismo destino.
El pueblo es una construcción paciente y sacrificada, que como toda cosa que existe, orilla siempre, con esa fascinación de los abismos, la posibilidad de exinguirse, de ya no ser. De transformarse en vulgo, en masa amorfa de descastados, parias girando como zombies en redondo, sostenidos tan sólo por el afán, ese fuego de la necesidad sin objeto, de la urgencia sin motivo, del egoísmo, del "salvarse" solo.
Pero bueno, pueblo o no pueblo, el Martín Fierro es nuestro libro nacional. Eso no implica, naturalmente, ninguna exclusividad. Tan sólo, supongo que resultará de más difícil comprensión, por cuestiones de contexto, de historia y de idiosincracia, para los lectores de las tantas otras lenguas en que fue traducido. O incluso, de la lengua castellana, pero que no sean argentinos ni uruguayos ni gaúchos.
Recuerdo un consejo del Viejo Vizcacha:
Las armas son necesarias
Pero naides sabe cuándo;
Ansina si andás pasiando,
Y de noche, sobre todo,
Las debés llevar de modo
Que al salir salgan cortando.
"Que al salir salgan cortando". Ello quiere decir, sencillamente, que el hombre que lleva arma, debe llevar un arma idónea y en estado para su uso inmediato. Si no, mejor que no lleve. Ni qué hablar de un cuchillo de madera o de hojalata. Lo mismo puede decirse de una réplica de un arma de fuego.
El delincuente muerto en Chacarita, seguramente no conocía el consejo del Viejo Vizcacha. Seguramente, incluso, no sabía nada acerca de un libro llamado Martín Fierro (al que nuestra gran Maestra Ciruela, suponemos, llamaría "el José Hernández", compañero de estante en la biblioteca del "Cervantes", ese delirante caballero andante fuera de época...).
Aunque la prensa es renuente a abordar el tema de la nacionalidad, sabemos que en Villa Fraga (lo dice el curita villero en el video que pegamos al final) casi toda la población es recién llegada,
en el término de 5 años de esplendor kirchnerista. El 50% del Perú; el 30% de Paraguay; y el 20% restante, de un difuso "Noroeste", que comprende argentinos y bolivianos.
Pero detengámonos un minuto para contextualizar, porque si no, no se entiende de qué estamos hablando. Ocurre que dos jóvenes, uno de ellos de 24 años (lo sabemos porque es el que cayó en acción), se movilizaban en bicicleta por la céntrica zona de la tranquila barriada que coexiste de un lado y del otro de los lindes de Chacarita y Colegiales. Zona agradable, propicia para los paseos sabatinos y domingueros (lo digo porque los hago, y los hice acompañado de chicos pequeños, de mujer embarazada, etc.), o para la tentadora visita nocturna, con los muchachos y su apetito de viquingos, al mítico Albamonte.
Desde que está la villa, la gente vive más refugiada, cierto, pero a nadie parece importarle. Importan más las taras ideológicas y el control del comisariato de lo políticamente correcto, que indica que cualquiera puede vivir donde quiera, y hacer de ese lugar elegido el séptimo infierno, si así se le antoja. Apenas atardece, por esas cuadras sombreadas por los árboles añosos, no se anima a caminar ni un alma en pena. Las paradas de colectivo están de adorno, y curiosamente para una Buenos Aires atestada de automóviles, a nadie se le ocurre parar el auto ahí ni siquiera para cambiar de radio.
Hirientes paradojas de un pregón dañino y disolvente. Nueva gran feria del progreso y el optimismo:
Delincuentópolis...
Bueno, volvamos a detenernos, que no completamos la escena. La secuencia comienza con los dos jóvenes villeros de raid en bicicleta por la zona comercial, pleno mediodía. Entran con una pistola 9 mm (que luego resultó ser una réplica, aunque de impecable factura) a una tienda de ropa interior masculina. Reducen a las dos empleadas mujeres. Empujón, puteada, la guita guacha de mierda, cachetazo, más gritos, una patada y encerradas en el bañito de 1x1. Salen tranquilos, con una mochila rebosante de medias y calzoncillos, y más o menos una luca de cash. Pueden enfilar para la villa, que está ahisito nomás, a unas 4 cuadras.
Pero cebados como estaban, no tienen mejor idea que atracar, en Concepción Arenal y Lemos, 6 cuadras de la villa, una de Corrientes, a un gilito que volvía del laburo, con bolso en mano. Eran las 13 hs., pero cuando hay impunidad, no es necesaria la nocturnidad (además, como dijimos, en el barrio a partir del atardecer todo el mundo se refugia). El asaltado, que es un policía de civil de 30 años de edad, inicialmente no se resiste, y les da el bolso y la billetera, pero como los chorizos estaban cebados, comienza la franela vejatoria, y pese a la intimidación que genera tener un cañón de 9 mm apuntándole, finalmente saca la suya (habrá pensado que, si lo seguían revisando y le encontraban el arma, lo mataban ahí mismo como un perro por cobani) y le pega un tiro en la mejilla. El otro ladrón se da a la fuga. El que tenía el arma se queda boca abajo tirado en la vereda.
En minutos el policía es detenido y llevado a la comisaría de la Federal. Luego es trasladado a Gendarmería Nacional, que es la nueva fuerza de control de las policías, mientras Garré y el CELS, al unísono, claman por venganza. "Nos preocupa siempre todo lo que puede ser un exceso policial", proclama la ministra, y se olvida del adverbio que pide pista en todos los lectores: "exclusivamente".
El muerto "tenía numerosos antecedentes por hechos delictivos, en su mayoría por robo con armas. En una causa había sido condenado a la pena de tres años de prisión" (
La Nación).
Concurrieron al caso dos cuestiones ya advertidas por el Viejo Vizcacha: la ya mentada de las armas, y la comprendida en estas otras reflexiones:
El primer cuidao del hombre
Es defender el pellejo.
No dejes que hombre ninguno
Te gane el lao del cuchillo.
Lo que los yanquis, más burdamente, pero sin menor eficacia, designan con su célebre You fucked with the wrong bull.
Sin embargo, en la tierra de la desmesura, en el realismo mágico desbordado, un descerebrado maltrazado que se encontró con su destino casi como con una moraleja, termina por acreer también al cada vez más dudoso hábito del martirologio, y estando tan jodidos como estamos, pagaremos todos, calladitos y sin protestar, los desmanes ocasionados por 50 okupas que, reconociendo que el muerto era ladrón, que estaba "trabajando", que utilizó su arma de imitación, argüían algún nivel de exceso de parte del asaltado que se defendió.
Yo creo que es eso lo que da genuina e infinita bronca. La diferencia injusta marcada incluso en la asunción de las pérdidas. Si un pibe pasa a buscar a la novia por Devoto, toca bocina y se queda esperando en su auto, llama la atención a dos malvivientes que andaban al boleo, que le pegan un tiro en la cabeza, y la familia debe resignarse, la novia debe llorar en silencio, todos debemos aceptar que Devoto está muy cerca de la Gral. Paz, y entonces de Fuerte Apache, y bueh...
Ahora, si un chorro que anda de gira, dejando un tendal aquí y allá, absolutamente pasado de rosca como un hurón en un gallinero, se encuentra con una bala, debemos también resignadamente asistir a que la comunidad delincuente que vive del delincuente, que lo ayuda a ser delincuente, que lo oculta y lucra de sus delitos, salga a romper y quemar todo, como advirtiendo a la comunidad no delincuente para que no se le ocurra repetir la osadía de intentar pararlos. El famoso "tenemos derecho", que se ha pegado como una muletilla "neutralizadora" (diría Edwin Sutherland), sin detenerse, claro, en el derecho de los demás.
***
Encontré este mensaje en una botella en el ciberocéano, que ya tiene algún tiempo, y por supuesto, ninguna solución. Argentina es un país cinematográfico, sí, pero no sólo porque sus avatares parecen guionados por una mente muy imaginativa, sino sobre todo porque sus habitantes parecemos condenados al lugar de espectadores de las desdichas, sin que nada que hagamos o digamos pueda jamás influir en el decurso de la trama.
Insert de Facebook: No al crecimiento de la villa de fraga entre chacarita y colegiales
El asentamiento de la calle Fraga al 900 del barrio de Chacarita crece día a día y no es noticia.
El predio pertenece al Estado Nacional y está ubicado detrás del paredón de la Estación Federico Lacroze del Ferrocarril Urquiza.
Los que conocemos la zona vimos cómo en los últimos años casas de madera y chapa se fueron transformando en delicados edificios de cemento de más de 10 metros de altura... que no paran de crecer.
Los vecinos de Chacarita y Colegiales estamos alertados a raíz del incremento de robos en la zona y esto no es coincidencia.
Colegiales, según un estudio del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata (CEDLAS), es el barrio con mejor calidad de vida.
No queremos que a raíz de esto se pierda la armonía en la que se vive, mucho menos que el valor de las propiedades decaiga como está ocurriendo.
Qué paradoja, si notan que alguien tiene medio centímetro modificado dentro del plano de su vivienda tiene que pagar la diferencia de ABL retroactivo. No obstante tiene que ver cómo los habitantes de la villa día tras día edifican más alto, tienen conexiones clandestinas de electricidad y no pagan sus impuestos.
