Aprovechamos la ocasión para vincular dos temas de actualidad: el 17 de octubre considerado como fecha histórica, y la cuestión de las reservas de libre disponiblidad del Banco Central, según consignan hoy medios periodísticos nacionales. Si bien parece que poco se puede emparentar entre una y otra cosa, hagamos primeramente un ejercicio inmobiliario:
US$ 10.000 (diez mil dólares) sale una hectárea de campo en la denominada "zona núcleo" de la provincia de Córdoba (Marcos Juárez, Corral de Bustos, etc.), y algo menos en la región llamada "centro-sur" de la misma provincia (Río Cuarto, Río Tercero, La Carlota, Vicuña Mackenna, Gral. Deheza, etc.). También vale eso en el sur de Entre Ríos, en el núcleo norte de Santa Fe (siempre lejos del litoral anegadizo, en las mejores zonas sojeras). Mucho menos vale la hectárea en otros atractivos lugares de la Argentina, por ejemplo: en los bosques andinos patagónicos el tope máximo es de US$ 8.000, en la selva misionera US$ 5.000, en el monte tucumano oranense también, etc. En tanto, en las islas del Paraná o en la cuña de monte de La Pampa la hectárea promedia los US$ 600; en el Chaco o en Santiago del Estero los US$ 1.000... Finalmente, en la estepa patagónica, que es el punto de comparación más acorde, la hectárea vale entre US$ 30 y US$ 500 máximo.
Cruzando el charco, y yendo a las exclusivas inversiones en el Uruguay, US$ 10.000/ha. encontramos en la paquetísima zona de Laguna Garzón; entre US$ 5.000 y 7.000 en proximidades de Soriano; o entre US$ 4.000 y 6.000 en Rosario, cerca de Colonia.
Si nos muestran unos campos como los que se ilustran en la siguiente imagen (click en la imagen para ampliar), y nos los describen como "terreno rocoso de rocas arcaicas, afloramiento del nesocratón del Deseado, cubierto de pastos y musgos, medianamente montañoso, con peñascos y planicies onduladas, donde abundan las turberas. Un elemento geográfico característico son los llamados «ríos de piedra», cauces de antiguos ríos que periódicamente se transformaban en pequeños glaciares, dejando estas acumulaciones longitudinales de guijarros y cantos rodados". Y asimismo nos especifican que su superficie es 0% arable, 0% cosechable, 0% apta para bosques o actividades forestales, y tan sólo pasible de pasturas; que el mayor "peligro" que afronta la región son los "fuertes vientos que persisten durante todo el año", con temperaturas medias que oscilan entre los 12º en verano (2 meses) y 3º en invierno (los demás meses), el cielo casi siempre nublado y continuas precipitaciones en cualquier época...
Nos encontramos sin duda ante una opción de inversión inmobiliaria poco interesante, seguramente comprendida en el segmento de la árida estepa patagónica de entre US$ 30 y US$ 500 a todo trapo y con algunas ventajas concomitantes, como los servicios, el paisaje, los cursos o espejos de agua, etc. Desde el aspecto agropecuario, un terreno tan sólo apto para la cría del ganado ovino, y con sus salvedades. Recordemos la fábula de la vaca y la oveja, que cuenta que, en medio de una terrible helada, la oveja se mofaba de la vaca que tiritaba. Pasado el tiempo, ante una copiosa lluvia, la vaca se encontraba nuevamente con la oveja gastadora, y con malicia demostraba su beneplácito ante las nuevas condiciones climáticas, tamizadas por las opuestas aptitudes funcionales entre ambos animales. No es bueno para nadie encontrarse bajo el más espeso chaparrón cobijado con un grueso pulóver de lana, y encima, en medio de un frío glacial. Así entonces, a diferencia de la seca estepa patagónica argentina, los terrenos del caso nos ofrecen precipitaciones cercanas a los 600 mm anuales, tres veces más abundantes.
