La visión del mundo.
Veremos a continuación las apreciaciones que la mejor doctrina internacional ha efectuado sobre las consecuencias de la hiperactividad intervencionista estatal en el ámbito de las políticas sociales. Así contemplaremos la precisión y consonancia que esas apreciaciones tienen con nuestra realidad. Lo lamentable es que tienen de 20 años a un cuarto de siglo de vigencia, y de un tiempo a esta parte, como una suerte de tentación dañina, no hemos parado de desafiar sus evidentes -y anticipadas- consecuencias.
Sobre el desconcierto de la izquierda respecto de las contradicciones del Estado de Bienestar, viene a cuento la siguiente cita:
El predicamento de la Izquierda es político: la experiencia histórica indica que no pueden confiarse a los gobiernos las alternativas que supondrían una diferencia, las que requieren grandes dosis de intervención estatal. El dilema de la Izquierda es que el único modo de mejorar las condiciones materiales de los trabajadores y los pobres bajo el capitalismo es mediante una intervención estatal masiva y el Estado no parece ser un mecanismo fiable de intervención. El paciente está enfermo, hay drogas disponibles, pero el médico es un incompetente.
Adam Przeworski y Michael Wallerstein, Why is There No Left Economic Alternative?, Universidad de Chicago, 1986.
Las actuales condiciones del Estado argentino, tranformado en un híbrido bastante deforme del Estado de Bienestar en su etapa más álgida y decadente, han sido claramente expuestas por Claus Offe, y a él entonces transcribiremos por su meridiana claridad:
La planificación de decisiones dentro del Estado... se desvía del control parlamentario sobre el ejecutivo y del ideal weberiano del alto ejecutivo político que dirige un aparato burocrático de acuerdo con su propia visión responsable. Muy a menudo, las decisiones sobre asuntos políticos claves emergen más bien de un proceso altamente informal de negociación entre representantes de grupos estratégicos dentro de los sectores públicos y privados.
Mead critica el Estado de Bienestar por su "permisividad", entendiendo por ello su fracaso a la hora de imponer "obligaciones cívicas" vinculantes a los beneficiarios de sus servicios y atenciones. Por obligaciones cívicas entiende deberes cívicos como aceptar trabajo, sostener a la propia familia, respetar los derechos de otros y adquirir mediante educación formal las aptitudes básicas para ser culto y contratable. En conjunto, estas virtudes cívicas construyen lo que Mead llama ciudadano competente o "funcionante", cuya creación concibe como función de un nuevo estilo de política social, que con medios educativos y simples castigos trabajaría en la configuración de ciudadanos con arreglo a ese modelo.
"El Gobierno debe persuadir a las personas para que se responsabilicen a sí mismas. Los pobres deben ser obligados a aceptar el empleo como un deber".
Mead, Beyond Entitlement.
Según Spieker, el Estado de Bienestar ha alimentado una conducta vital "hedonista" y "parasitaria", frente a la cual deben restaurarse e imponerse no sólo virtudes relacionadas con el trabajo y la familia, sino una actitud de "amistad hacia el Estado".
Sin embargo, nuevamente para Offe, resulta "evidente que trasciende los poderes de cualquier Estado 'moderno' formar una unidad de voluntad moral incluso al nivel de las élites, por no hablar de imponerlo "autorizadamente" a nivel de masas".
Finalmente, y para cerrar, vaya esta conclusión:
Como mínimo, podemos esperar que estos esquemas desafíen la extendida suposición de que la política social estatal produce por sí misma cosas como "calidad de vida", "seguridad social" y así sucesivamente. En contraste con esa suposición, nuestra tesis es que la función de "configurar la sociedad" de la política social estatal se limita a la definición de los temas, tiempos y métodos de conflicto y, así, al establecimiento del marco -y no el resultado- de procesos de poder social.
Los desarrollos e innovaciones de la política social estatal pueden concebirse no como la causa de concretas situaciones o cambios sociales, sino solamente como iniciadores de interacciones conflictivas, cuyo resultado es abierto y ambivalente precisamente porque se encuentra determinado por la relación estructural de poder y la constelación de intereses.
Claus Offe, Contradicciones en el Estado del Bienestar, Alianza Universidad, Madrid, 1990.
¿qué es la vida?
Hace 5 años
6 comentarios:
Occam, me pongo triste ante el hecho que estas ideas no llegan a traspasar ni siquiera el cuero cabelludo de nuestros "dirigentes", que como "filósofos" tienen como antiguo a Jauretche y su visión de Argentina modelo 1944 y como moderno a Feinmann el exegeta de la bizquera.
Lo que mas me asombra es como piensan que no los entendemos, si que los entendemos y sabemos que quieren hacer con nuestro país y su gente, el papel de vanguardia iluminada que fracasa victima de la falta de ajuste de la realidad mágica a la única realidad, es patético.
Hegeliano: Coincido plenamente. Es la lógica de la que venía hablando algunos posts atrás: No hay ninguna autocrítica, ninguna revisión de procederes, aun luego de chocar espantosamente la calesita. Y lo peor, es que no es la primera vez que esa "juventud maravillosa" lo hace. Ya pasó 30 y pico de años atrás. Pero en aquel entonces como ahora, la lectura, la evaluación, fue la misma: No nos entendieron.
El pueblo se equivoca sistemáticamente. La vanguardia iluminada nunca. Una concepción profundamente antidemocrática.
Gracias y saludos.
Hola Occam!!
Es la primera vez que te leo y queria felicitarte por el blog...la verdad es que funciona como disparador de un monton de pensamientos..
saludos
Lucas
Hola Lucas:
Desde ya, sentite como en tu casa, y espero leer tus cometarios seguido.
Saludos, y gracias por venir.
la critica sistemica de offe al Estado de bienestar es de lo mas interesante que un politologo o un relacionista puede encontrar en la ciencia polìtica a mi humilde entender... yo lo estudie en varias matrias y siempre me ha resultado sumamente esclarecedor...
todavia no lei todo el post.. pero en cuanto pueda me pongo.. gracias por el comentario del otro dia
This is great!
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