Este grupo no es para generar conflicto alguno; todo lo contrario, se apunta a la no urbanización del terreno y sí a la reubicación de los habitantes. No queremos que ocurra como en la villa 31 y que se tenga que llegar a lo peor.
50 comentarios:
Occam yo vivo desde hace doce años a dos cuadras de Lemos y Concepción Arenal y NO es verdad que "en el barrio a partir del atardecer todo el mundo se refugia".
La metropolitana declara zona liberada el barrio y asaltan los mismos policías al restaurant de Newbery y Guevara. La metropolitana y su patota tiraron una bomba molotov a las 4am en la casa de una líder barrial radical que se oponía al proyecto de Macri de poner una carcel en Guzman y Newbery en vez de un polideportivo como todo el barrio quiere.
Hay mucha mierda por Chacarita pero no toda viene de la villa o de los sepulcros del cementerio.
Como libro fundacional de la Argentina el "Martín Fierro" es indudable.
Yo agregaría tres.
"El matadero" de Echeverría, que define nuestra politica hasta el día de hoy.
"El Facundo".
y también el "Fausto" de Estanislao del Campo, un libro no muy conocido y una joya absoluta.
Goolian: El "Santos Vega" de Rafael Obligado, y los "Romances del Río Seco" de Leopoldo Lugones, creo que a su merecida lista no pueden faltar. Siempre, claro está, hablando de los "fundacionales".
En cuanto a lo del atardecer de los hombres lobo, me remito al vídeo pegado al final del post. No habla de todo el barrio, claro está, sino de la calle Fraga entre Forest y Elcano, y supongo que los alrededores, aunque hay otros paredones y espacios verdes poco recomendables en Chacarita para pasearse de noche, si bien, que ello no es atribuible a la Villa Fraga en particular, sino una contingencia histórica.
En todo lo demás, y por eso pego información de la gente del barrio, me remito a las vivencias directas de los habitantes de la zona. Voy a omitir mis propias observaciones, que son unas cuantas, y durante las horas del día (ya que cuando voy a Albamonte, me bajo del taxi y me vuelvo a subir en la puerta), en el entendimiento de que sólo soy un visitante ocasional.
Respecto de todo lo demás que usted expresa de la Gestapo terrible de la Metropolitana, bueno, supongo que ya estará denunciado. Los polideportivos son muy importantes, y las cárceles para contraventores también. Yo adhiero a la teoría de las ventanas rotas, y creo que la tolerancia de las infracciones al respeto y la convivencia básicos, son las que propician que detrás de los primeros abusos se instale el delito, y luego las organizaciones criminales. Las villas miseria son un ejemplo claro de esto. ¿Quién duda de que las primeros intrusos no persiguen tan sólo un lugar para vivir? ¿O que esa señora que está deponiendo en cuclillas en la vereda no tiene una urgencia irreparable? ¿O que ese joven que está rompiendo una luminaria de un hondazo, dejando la esquina a oscuras, no está enojado o frustrado con la vida?
Supongo que para polideportivos, y hasta para canchas de fútbol de respetables dimensiones, vendrían bien los terrenos ferroviarios ilegalmente intrusados. Pero bueno, una política sana y activa hubiera conducido a ocupar con actividades positivas y de utilidad comunal las áreas antes de que sean ocupadas por la fuerza por los intrusos. Eso se hizo en Palermo, en la zona de vías de carga del ex FC al Pacífico entre Paraguay y Honduras (entre Paraguay y Pacífico se ocupó a través de Casa Foa y Godoy). Allí el gobierno nacional rápidamente sacó a los intrusos. Claro que tenía el interés de preservar el proyecto edilicio del Ministerio de Ciencia y Teconología, en las ex Bodegas Giol (después de 8 años de rascarse la panza). Se venía Tecnópolis, y era una muy mala imagen tener a un montón de lúmpenes acantonados en un edificio ornado del pomposo y consabido cartel de "Presidencia Cristina".
Un cordial saludo.
Para pasear por el barrio altisimamente recomendable para la hora del té, Le Blé en Dorrego y Lemos o para cenar Santa Gula en Newbery y Guevara.
Difícil tema el de las villas capitalinas la verdad.
Pero mi experiencia personal, muestra poblacional muy exigua; los unicos dos hechos de inseguridad que conozco de primera fueron uno hace 9 años cuando la villa casi ni existia y otro fue realizado por un vecino de la calle Lemos que tenemos perfectamente ubicado neutralizado.
Creo que la mejor defensa es la solidaridad vecinal. Yo conozco a todos los vecinos de mi cuadra y tengo los telefonos y celulares de los seis mas cercanos. Nos llamamos, nos avisamos y tratamos de cuidarnos entre todos.
Goolian: Plenamente de acuerdo. Faltan en nuestras sociedades modernas los lazos de solidaridad elementales. Siempre decimos, cuando hay una colecta televisiva, que los argentinos somos muy solidarios, pero lo cierto es que en la calle luego nos pisamos la cabeza unos a otros y vivimos a los codazos, y si vemos a alguien en apuros, nos damos media vuelta y nos alejamos caminando mirando para otro lado. Nos ignoramos, nos pechamos, nos desafiamos, nos recelamos. Hace no tanto, yo recuerdo cómo todo el mundo saltaba cuando había un carterista. No sé, puede ser miedo, pero más me parece un instinto borreguil instalado.
Por mi barrio vienen desvalijando departamentos todos los domingos, cuando la gente sale a dar la vuelta al perro. La Federal dice que no pone vigilante porque los tiene a todos ocupados en los partidos de fútbol (¿Zona liberada? ¿Nos creen tan estúpidos como para obviar que la seguridad pública es responsabilidad directa de la comisaría, y los partidos son adicionales acordados con los que están de franco?).
Hasta ahora, en lo que a mi caso respecta, ninguna solución apareció en el horizonte. Poner una persona de vigilancia en el edificio (como había hasta hace 2 años atrás) resulta para la mayoría inaceptable por su costo en expensas, etc. Ahora bien, tampoco nadie tiene el coraje de cerrarte la puerta en la cara cuando no te conoce. Parece mentira, pero todos siguen dejando entrar a cualquier desconocido porque les da pudor preguntar quién es o a qué departamento va. De más está decir que la gente está tan maleducada últimamente, que casi ni responden al saludo en el palier o en el ascensor. El resultado: los domingos en casita. Ya robaron en uno de los departamentos de mi piso, y en dos del piso superior, en dos domingos consecutivos, así que...
Muchas gracias, además, por las recomendaciones gastronómicas. Iré a chusmear, aunque no los domingos, claro.
La verdadera revolución, creo yo; es reconstruir la red social. Hacete amigo de tus vecinos, subí al colectivo y decí buen día, sonreí al que te vende el ticket de subte y habla condesconocidos con buena onda por la calle.
Y si querés ser un revolucionario radical, mantené a rajatabla la herramienta subversiva por excelencia, la alegría y la risa.
Excelente post, sin desperdicio. Lo peor del caso es que nuestra desidia nos va trayendo nuevos peldaños de una interminable escalera. El hoy llegó con pasos pequeños que no supimos batallar. Ahora la base nos quedó muy lejos, y hasta que no visualicemos los escalones más importantes, nunca pensaremos siquiera en descender.
"A paso de vencedores", dicen...
Saludos
PLPLE
Solución, Napalm y granadas incendiarias. El resto es todo llanto e impotencia. Y antes de decirme nada no se olviden que ellos son los que primero imponen la ley del mas fuerte.
Anónimo, y qué hacemos con los "daños colaterales" ?
El curita del video, los pibes, la señora embarazada en medio de la indigencia y unso cuantos inocentes que no son chorros ni asesinos sino sólo pobres ?
Ningún pibe nace chorro.
El napalm es rápido y efectivo pero inaceptable desde lo ético.
La educación, la creación de fuentes de trabajo, la salud pública, la redistribución federalista y porqué no la reforma agraria son soluciones posibles larguísimas y dificiles.
Goo:
Se puede hacer lo mismo que se hace ahora con los daños colaterales de esta política: Que se jodan los deudos. Mi propuesta parte de la base de que si una de las partes (usurpadores y usurpados) es delincuente o merodea en torno a la delincuencia, pues de ese lado debe recaer todo el peso del método.
Por lo demas, estoy de acuerdo con vuestra propuesta, pero mientras tanto que hacemos? Nos la comemos como hasta ahora, merced a, aaa... aa. a, ¿a que?
Hay soluciones más rápidas y efectivas pero la clase política y no sólo la peronista no está dispuesta a abandonar sus fuentes de ingresos.
Muchos políticos de renombre, incluso candidatos presidenciales, son narcotraficantes reconocidos.
Dentro de las villas la mitad delincuente tiene tratos con la policía, la policía tiene tratos con los jueces y los jueces tienen tratos con los políticos. Todos contentos con su parte de la torta.
La mitad no delincuente tiene tratos con el asistencialismo de los punteros políticos, que tienen trato con los comites barriales, que tienen tratos con la clase política. Todos contentos con su parte de la torta.