Imaginemos, en tan desventajosas condiciones, que el comprador ofrezca por esos terrenos un precio de US$ 10.000 por hectárea. Aunque parezca descabellado en un principio, consideremos, para darle credibilidad a la hipótesis, que ese comprador es el Estado argentino. En tal caso, con recordar cada obra que se paga dos y tres o cuatro veces en el tiempo a un valor increíblemente inflado, o cuánto dinero se tira en enormes burocracias de ejecutivos súperpagos (el INCAA destina $ 84 millones anuales a subsidios al modesto cine nacional y $ 82 millones a sufragar sus costos de funcionamiento; ayer vimos el caso de Aerolíneas; poco cabe agregar sobre la ANSeS, engrosada en forma obscena tanto en su planta de personal como en los sueldos suizos con que lo retribuye, etc.), o las eternas megaobras faraónicas como Yaciretá, podemos entender que, en este caso, hasta puede ser que esté pagando un precio, comparativamente, razonable.
Si así fuera, el Estado argentino estaría ofreciendo nada menos que US$ 12.173 millones por una cantidad equivalente de kilómetros cuadrados. Si prorrateamos la cifra entre los 3.140 habitantes de la zona en cuestión, implicaría para cada uno un ingreso de US$ 3.875.000, lo que nunca es pavada, pero menos, si se tiene en cuenta que el unitario concepto de "habitante" suele estar agrupado en unidades tales como "matrimonio" y "familia". Si se trata sólo de una pareja, recibiría US$ 7.750.000; y si hablamos de una familia tipo, US$ 15,5 millones.
Es una hipótesis de máxima, claro está (hay otras mucho menores con las que especular). Una oferta imposible de rechazar, máxime en el actual contexto internacional, en el cual dentro de poco la metrópoli colonial se verá obligada a cortar unos cuantos servicios y beneficios, entre otras cosas, para mantener la precaria paz social en su propia casa, amenazada por el desempleo, la cantidad de prestaciones sociales comprometidas, la inmigración masiva y los conflictos sociales explosivos.
Sí, así es; como usted, lector, ya habrá inferido: El archipiélago correspondiente a las
Islas Malvinas tiene 12.173 km2 y 3.140 ocupantes, que según la potencia colonial invasora, son sobre los que recae la cuestión de la soberanía. Según sostuvo hace días el ministro de Defensa británico
Liam Fox, las Malvinas serán británicas "mientras sus habitantes así lo decidan", y entonces los ingleses "seguirán garantizándoles la seguridad" (
link). Ante un papel tan generoso de parte de la potencia colonial, conocido ya en otras piratescas ocupaciones, que invariablemente terminan en el gigante imperial cuidando a los "pobres" habitantes que en las tierras ocupadas con violencia (en general, luego de matar y desterrar a los que estaban previamente) se sienten luego amenazados por las reivindicaciones del país agredido, no queda entonces otra cosa que negociar con esos habitantes.
¿Cómo se vincula lo hasta aquí dicho con el 17 de octubre? Bueno, el 17 de octubre es una fecha que señala un triunfo
nacional. No por nada el mártir de la jornada del '45 fue
Darwin Passaponti, un joven poeta y militante nacionalista de 17 años, que fue tiroteado junto a una columna que marchaba a la Plaza de Mayo, por milicianos internacionalistas desde la azotea del diario
Crítica, y que a partir de entonces fue considerado como "
el primer peronista" por el propio
Perón (carta al padre de Passaponti del 20-12-67). Y, guste o no, Malvinas es una causa nacional, a la que sectores no nacionales han adherido "tácticamente" en algunos momentos, sobre todo con la excusa del antiimperialismo, cuando la guerra fría era el contexto en el mundo.
Pero sobre todo, el 17 de octubre es la fecha en que decimos homenajear la lealtad al ideario y la obra de Juan Perón, y entonces el asunto cobra fuerte trascendencia, porque fue Perón quien propuso al gobierno británico la compra de las Malvinas el 2 de junio de 1953, a través de una oferta formulada personalmente por el presidente del Senado,
Almirante Teisaire, a l
ord Reading, subsecretario de Relaciones Exteriores, durante la coronación de la reina
Isabel II. En esa ocasión, la oferta fue rechazada porque el primer ministro
Churchill temía que su aceptación generase rispideces con su íntimo aliado, los EE.UU. (
Link).