Un buen plan de relevamiento y averiguación de antecedentes, proceso a los delincuentes, asignación de fuentes de trabajo, y reurbanización ordenada es posible y rápido.
Pero con Meldorek, o con cualquier opositor, no lo van a hacer.
Mientras tanto hay que recurrir a la solidaridad barrial, como ya dije, al "street smart"; y los religiosos, no yo; a rezar.
Pero el napalm y pensarlo como una guerra de "ellos o nosotros" me parece una trampa falaz que sólo escala la violencia.
Como los políticos y la policía tienden a efectivizar su solución y no la mía; y hace muchos años que la cosa empeora, creo que la realidad me da, por lo menos hipotéticamente; la razón.
Educación y sonrisas.
¿Cuantos muertos estás dispuesto a aportar para seguir sosteniendo tu método, Goolian?
Hay un punto ciego en el razonamiento predominante si se sigue hablando de la educación y de la generación de fuentes de trabajo frente a dos tipos que usurpan y roban. Goolian, honestamente creés que los dos delincuentes robaban por falta de trabajo? Que les faltaba un pedazo de pan en el país de los subsidios, la auh, el transporte casi gratis y el fútbol gratis? Que eran dos expulsados del sistema que nunca pudieron educarse, que no tenían alternativas en el país de la educación universal y gratuita desde hace 140 años?
Yo diría más bien que se trata de gente que aprendió a la perfección a desenvolverse en un medio que facilita y apaña el delito, un sistema generador de delincuentes y víctimas en lugar de trabajadores y vecinos.
Educación, sonrisas, reforma agraria. Falta algo. Adivinen qué.
Las estadísticas personales, en este caso, no sirven. Que uno diga "en tal barrio no hay inseguridad, porque yo vivo ahí y me enteré de dos casos, no más", no tiene sentido.
Aplicando la misma teoría, yo, que viví 16 años de mi vida en Mataderos y nunca fui asaltado, podría decir que cerca de Ciudad Oculta, no pasa naranja.
Tocando indirectamente un tema que sobresale del post, me acuerdo de la progresía alterada por la idea de las pistolas Taser para la Metropolitana, por ser elementos de "tortura" que violentan las normativas de derechos humanos. Supongo yo que el corchazo de plomo alojado en el interior del eventual caco, es todo un avance en materia de dignidad del hombre...
Respecto de la delincuencia en sí, no veo qué otro tipo de reacción podríamos haber esperado de los mártires de la villa, que tranquilamente podrían ser los mártires de la casa tomada, o vivir en un tres ambientes sobre Dorrego. La delincuencia se nos ha tornado más que una costumbre, traspasó la barrera de lo consuetudinario y se nos convirtió en cultura sin que nos diéramos cuenta. Y como toda costumbre cultural, sus adeptos creen que el Estado ni nadie es quién para reprimir ese deseo de vivir la vida de la marginalidad.
¿Acaso hubo alguien desde el gobierno que salga a defender a las fuerzas policiales ante algún evento desafortunado?
Voy a contar una anécdota -y espero me disculpen por lo lungo del comentario- que vienen al caso de lo último que dije en el comentario anterior.
En el año 2002, un Agente de la Policía Bonaerense, estaba cumpliendo con su servicio de imaginaria en la puerta del Banco Provincia, Laprida (peatonal) y Alem, pleno centro de Lomas de Zamora. Una salidera bancaria, dos pobres santos marginados de la sociedad sustraen la cartera de una señora con el retiro de un plazo fijo. Al grito de "alto, policía", los delincuentes empiezan a disparar. Dos contra uno, cuando aparecen los otros efectivos los delincuentes empiezan su huida disparando por debajo del brazo hacia atrás. El policía que les dio la voz de alto, responde al disparo, hiriendo a uno y dándose a la fuga el otro (aunque después fue capturado).
En la Fiscalía n°6 de Lomas, al policía le retiraron el arma, lo notificaron de la detención y, en el revuelo del turno, el Juzgado no se enteró. Al momento de pedir la Prisión Preventiva, el Juez casi pone el grito en el cielo. 15 testigos callejeros describieron la situación -palabras más, palabras menos- tal como la relaté. Al fiscal (así, con minúsculas) le pareció que hubo un exceso en la legítima defensa de terceros, que en este caso, eran tooodas las personas que circulaban por el centro lomense.
El Juez rechazó la preventiva y ordenó su inmediata liberación. 15 días preso por trabajar de policía y nunca más pudo volver a ponerse el uniforme: el Ministerio de Seguridad de la Provincia lo exoneró por dejar paralítico a un pobre inadaptado social.
Como esta, tengo cientas más. En estos días, trabajar de policía es tan riesgoso como no trabajar, de alguno de los dos modos te pueden llegar a rajar igual. Sin embargo, en caso de que sea por no laburar, al menos no habrá arriesgado su vida para salvaguardar el orden público, ese mismo orden que a sus jefes políticos les chupa un huevo.
En mi modesta opinión estamos entrampados en una férrea visión maniqueísta que todo lo pone en blanco y negro.
Con todo lo que me gusta Mani, pero bueno es tema de otro post.
Pensar la sociedad argentina permamentemente en términos de "ellos o nosotros" sólo empeora la situación.
Como también me parece falsa la dicotomía " o sos verdugo o sos victima".
Sencillamente me niego a pensar que la aplicación sistemática de violencia policial sea la solución.
Por supuesto que el sistema judicial, el policial y el carcelario están podridos y necesitan una fuerte revisión.
Pero las componendas mafiosas que mencioné anteriormente existen e impiden una solución rápida.
Con una corporación politica con una fuerte tendencia a parecerse a la Camorra o el Cartel de Silóe
no vislumbro una salida a corto plazo.
Mientras tanto sí sé que muere más gente en accidentes viales o ferroviarios en la CABA que por inseguridad.
Y eso también es un tema de educación, además de desidia empresarial y gubernamental.
Y eso va para Almafuerte. Prefiero morir yo que matar a un inocente. Es un dilema ético en el que nunca quisiera
encontrarme pero creo habla de las convicciones íntimas de la ética de cada uno.
También creo que ningún pibe nace chorro, que el asistencialismo no es ni la causa única ni la fundamental de la violencia.
Que el desarrollo vertiginoso del paco, impulsado por narcos como el candidato presidencial cabezón; es una causa
tal vez más importante.
Para Relato, por supuesto que las estadísticas personales no cuentan, pero el que vive en el barrio del tema soy yo.
Por lo que mi opinión creo que vale. Además, insisto, las politicas de "mano dura" y "gatillo fácil" han sido la tendencia
desde hace ya varios años y la situación no mejora.
Tal vez hagan falta más libros y menos balas.
Ustedes, y ahí sí aplico la lógica binaria, parecerían preferir más balas y menos libros.
Pero mientras tanto las clases medias miran los culos de Tinelli o se paranoiquean sistemáticamente con C5N.
Todos reaccionamos sin reflexionar. Desde la emoción o la ignorancia.
Y como dijo el Buddha, el ignorante es un pecador.
Goolian: Es a veces bastante jocoso su discurso, cuando se deja llevar por la vehemencia. Desalienta el maniqueísmo, mientras se ubica en el lugar del bien, y a quienes confronta, en el del mal, explícitamente incluso, con la alusión al pecado. Al respecto, me remito a la palabras de Dietrich Schwanitz transcriptas en el post "Lo políticamente correcto", poco tiempo atrás.
Al respecto, no puedo dejar de poner de relieve el reiterado uso de muletillas dogmáticas y, si se quiere, necias o vacías, como "ningún pibe nace chorro", "más libros y menos balas", etc.
En referencia a sus comentarios anteriores, allí sí el tema da para hablar con mayor civilidad y fundamento. El control social informal (es decir, el que hace la sociedad de sí misma, cada cual de sus prójimos, y todos de todos) es vector inversamente proporcional al control social formal (es decir, el control que hace la sociedad a través de las agencias del Estado). En las sociedades civilizadas, la marginalidad -entendida ésta como una cuestión cultural antes que económica; hay en la actualidad demasiados marginales que gastan entre $ 300 y $ 1.500 diarios sólo en falopa- es reprimida fundamentalmente a través del control social informal. Al infractor se lo señala y se lo segrega. Es el famoso caso siempre relatado de la gente que vuelve de Escocia o de Dinamarca, etc. asombrada porque ningún peatón cruza la calle con el semáforo en rojo, aun cuando no haya ni señales de que vaya a pasar un auto por ahí en la próxima hora. O que nadie tira un papelito en la vereda, o que si lo tira, al instante tres personas le están señalando que se le cayó, y que debe juntarlo.
Cómo recios caledonios y brutales viquingos se transformaron en sociedades tan civilizadas, en las que las agencias de control social formal cumplen una función tan secundaria y subsidiaria, al punto que han llevado al bueno de Nils Christie (escandinavo él) a cuestionarse su vocación por la criminología y lamentar que en esas septentrionales latitudes sea tan "preocupantemente" bajo el nivel del delito, que lo desvela por la posibilidad de una esclerotización social (recuérdese el papel innovador de determinados tipos delictuales para el funcionalismo), es una pregunta con una larga, larguísima, respuesta. Cronológicamente larga, pero también, filosóficamente compleja. Escuchamos siempre hablar de la edad comparativa de las naciones para establecer o justificar por qué algunas son tan superiores a nuestro mamarracho de egoísmo, barbarie e incivilidad crecientes.
Pero nos olvidamos que, 30 años atrás, en esas mismas sociedades, salir a la calle después de anochecer era una temeridad. Como nos olvidamos de que NYC era la ciudad más insegura del mundo, con la más alta tasa de homicidios/habitantes, privilegio que hoy día asiste a Caracas, ciudad caribeña amable y campechana, que hace 30 años se escandalizaba del punguismo.
La realidad, es que el control social informal es consecuencia necesaria del control social formal. Cuanto más controlado un territorio por las agencias formales, más posibilidades hay de que surjan conductas no sólo conformistas, sino sobre todo, proactivas, adhesiones enfáticas y entusiastas de las personas a la sociedad de consenso (el verdadero significado de otra muletilla, en la Argentina, vacía: la de "construir ciudadanía"), lo que lleva a que se incrementen los niveles del control social informal -que se manifiestan antes que nada en un descenso en las tasas de contravenciones, cosa difícil de medir en la CABA por la nefasta política de opacidad generada a partir del desgraciado "Código de Convivencia"-. A medida que la ciudadanía comienza a ser mayoría frente a los elementos antisociales, la propensión a las conductas marginales comienza a retroceder, y con ella, la necesidad del control social formal. En una sociedad tan civilizada como la londinense, los policías hasta hace poco ni siquiera llevaban armas de fuego.
Luego, claro, los desmanes por todos conocidos. En ellos, aparece un efecto de las llamadas "políticas sociales" del Estado de Bienestar: casi la totalidad de los jóvenes detenidos (más de dos centenares) proviene de familias monoparentales, en general, comandadas a duras penas por una madre al que el chico se le escapa de las manos, y que si se le da por robar, termina siendo el principal aporte económico del hogar, y por tanto, el verdadero "hombre de la casa", subordinándola a un lamentable papel de esposa cocina-lava-placha, sometida incluso a palizas. Los jueces ingleses se sorprendieron al constatar que, pasadas 48 hs. de las detenciones, solamente en dos casos se presentaron padres a interesarse por la situación de los menores a su cargo. Y esa circunstancia, la de los hogares monoparentales, estimulada por políticas activas del gobierno británico a partir de la década del '60 (similares a nuestra AUH), trasciende cualquier consideración clasista. Hay entre los detenidos equilibradas proporciones de jóvenes representantes de todas las clases sociales.
A no olvidar: cuando se profundiza en las herramientas propias del control social informal, la familia y los valores que ella transmite, afirma y consolida a través de la disciplina (la famosa "ley", que es patrimonio exclusivo de la figura paterna para Lacan, y que habría que tener presente a la hora de embarcarnos entusiastas en magnánimos y peregrinos proyectos de ingeniería social) es por lejos la fundamental.
Creo yo, en cambio, que la educación y la escuela (que muchos autores clasifican entre las herramientas del control social formal, como toda institución cerrada) están sobrevaluadas por nuestra generación. En un próximo post ilustraré acerca de la concepción clásica de la escuela y la educación, tanto primaria como secundaria y superior. Como título, tan sólo diré que ella es una mera transmisora de signos culturales, que se proyectan a nivel de estatus y a nivel funcional meramente. El énfasis reciente en las computadoras portátiles y en Internet viene a corroborar esa percepción, en el factor tecnológico-instrumental como sustituto de la erudición en punto al prestigio educativo, como en los '60-'70 las universidades se volcaban a la Escuela de Francfort, a Sartre, Althusser, a Fanon, al compromiso revolucionario y la descolonización; o a principios del siglo XX a la historia argentina y la construcción de la nacionalidad a través de símbolos, misas laicas, erección de mitos, etc., y al entusiasmo positivista y científico.
El socialismo utópico sostuvo algo parecido a esa loable aspiración de Goolian, en punto a la supresión del conflicto social. Concebía al hombre como un ser naturalmente bueno, con un trasfondo angélico e irenista, y a la humanidad como una gran fraternidad presidida por el amor. Ningún pibe nace chorro, o golpeador, o alcohólico, o perverso, o dañino. Ocurría que a la humanidad la fragmentaba el egoísmo. Y para el socialismo la clave del egoísmo, y por tanto del conflicto, estaba en la propiedad privada. Suprimiendo la propiedad privada, la humanidad espontáneamente se alzaría a las sublimes alturas de la generosidad, la solidaridad y la hermandad.
Sin embargo, los regímenes del "socialismo real" antes bien desembocaron en delaciones, complejas redes de control de la vida privada y el pensamiento, censura y mordaza, persecuciones, mercados negros, economías paralelas, tráficos inconfesables, mafias burocráticas... y tantas otras lindezas por todos conocidas.
El problema del conflicto social no estaba, evidentemente, en la propiedad privada.
Soslayando la cuestión acerca de si el conflicto social es un problema (como sostienen Marx o los contractualistas) o es la dinámica natural de la vida social, como sostienen Aristóteles, Weber, Durkheim, Simmel o Pareto; lo cierto es que bien parece que éste se intensifica cuando la propiedad privada decae, es decir, que la correlación es exactamente la inversa a la que pronosticaran los teóricos del socialismo.
Contrariamente a lo que suele pensarse del asunto, "proletario" no designa etimológicamente a aquél que tiene muchos hijos, sino a los hijos (la prole) de un propietario rural venido a menos, obligado a mudarse de su tranquila vida agraria en la Roma de fines de la República a las urbes de la época, a gozar del "pan y el Circo": el Circo es gratis (para todas y todos) y el pan también (el Estado reparte el trigo y garantiza así la alimentación de una enorme población urbana ociosa). "Proletario" es entonces el desheredado, el que no tiene propiedad y pierde con ella la libertad.
Porque la clave de bóveda de todo este desarrollo es que la propiedad es el sustrato imprescindible de la libertad. Todo régimen, a partir de los procesos de centralización y de concentración de poder, comienza a menoscabar el derecho de propiedad. Primero con impuestos, luego con limitaciones al dominio, finalmente, combatiendo a la propiedad como valor, como entidad y baluarte de la libertad humana.
Eso lo vieron claramente tipos como Chesterton. La verdadera liberación residiría en la vuelta a un mundo de propietarios. Como tales, autónomos, o sea, siempre para Chesterton, propietarios rurales que puedan producir su propio alimento, y que reunidos comunalmente, se provean de las demás cosas: salud, educación, ganado, calzado, indumentaria, etc. Lo que se llamó en su momento el igualitarismo agrario. Más allá de los desafíos teórico-prácticos que plantea su implementación, es interesante deternerse en la cuestión axiomática: la idea de la propiedad como fundamento de la libertad.
El capitalismo, contrariamente a su preconizada defensa de la propiedad privada, no ha hecho otra cosa, en estos 250 ó 300 años de reinado, que menoscabarla. Para ponerse en marcha, de hecho, debió destruir el sistema feudal (que era un sistema de propietarios) para disponer de una gran masa de proletarios recién llegados a las ciudades, expulsados de los campos, con una mano atrás y otra delante y sin otra cosa que vender que su fuerza de trabajo.
En su constante crecimiento, si bien mejoró las condiciones materiales de vida, no restituyó en ningún momento la propiedad al hombre. Cada hombre sigue siendo solamente dueño de su fuerza de trabajo, debe ponerse a disposición de alguna empresa (cada vez más inmaterial) y siempre de un gobierno para sobrevivir. Su propio techo está siempre en permanente riesgo, sea para pagar la hipoteca o los impuestos.
Poca, muy poca gente, proporcionalmente la menor cantidad de gente en la historia de la humanidad, es propietaria en el sentido clásico del término (en Roma los capitanes de buques, los gerentes de las grandes empresas, etc., eran esclavos; convendría ir aventando de las cabezas escolarizadas la imagen del esclavo africano de la brutalidad inglesa, holandesa y portuguesa).
Y lo que es singular: en el sentido no clásico, digamos "moderno", minimalista, básico, a saber: el que es dueño de una vivienda, también se produce el mismo proceso. En los países desarrollados las viviendas son de los bancos, que las "prestan" casi de por vida. Con hipotecas a 40 años, los titulares suelen tomar una segunda hipoteca antes de cancelar la primera para pagar la universidad de los hijos, o para sostener determinadas necesidades emergentes generadas por el mismo sistema (un segundo garaje, la pileta, nuevos electrodomésticos, el viaje soñado...). En los países subdesarrollados, las viviendas son del Estado o de los punteros políticos.
Asimismo, de la casa de barrio de nuestros abuelos (propiedad "vertical": dueños del espacio aéreo y del subsuelo), pasamos al gran departamento de nuestros padres (propiedad "horizontal": dueños desde el cielorraso al piso, y entre las paredes medianeras), al pequeño departamento de nuestros hermanos mayores (que tuvieron la suerte de gozar del 1 a 1 en los '90), a nuestra eterna condición de inquilinos.