Nuevamente fue Perón, en 1974, quien acercó la negociación por Malvinas a un punto próximo a la recuperación del archipiélago austral (incluidas las Sándwich y las Georgias del Sur). En esa oportunidad, propuso un condominio por tiempo limitado. Archibaldo Lanús (De Chapultepec al Beagle. Política Exterior Argentina 1945-1980, Emecé, Buenos Aires, pág. 480) transcribe los términos de la posición británica, plasmada por escrito en una comunicación del embajador británico en Buenos Aires al canciller argentino Vignes, en el cual aquél admitía haber sido instruido por su gobierno "para proponer que las discusiones entre Gran Bretaña y la Argentina sobre el futuro de las Islas deberían resumirse sobre la base de las salvaguardas y garantías a extenderse a los isleños en el hipotético caso de un condominio de Gran Bretaña y Argentina en relación a la soberanía territorial sobre las Islas Falkland".
La misiva británica además expresaba: "...el objetivo del Gobierno de Su Majestad al entrar en negociaciones sobre la base del condominio será resolver la disputa de la soberanía a través de la aceptación de la co-soberanía argentina sobre las Islas y que el producto final pueda ser un tratado que solucione la disputa anglo-argentina creando una atmósfera favorable en la cual los isleños puedan desarrollarse acorde a sus intereses".
Finalmente, el documento señalaba que "cualquiera fuera la forma que pudiese asumir el condominio, éste tendría algunos elementos básicos, como ser que ambas banderas flamearan juntas, quese adoptaran los idiomas español e inglés como idiomas oficiales, que se aceptara la doble nacionalidad para los isleños, y que el gobernador fuese designado alternativamente por la Reina y el Presidente de Argentina". Sobre estas bases, el gobierno británico aceptaba oficialmente iniciar las conversaciones en Buenos Aires.
Es sabido que Perón las aceptó, pero también que a la Argentina, país desdichado en cuanto a las cuestiones de oportunidad (que determinan las muertes en los peores momentos, y que raras veces coincidan los liderazgos positivos con las bonanzas económicas, y los negativos con las malarias, para garantizar que aquéllos sean largos y éstos cortos, y no al revés como acontece) se le murió Perón el 1º de julio de 1974, en el peor momento social y cuando la guerrilla arreciaba en su intento de provocar un golpe de Estado que le permitiera afrontar la batalla decisiva en su iniciativa bélica... Y mucho ha contribuido el accionar de los jóvenes "maravillosos" en adelantar su muerte, como señalara reiteradamente su médico personal, siempre empeñados en la pequeñez y las querellas de consorcio, en "tirarle cadáveres a la mesa" al líder para negociar carguitos, y ciegos ante las grandes cuestiones que nos determinan como nación en forma definitiva, determinante.
Así entonces, acá estamos, y lógicamente, ante la catarata de números prepotentes que nos llueve desde hace 8 años, que entre otros, mentan reservas récord en el Banco Central, récords que se rompen año a año, y blablablablá, qué más obvio que recordar las iniciativas y acciones diplomáticas de Perón a la hora de volver a afrontar la cuestión de Malvinas. Siempre, claro, que la cuestión de Malvinas nos interese de verdad, y no sea una mera gestualidad electoralista, como TODAS, con protestas airadas y deditos levantados en la ONU o en la OEA.
Pero ocurre que, mientras uno cavilaba sobre esta posibilidad, se desayuna con que, para mantener el dólar artificialmente barato aun ante la devaluación brasileña, para hacer la plancha y simular que aquí no pasa nada, que hasta este lejano punto del globo no llega la crisis mundial, que no hay inflación ni desempleo ni fuerte merma en el superávit de la balanza comercial, para disimular la tremenda fuga de capitales, el Central se quedó sin reservas de libre disponibilidad (que son el excedente entre reservas y el equivalente en divisa americana de los pesos en circulación). Las pocas reservas de libre disponibilidad con que cuenta, en realidad provienen de prestamos de muy corto plazo otorgados por Bancos Centrales europeos. Si descontamos esos préstamos, en verdad las reservas del BCRA son menores que los billetes en circulación. (
Link).
De modo tal, que para llevar a cabo la iniciativa apuntada, teniendo en cuenta que los pesos en circulación equivalen a US$ 46.000 millones, el dólar debería subir hasta los $ 5,75.
Ahora bien, si el dólar, aun sin tener en cuenta esta iniciativa, llegare en algún momento no muy lejano a los $ 5,75 por unidad, acuérdense de que el "sablazo" nos costó, nada menos, que unas Islas Malvinas.