La solidaridad barrial que Goolian tanto anhela pertenece ya hace mucho al plano de la nostalgia. En cada manzana pasaron de vivir 120 a 200 personas a habitar de 1.000 a 1.500 ó más. En cada edificio pasamos de propietarios "conocidos de toda la vida" a una rotación frenética de inquilinos por un rato.
Relato:
Ya hace un tiempo largo que vengo enfatizando (respecto de la policía por ser uno de los casos más evidentes, pero también en general respecto de todos los agentes y funcionarios del Estado) la necesidad de que la omisión se analice con la misma estrictez e implacable celaduría que la comisión. Es la única manera de atender tanto a las zonas liberadas como a la "vista gorda" de inspectores y agencias de control. Un policía sabe hoy día que lo mejor que puede hacer ante un delito es dar la media vuelta y alejarse silbando bajito. Los que terminan enfrentándose, son los que tienen verdadero sentido del deber (y agallas suficientes, o sea, los menos, que encima son siempre reprimidos por la auténtica represión ilegal de aquéllos que se apoderaron del Estado para sus oscuros y destructivos fines) o los que no tuvieron más remedio, porque los sorprendieron o porque no tienen por dónde rajar.
Un trío de chorros fuertemente armados que baja de un auto y enfila hacia un restaurante, lo único que le hace al cana que soporta el frío en la vereda es la seña de que se las pire. Y ocurre que, durante el asalto, justo estaba el policía "cuidando" a la vuelta de la manzana y ni se enteró. Mala suerte. A ese tipo, ni siquiera lo citan de testigo, porque nada pudo haber visto.
El sistema está armado para premiar a los inútiles y a los entongados, y castigar a los pocos que tienen pelotas e iniciativa. El filtro del tiempo y de los fiscales ideológicamente podridos, así como de los ministros de seguridad que lucran con el narco o adhieren a las doctrinas de disgregación demasiado conocidas (y padecidas) por los argentinos, decanta en una mediocrización y parálisis progresiva de las agencias del Estado. Los papelones e ineficacias recientes de las diversas policías en los diversos delitos, pesquisas, investigaciones, familias, nenas o helicópteros perdidos, etc., dan cuenta de esa evidencia.
Un cordial saludo.
Y usted lo dice Occam!!
Este tema lo vengo siguiendo desde hace tiempo desde otro ángulo (y probablemente desde otra pata ideológica): El desarme civil.
Hace tiempo que se pregona el desarme civil, dentro del combo del "es peligroso defenderse, entregue todo"
Con el tiempo pude darme cuenta que la gente que genera esta "tendencia" en el derecho (hipergarantista con los delincuentes, draconiana con sus víctimas), es decir que la avala con capital universitario y activismo judicial es la misma que pregona el desarme civil.
Flacso, ILSED, INECIP, para nombrar solo algunas, tienen a la famosa "Red para el desarme". Ahora hay varios parásitos de sus filas incrustados en el ministerio de defensa succionando de la nuestra, y emitiendo "papers" con títulos como "violencia y mujer" ó "armas de fuego y ecosistema" tan afectados a la defensa nacional.
Yo creo que hay connivencia, y que hay una red de usufructo del estado a una escala jamas conocida antes (pero que podemos intuír por razonamientos como los que se dan en estos blogs) que llama a la acción a toda clase de parásitos.
Pero también creo en las sinergías, y creo que para que este parasitismo devastador, esta gangrena cancerosa que devora la médula se abata del modo y con la virulencia que viene golpeando desde tantos años, es por que ya está todo podrido de antes.
La sociedad está muerta y no cuenta para nada. Fíjese los discursos y las "propuestas políticas" es un mensaje entre políticos y periodistas. Los periodistas preguntando las idioteces que los políticos esperan se les pregunte, y los políticos accionando por la corrección política impuesta por los periodistas. Un círculo siniestro.
Lo que hay que matar son políticos y miembros de las ONG's del orto, y una vez que deje de emanar la podredumbre desde las alturas, ahí verán como se dejan de joder los chorros.
Saludos
TN
Occam,
Si escribo "Todos reaccionamos sin reflexionar. Desde la emoción o la ignorancia.
Y como dijo el Buddha, el ignorante es un pecador"; es obvio que me incluyo, por lo que su aseveración de mi visión maniquea donde yo soy
el bueno y los demás los malos, no sólo es errónea sino que aparenta ser descuidada. Por favor no revierta el argumento.
Por otro lado calificar de necio y vacía la frase "ningún pibe nace chorro" es dejar de lado la idea principal.
En vez de denostar frases de graffitti, no sería mejor debatir sobre si las condiciones "ad initio" sociales y económicas de una persona los condicionan
para toda su posterior accionar social ?
Por favor, Occam lo considero lo suficientemente inteligente como para no caer en defenestraciones rápidas y eludir la idea importante.
Una persona que nace en una villa, con padres desocupados y subsidiados desde hace décadas, con poca o nula predisposición al estudio;
con un acceso fácil y barato a drogas potentes y armas ilegales; está sí o sí condenado a caer en un círculo infinito de delincuencia, cárcel y muerte ?
Tan condicionante es la miseria ?
No soy Rousseau que cree que el ser humano es un angelito por naturaleza, pero me parece que bien vale la pena el esfuerzo social de al menos
tenerlo como hipótesis de trabajo.
Con respecto a las sociedades nórdicas, tienen una tradición milenaria de un fuerte tejido social. Y como bien señalaba Borges Islandia inventó
en forma solitaria en medio de las brumas boreales, la novela y la democracia perfecta con la reunión anual del "Althing".
Nosotros en cambio, y esto me pasa casi a diario, si recriminamos al que tira un papel en el suelo nos comemos flor de puteada. Y si gritamos al
que pasa el semáforo en rojo nos exponemos a cualquier manifestación de exabrupto callejero que puede incluir hasta una 9mm como Carlitos Nair.
No sé si la antiguedad de las sociedades o civilizaciones realmente condiciona el grado de avance de la solidaridad o la calidad de vida.
Las sociedades islámicas son mucho más antiguas que muchas sociedades sajonas por poner un rápido contraejemplo.
Yo me permito descreer de la efectividad del control informal en una sociedad como la argentina donde la "avivada" y el "no te metás" es moneda
demasiado corriente.
Por último su referencia final a Chesterton es casi un canto al campesinado agrario medioeval, casi en la tónica del Tolkien que admira La comarca y
se horroriza con las fábricas y líneas de producción del mago Saruman. Tolkien=Chesterton=el 2do Heidegger=Occam ? es así la ecuación ?
LA solidaridad barrial se puede construir en una megatorre de Puerto Madero, basta con intentar saludar, conocer y tener una relación con todos sus vecinos
sean horizontales o verticales. Ahora bien, si la paranoia es endémica en clases sociales de altisimo poder adquisitivo y cualquier intento
de socialización es visto como una tarea de inteligencia previa a un secuestro, es problema de mis vecinos, no mío.
Hola Claude ! tanto tiempo !
Creo que de tu propuesta se deduce la nacesidad de una sociedad armada hasta los dientes con una gran permisividad para portar y usar armas por parte de ciudadanos comunes.
"Bowling for Columbine" es un documental de Michael Moore que creo viene mucho al caso; pero probablemente ya la hayas visto y detestado.
Está bien Goolian, que vamos a hacer?
Será la solución resignarse y ponerse gel??
Es muy dificil hablar con usted, y a decir verdad (ya que el suyo no es el unico caso sino uno entre muchos) creo que es ésta la raíz de la tragedia argentina. Entiende lo que digo?
Una persona instruída (por que Ud. no habla como un wachiturro de la vida), con acceso evidente a una alimentación, estudio, cultura, visión del mundo que dá internet, y sobre todo y al igual que yo parado en esta época donde no hay duda acerca de cuál sistema social funciona y cuales son los efectos de abandonar las políticas de estado las cuales debieran limitarse exclusivamente a la seguridad y la justicia.
Con la evidencia en la cara, del día a día, esa misma evidencia de los millones inmiserados a necesidad de la política, la delincuencia organizada asolando el país, y cobrándose víctimas a toda hora, usufructuada por la clase política y usted sigue con la misma cantinela buenista.
Es una tragedia, por que si así piensa Ud., que le queda al resto?
TN
PS: Y sí creo que la ciudadanía debería esar fuertemente armada, de modo de que la clase política y los chorros (que son la misma bosta) tenga por seguro que la bala del final les va a llegar sin aviso y desde cualquier parte.
PS2: Michel Moore me parece un idiota, otro comunista pedorro de aquella especie que avala y festeja al tercermundismo berreta al que jamás aceptaría para sí, bien cómodo y seguro desde un departamento en NY
Goolian: Usted lo ha dicho de manera contundente:
"(¿)Una persona que nace en una villa, con padres desocupados y subsidiados desde hace décadas, con poca o nula predisposición al estudio; con un acceso fácil y barato a drogas potentes y armas ilegales; está sí o sí condenado a caer en un círculo infinito de delincuencia, cárcel y muerte ?
"(¿)Tan condicionante es la miseria ?"
Los argumentos que posponen (por no decir, omiten) asumir responsabilidades concretas en materia de seguridad se basan en ese postulado: que la delincuencia es función directa y exclusiva de las condiciones sociales.
Yo ya he hablado mucho sobre el tema, y sobre esa premisa, con la que discrepo. El pobrerismo angélico es tan detestable como el pobrerismo demónico, y ambos en general confluyen en los mismos argumentos. Gracioso. Pero para poder hacer justicia, hay que saber separar la paja del trigo, y como bien ha dicho Jorge Asís, últimamente carecemos de una sólida política triguera mientras abundamos en discursos y justificaciones pajeras.
TN: Al margen de cualquier argumentación o enredadas especulaciones, puñetas intelectuales, "cosmovisiones", "ideologías", "pareceres", "experiencias" sesgadas, "simpatías con", "antipatías a", etc., yo ya tengo mi credencial de legítimo usuario, y me divierto despuntando el vicio del tiro deportivo en el polígono, de vez en vez. Y si algún día fuere necesario (que Dios así no lo quiera), apelaré a su contundente eficacia, en lugar de dar lugar a las postreras lamentaciones, las especulaciones remanidas, las horadaciones psico-motivacionales, el control de daños y los bizantinismos.
Más allá de estos divertimentos retóricos, dialécticos a lo sumo, muy de vez en cuando elocuentes, debemos ser prácticos... ¡Como los delincuentes, después de todo!
Un cordial saludo.
Bueno sólo me resta esperar que Occam o TN no me ultimen de un balazo alguna tardecita de mi barrio confundiéndome con un caco.
No tengo aspecto de "gente decente".
Mire Don Occam, para Mí la solución es AK47 para todos!!!(y todas!!)
No del venezolano, que de seguro debe ser berreta...
Todo pareciera enfilarse hacia una deflagración social, de formas desconocidas (o tal vez, sí)
Pero estoy pensando seriamente a que tal vez la solución está en "todos contra todos", y luego de la hecatombe, con lo que queda, refundar los Estados...
Como podrá percibir, me alejo de las sutilezas "filosóficas"...
Muy interesante el debate entre Goolian y nuestro anfitrión Occam, pero a falta de un horizonte despejado, suscribo lo expresado por Aquiles reduciéndolo a su máxima expresión: “Con el mazo dando y a Dios rogando”. Saludos.
Goolian: Qué básico, por no decir otras cosas que el decoro me impide, que es usted argumentando, cuando se deja llevar (muy a menudo) por ese coranzoncito prejuicioso y elemental, santón, cándido, irenista y bienpensante. Pero está bien, si a usted le permite dormir bien, allá sus cuitas y pruritos mentales. Hay gente a la que le gusta mentirse hasta a sí misma.
Recuerdo cuando el Indio Solari comentaba que él vivía en una quinta, y que siempre había sido muy crítico y receloso con la policía, pero que a nadie se le ocurriera trasponer la cerca perimetral de su morada, porque le volaría la cabeza sin avisar con su escopeta High Standard 12.70.
Supongo que usted, en su forma capciosa e insincera de razonar, agregaría al Indio Solari entre aquellas personas a que temer cuando camina por la calle. Qué pajaronada, ¿no?
Quédese tranquilo, que los únicos que portan armas y las usan sin complejos y miserablemente motivados por la envidia, el resentimiento, la falopa y la falta de humanidad, son solamente aquéllos a los que los humanitaristas tanto se desvelan en apañar y prohijar. Y no se haga ilusiones de que frente a ellos usted vaya a zafar porque lleva un morral hippie, las crenchas como una india o la barba de un eremita. No son tan observadores como para perdonar la vida por aspecto o (falta de) higiene, ni tan selectivos como para determinar la pieza de caza por el reloj pulsera. (Me acuerdo una vez, 3 años atrás, volvía con un amigo de un trabajo en Olavarría. Habíamos ido en el 405 del hermano de mi amigo, que era remisero, y nos lo había prestado para ahorrarnos el colectivo. Un cartonero, como vio que yo tenía la ventanilla abierta y el codo apoyado, se me acercó y me mangueó dinero. Justo se puso el semáforo en verde, mi amigo arrancó, y yo le dije que no tenía plata, y el otro me replicó "rico de mierda". No me olvido más.)
Aquiles, Martel: Adhiero a que la cuestión no es filosófica, sino estrictamente realista y práctica. Directa o indirectamente, hay en la Argentina hoy día 13 millones de personas mayores de 18 años viviendo de la seguridad social (ANSeS, planes, dádivas, militancia), casi la mitad del electorado.
Cualquiera que tenga un poco de memoria sabe que en Argentina cíclicamente colapsa el sistema de previsión, porque se gasta más de lo que ingresa, y porque cuando ingresa poco por efecto de alguna crisis, nunca hay fondos para responder. Tradicionalmente, los que se jodían eran los viejos jubilados, unos 4 millones y medio de personas. Sus formas de protesta eran ir a tirar huevos al anexo Diputados (Rivadavia entre Callao y Riobamba) los días miércoles, y amagar con ahorcarse en la Plaza de Mayo, como la finada Norma Plá. En líneas generales, las familias los bancaban.
Ahora de la "jubilación" dependen todos los hijos de la asignación universal, las amas de casa, las pensiones y jubilaciones "de onda" a favor de gente que jamás en su vida hizo siquiera una changa. Familias enteras de "jubilados", con una punta de hijos en edad de combatir y rapiñar. De modo que, cuando el Estado ingrese en una tímida demora -ni hablar de cesación- en los pagos de tantos y tantos compromisos que soporta una población activa menor que la de los beneficiarios, habrá que agarrarse...
En esos aciagos días entre 2001 y 2002 no sólo saquearon supermercados, sino que ingresaron en algunos edificios. ¿Qué va a hacer la gente pacífica y decente si se plantea una suerte de anarquía general, y la policía, como suele suceder últimamente, se borra? ¿Alcanza con tener un sistema de alarma, si las empresas de alarmas y la policía no están dispuestas a responder? En fin, es una posibilidad para nada descabellada en un país como éste, con los antecedentes relatados, y con los hechos recientes de confrontación civil armada de todos conocidos (Indoamericano, Jujuy, etc.).
Un cordial saludo.
Qué lástima Occam que no pueda resistirse a la tentación de la argumentación "ad hominem".
Mueren muchas pero muchas más personas por día en la CABA por accidentes de transito que por hechos de inseguridad.
Y las preguntas principales siguen sin ser respondidas.
Yo creo que la miseria, que tan bien describí como usted admite; NO es condicionante sine qua non para la delincuencia.
Creo que la solución de mano dura no resuelve el problema.
Que la ciudadania se arme hasta los dientes sólo hará que el numero de inocentes muertos por paranoia supere al de inocentes muertos por imprudencia vial.
Y no quiere decir que no crea que hay que reformar el sistema policial, carcelario y judicial.
Occam, sea tan amable de mantener el debate en el nivel de respeto en el que trato de mantenerlo.
Sus exabruptos hablan de usted, no de mí.
Goolian: Usted no debate. Cargosea. Y personaliza. Lea su anterior intervención y sea mínimamente honesto, por una vez.
De los accidentes de tránsito, justamente, hablo en el último post. Y he hablado mucho en este blog, aunque tal vez no sea para usted un tema tan interesante, por su menor impacto ideológico.
De lo demás, para evitar seguir dispersándonos, hablaré en otra oportunidad más propicia.
Cordialmente.
Justo coincide mi lectura de este post con el del amigo Relato, a quien le afanaron en el tren. Planteo acá la misma pregunta que allá: ¿cómo esperamos salir de ésta? ¿cuál es la receta que nos hará pasar del violento país que somos hoy a uno en el que no te maten por un teléfono celular? ¿En serio la educación y la distribución del ingreso nos van a sacar de esto?
Creo que no se trata de mano dura, ni de rociar a nadie con napalm: basta con aplicar las leyes penales, que quien delinque cumpla su pena. No es nada raro, simplemente lo que han hecho históricamente las sociedades más organizadas.
Ingenierito: Por supuesto que pasa por una solución legal e instrumental, alejada de las simplificaciones, y sobre todo, de las perversas chicanas izquierdistas, que llevan las cosas para el lado de los tomates, mientras son barridas por la inercia de la historia, llevando a la sociedad en general a escenarios calamitosos de los que es tan difícil salir.
Son varias y diversas las acciones a enunciar, y cualquier política criminal pragmática, seria e inteligente, utilizará herramientas de todo tipo de acuerdo a los desafíos concretos y particulares que en cada caso deba afrontar.
Pero en primer lugar, queda claro que hay que construir muchas más cárceles. Y aquí recuerdo la primera gran objeción de la izquierda pusilánime, obviamente, vinculada con los clichés, como ya dije en estos mismos comentarios: "no hay que construir más cárceles sino más escuelas". El progre elemental nos quiere decir con esto que el delito es producto de la falta de educación, a la par que asigna a la escuela unos atributos balsámicos, tanto de transmisión de valores (que en realidad corresponden a la familia, que es un concepto que al progre le causa urticaria; no hay que olvidar que el progre con lo primero que está peleado es con su identidad y su historia personales) como de lavado de cerebros, realmente escalofriantes. No hay tampoco que olvidar que el progre es el hijo bobo del bolche-pre-caída-del-Muro, y en el fondo, conserva esa nostalgia culposa por los centros de reeducación de Siberia... si no, véase cómo ostenta su particular visión de los DD.HH.
En fin, que escuelas se han construido por cientos y miles mientras el fenómeno de la marginalidad, de la cultura lumpen, del delito como "bien" de estatus social en cada vez mayores estratos se va consolidando y crece vertiginosamente. Para las cada vez más estólidas estadísticas oficiales, alcanza para presentar un buen número de escolarización la inscripción en la matrícula a efectos de la ANSeS, sin importar que el "educando" luego vaya en pedo o drogado la primera semana, y pase a desertar, hasta que tenga que presentar el próximo certificado de escolaridad para la AUH.
"Por interés baila el mono", es gran parte de la verdad. La otra parte de la verdad es que "por disciplina el mono se baña, trabaja, estudia y se comporta decentemente". En una ecuación estrictamente liberal de la sociedad, hoy día el delito y la marginalidad pagan mejor en las clases populares que el trabajo y el estudio: sin esfuerzo se pueden hacer muy buenos billetes, a la par que se gana prestigio de "dureza", de "aguante", de coraje, y se tiene cash todo el tiempo, para comprar falopa, zapatillas y celulares o para sacar a variar a las minitas. Por eso es que yo hablo de una izquierda ultraliberal en lo social. Todo está permitido, y a las relaciones sociales se las encauza en la regla del interés individual, el laissez faire.
En cambio, si a uno le interesa el pueblo al cual gobierna ("pueblo" es etimológicamente la raíz de "política", de "público", de todo aquello con lo que la oligarquía corporativa que gobierna lucra desde hace 30 años), intentará establecer una disciplina, un sistema de méritos y castigos, que compense aquella regla del facilismo antes enunciada, y genere un demérito en el que no estudia ni trabaja.
Puesto en términos simples: la cárcel no es para mi visión la antítesis de la escuela, sino su necesario complemento. Si se construyen más cárceles, se puede estar seguro que muchas más escuelas estarán llenas durante todo el ciclo lectivo con pibes dispuestos a estudiar.
Pero volviendo al principio, ¿por qué la prioridad está en las cárceles?
Porque hoy día las cárceles son antros infectos de corrupción, hacinamiento y postgrados criminales. Y también son las excusas para que tantos jueces garantistas de ejecución dejen en libertad a peligrosísimos delincuentes porque no hay lugar para alojar a todos los que delinquen, sean éstos condenados o procesados.
Entonces, en primer lugar, debe haber cárceles con celdas individuales, cada una con su baño, su cama y su ajuar. Cada preso debe ser responsable de mantener aseada su celda y de lavar la ropa que usa. Eso es lo primero. Así se evitan los contactos, y también las violaciones, las patoteadas, los gratas y los lavataper.
Cada cárcel, además, debe tener una utilidad social. Cada preso tiene que pagarse con su trabajo la estadía (hoy día, además del daño que hacen, le cuestan una fortuna a todos los ciudadanos una vez presos), pagar la indemnización a la víctima o a sus deudos, y finalmente, hacerse de un dinerillo para cuando vuelva a la libertad. El tipo de trabajos que se desarrollarían en las prisiones estaría clasificado en función de su dificultad o ingratitud. Aquél que demuestra buena conducta, es premiado con un mejor trabajo, y viceversa. No va a haber premios vinculados con acortamientos de las penas, regímenes de semilibertad, salidas de fin de semana, etc. Se le sacaría el poder a los jueces de ejecución, y se cerraría una escalofriante canilla de corrupción. Todos cumplirían la pena que dice la sentencia. Si la sentencia es a 9 años, son 9 años, no 6. Si la sentencia dice "perpetua", es para toda la vida, no 16 años y 8 meses.
Las cárceles estarían ubicadas en zonas rurales y despobladas, para promover el poblamiento de la Argentina. Si se construye una cárcel para 5.000 reclusos en medio de la Pampa Seca, por ej. (la región más despoblada del país), se necesitarán 1.000 guardias, más personal de enfermería, de cocina, etc. Son como 2.000 familias que se instalarían en una localidad alrededor de la prisión. Las que a su vez requerirían de servicios propios de la vida cotidiana, de comercios, restaurantes, un cine, etc. Otras 500 familias atraídas por los servicios conexos a esas 2.000. Y por qué no, puede promoverse la instalación de las familias de los reclusos, que así estarían cerca de su ser querido privado de la libertad, a la par que los demás familiares son sacados de los focos habituales de contagio por los que con seguridad tamboién iniciarían -o continuarían- una carrera criminal. En un ambiente de pueblo más chico, con contacto con la naturaleza, aislado de los circuitos habituales de droga y diversión malsana, los jóvenes podrían encontrar actividades más interesantes en que encauzar sus tremendas energías. Se les enseñaría, además de las pautas culturales que provee la educación, a cultivar la tierra (una cultura intensa requiere la tierra hoy día despreciada por el argentino para regalar sus frutos; que se proyecta en técnicas de optimización del uso del agua, en experimentación con diversas especies, en estrategias para evitar o minimizar la erosión eólica y pluvial, etc.), a forestar, a construir, etc.
En poco tiempo, una población de 10.000 habitantes, con una fértil campiña alrededor, se alzaría en una tierra hasta hoy inculta y despreciada, que por lo mismo, es sumamente barata. Y situándose en una red de ciudades de 10.000 a 20.000 habitantes, distantes 20 km cada una de las demás, toda una amplia área hoy yerma podría alojar a 1 millón de personas, en el futuro muchas más, que estarían experimentando una auténtica segunda oportunidad.
En cuanto a lo que usted dice de aplicar las leyes, yo si bien coincido, creo que ellas son pasibles de una profunda revisión. En primer lugar, deberían plantearse las penas con un criterio más preciso y previsible, y por otra parte, acorde con los valores sociales y la experiencia acumulada. Por ejemplo, los delincuentes sexuales crónicos, signados por la perversión, son incurables, desde que ninguna afección psiquiátrica (fisiológica) ni psicológica los afecta. Son así, y siempre siempre reincidirán. El actual sistema señala que, cuando un violador es capturado por primera vez, seguramente es después de su trigésimo hecho. Sin embargo, para la Justicia es no reincidente (lo mismo pasa con esos pibes chorros, que van en cana como si fueran debutantes luego de 75 entradas en la comisaría de la zona), de modo que probablemente le apliquen el mínimo de la pena para violación, que es de 6 años (el máximo es de 15). Entonces, por buena conducta, que suele ser lo que acontece con los violadores, al no tener en la cárcel motivos para portarse mal, y por las propias características de la perversión, a los 4 años está de nuevo en la calle.
Un delincuente sexual no debería salir nunca de la esfera de custodia, porque siempre será un peligro para los demás.
Además, al reducir las "bandas" entre las penas mínima y máxima en cada tipo, se reduce también la discrecionalidad judicial, que en el Derecho penal está demasiado condicionada por la corrupción económica. ¿Quién no conoce algún delincuente que quedó libre por el dinero que puso al juez?
No olvidemos que le estamos dando demasiado lugar al criterio judicial, con la excusa de que así (y sólo en eso, casualmente) preservamos la independencia del Poder Judicial, cuando el principio de legalidad pretendía que el sistema se regularía casi exclusivamente por la previsión de la ley, por la sabiduría con que había sido concebida, y mejorada generación tras generación. Es bastante perturbador para el ideal legalista la casi omnímoda capacidad de los jueces penales para determinar prácticamente lo que sea en cualquier situación. La impunidad constante y absoluta en 28 años de democracia, en materia de corrupción política, creo que constituye una señal apropiada de lo que digo.
Comprenderá, lector, que la respuesta es bastante compleja para ser esbozada en rápidos trazos. Yo enuncio sintéticamente algunas líneas. Hay mucho más. Tal vez algún día estemos maduros para abordar todas estas cosas sin prejuicios.
Un cordial saludo.
Occam, sea usted tan amable de quitar mi blog de su lista de blogs.
No lo cargosearé más.
¿Pero por qué, Goolian, si su blog es muy recomendable? De hecho, yo le leo seguido, y no recuerdo haber estado por allí provocando en ninguna ocasión, ni intentando sacar fichas ideológicas, o atribuir pertenencias, o tendencias, o conductas, o motejar, etc.; sino antes bien todo lo contrario, elogiando y aportando desde la buena leche y la cordialidad.
Desde esa cordialidad, lo saludo.
Mi estimado Occam:
Tengo serias dudas sobre las capacidades cognitivas de legisladores (hay algunos incapaces memorables...)y hombres de leyes.
No comprendo por qué cada cárcel no tiene una puerta, o conducto directo a una factoría ( de lo que sea)
El tipo que debe pagar una pena, además debe aportar para su sustento. Y cuando cumple su tiempo de prisión, se va con una bolsa importante de billetes.
Debería promoverse exenciones fiscales para empresas dispuestas a desarrollar un complejo productivo, con condenados. El ocio los lleva por caminos irreversibles...
El Estado mismo, podría producir muchos insumos que debe comprar a empresas privadas.
No pretendo armar una idea mucho mas profunda de lo que hago hasta aquí.
Un criminal no debiera costarle un sólo peso al contribuyente.
Así, de paso terminamos con el negocio de los guardiacárceles chorros...
Naturalmente, comparto su idea de la creación de pueblos alrededor de estos complejos.
Las cárceles dentro de grandes ciudad es una imbecilidad.
Del mismo modo, cuando veo en San Isidro la movilización de presos para declarar en los juzgados, cuando eso podría hacerse igual dentro de las prisiones, y no movilizar tanta vagancia del servicio penitenciario.
Sospecho profundamente de las discapacidades de nuestros "magistrados"...
Mis respetos.
Occam:
Que bien que tiene Ud. la LU, hombre precavido vale por dos, espero que tenga buenos fierros, todo en regla. Aunque a veces pienso para que carajo hay una ley de armas habida cuenta de la ferretería a la que pueden acceder los chorros sin mas tramite que comprar. (en otro momento le cuento como me perdí la oportunidad de comprarme un hermoso FAL teniendo plata en mano, debido a que a algun iluminado del orto se le ocurrió que es "peligroso" que un civil honesto tenga en su casa un rifle automático).
Tema aparte es la "política de seguridad" inexistente en general e inconducente cuando siquiera se la formula.
Andando por la web, me encontré con un foro de la CC donde se proponen políticas de plataforma para luego ser discutidas por los interesados (de la época anterior a las primarias)
No sé si es un buen método, pero lo interesante del caso es que hay un subforo de "seguridad" donde se plantea una serie de puntos de esa manera "progre", aunque para hacer honor a la verdad, menos progre que el promedio.
Mas interesante aún es ver como deriva el tema casi unánimemente al punto del desarme civil (defendido airadamente por quien parece ser un funcionario de la CC y combatido por una pluralidad de foristas), y como al final (en la última página del post) hay un comentario de un tal Ricardo Runza, a la sazón ex militar, ingeniero aeronáutico y asesor en temas de seguridad que es un verdadero "eye opener" a la par que pone de manifiesto la inocencia o la inconsistencia y ambiguedad del planteo de políticas de seguridad. Es mas, pone de manifiesto el hecho de que varias políticas ni siquiera son tangencialmente de seguridad, vale la pena leerlo aunque sea un poco.
http://www.coalicioncivica.org.ar/foropropuestas/viewtopic.php?f=8&t=6
Y lo peor es el de la CC es el planteo mas frontal y mas centrado que escuché en los últimos tiempos, imagínese, el nivel de centro de estudiantes pedorro que tiene el debate de estos temas para ser así!!
Saludo
TN
Sencillamente porque se lo pido por favor.
Usted me saca de su blog roll y yo no le comento más.
Sinceramente no concuerdo con sus aseveraciones sobre mi accionar.
Aquiles: El trabajo obligatorio en las prisiones fue una regla durante muchísimos años en nuestro país. De hecho, en la Penitenciaría Nacional de la calle Las Heras se imprimían periódicos, se hacían muebles, vajilla, etc.
El establecimiento de categorías entre los centros penitenciarios fue una característica del Código Tejedor, el primer Código Penal argentino. En él había presidios, penitenciarías, colonias penales, etc. En estas últimas, los reos estaban en estado de semilibertad, en un gran predio rural en zonas alejadas de la civilización. Allí tenían una casa, a donde podían llevar a su familia, y se dedicaban a la horticultura y tareas agrícolas.
Una enorme destrucción, para variar escudada en abstrusas cuestiones humanitarias, se hizo de todo un sistema que pretendía la resocialización, cuando la resocialización dejó de ser una aspiración para el Estado. Evidentemente, consideraciones "pragmáticas" terminaron por concluir en que el delincuente no debe ser resocializado. Sin adelantar mi opinión al respecto, hubiera sido bueno al menos que avisaran. Porque hoy por hoy, nos quedamos a medio camino de todo: no hay resocialización sino todo lo contrario; no hay disuasión, porque la aplicación de la pena es risible, tanto en la ingenua consideración de la "minoridad", como en las exageradas ventajas en la ejecución penal, etc.; no hay castigo, porque una mala transcripción de las Partidas de Alfonso el Sabio determinó que las cárceles sean "para seguridad" de los reos (obviamente, aludía a los reos procesados; no a los condenados). No hay nada, tan sólo un estado de hibernación, mejor acceso a las drogas y establecimiento de nuevos contactos y aprendizajes... La consecuencia del criticismo criminológico, que fue la única escuela que subsistió tras un siglo de elaboraciones: la de los superados especialistas en encontrar el pelo al huevo, que no dejan nada en pie, pero por supuesto, para no jugarse, o porque no saben, no plantean nada de reemplazo.
En cuanto a su recelo hacia el parlamentarismo, ya conoce mi opinión coincidente al respecto. Solamente el parlamento podrá ganar algo de prestigio cuando las representaciones dejen de ser abstractas y tengan un arraigo concreto, sea éste corporativo, sea por circunscripciones uninominales, siempre con obligaciones puntuales de atender periódicamente los reclamos y propuestas de los electores, y siempre desde el lugar de carga cívica y no de ventaja oligárquica (sin fueros, ad honórem, rotativo, como en Australia, con remoción de la representación, etc.).
Sin embargo, cuando hablo de establecer pautas mucho más rígidas y automáticas en el plexo legal, me refiero a una reforma planteada desde arriba hacia abajo, como las leyes que acostumbra sacar este gobierno, sin debate y sin corrección de una coma. Para ello, especialistas auténticos son los que deberán elaborar el proyecto, de forma que ningún figurín de la política pueda objetarlo.
Un cordial saludo.
TN: Usted bien lo dice. En la Argentina los debates provienen de los Centros de Estudiantes, que son un hato de borregos ensoberbecidos que no saben nada de la vida, y que repiten como loritos la bibliografía que ideólogos perversos disfrazados de docentes (ingresados con Alfonsín y acantonados en auténticos bastiones que afrentan el sentido democrático y plural de la educación, como el CBC o Ciencias Sociales) les entregan en fotocopias truchas -obviamente, monopolizadas por los Centros de Estudiantes- diciéndoles que están leyendo la crema de la crema, la revolución más sibarita y lo último de lo último de la moda intelectual, cuando les hacen digerir autores bastante básicos y berretas, que cuando no son del siglo XIX, son de las décadas del '50 y '60, hablando de la guerra fría, la descolonización y el imperialismo.
Cuando uno lee la "Nueva Izquierda" francesa, por ejemplo, se da cuenta de que, esa lavadora mental que son nuestras universidades públicas y su discurso homogéneo (luego plasmado en la triste coincidencia borreguil de todos los asesores e intelectualitos de todos los partidos de la corporación política) es absolutamente funcional a ese colonialismo que persiste, aunque claro está, ha escapado ya a las categorías que estos iluminados manejan, y que provienen de hace 50 años. Para darse cuenta del tenor del colonialismo, basta con confrontar la diferencia en la aplicación práctica de las políticas concretas en los países centrales y en nuestras bananeras republiquetas. Basta con ver cómo son las universidades allí, si son un antro de mantenidos vagos y atorrantes, empapelado de suciedad y eslóganes políticos del más gracioso marxismo apolillado, como acá. Basta con ver qué bibliografía manejan, qué se lee y cómo se lee. Y, fundamentalmente, ver cómo solucionan allí sus asuntos.
Un cordial saludo.
Llego tarde pero me parece muy interesante lo escrito. Viví un año en China. Los delitos de homicidio agravado, narcotraficante y corrupción para los funcionarios públicos se castigan con la pena capital. Nunca vi un delito en la vía publica, deje tres veces en una semana mi tarjeta en el ATM sin que nadie sacara un peso, me fui 15 días de vacaciones y deje mi casa sin llave. en la televisión abierta mensualmente se publican las listas de condenados a muerte....
Estoy pensando en dejar de ser peronista y hacerme maoista.....
Amigo Forbidden: Bienvenido nuevamente a la jungla latinoamericana, y todavía latinoamericanizándose aceleradamente (léase, africanizándose). La nueva promised land de los narcos colombianos corridos por el gobierno de allí, los narcos que operaban en Brasil y ya no lo pueden hacer por las limpiezas en las favelas y por la ley de derribos, los narcos mexicanos, que se dan cuenta que el mercado europeo a través de Argentina paga mejor y conlleva menos riesgos que el comercio a USA. Todos ellos, que se dan cuenta que la venalidad y las necesidades electorales de consorcio de los políticos locales determinan una permeabilidad insólita...
En fin, antes que nada, le sugeriría que le hiciera un agujerito a la banelco y la colgara del llavero, por lo menos.
Por otra parte, no creo que el peronismo (esa entidad que persiste sólo en sentido negativo, como un agujero negro luego de la implosión de una supernova), de existir todavía, difiriera demasiado en cuanto al tratamiento implacable del problema. Solamente, por la consciencia elemental de que los problemas se plantean para ser resueltos. Solamente, por la responsabilidad elemental hacia un pueblo que confía.
Un cordial saludo.
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